Misiones desnuda el ajuste: ¿puede saltar la protesta a otros distritos?

"Los voy a dejar sin plata, los voy a fundir a todos”. La amenaza de un Javier Milei recién llegado a la Presidencia atronó en enero, en medio de una reunión de gabinete y las negociaciones por la primera versión de la ley "Bases", que luego naufragó en Diputados. El mandatario apuntaba directo a los gobernadores. Cuatro meses después, el conflicto salarial que entra en su tercera semana en Misiones deja al desnudo que la amenaza es realidad y abre un interrogante: ¿este escenario puede llegar a repetirse en otros distritos del país?

El conflicto salarial misionero, iniciado por los policías y acompañado hoy por docentes y otros gremios, no se explica sin la eliminación del Fondo Nacional de Incentivo Docente (Fonid) o el recorte en un 90% en promedio de las transferencias de Nación a los distritos.

Mientras Misiones sigue sumida en el reclamo, con policías, médicos y docentes provinciales que cumplieron ayer diez días de protestas, el gobernador Hugo Passalacqua publicó antenoche los aumentos para la Fuerza de seguridad local y expuso cómo quedaron los salarios para cada categoría, sin que hubiera un acuerdo con los uniformados.

La Policía rechazó la oferta de un 30% de aumento; exigen que sea del 100%. Tras una decisión unánime, decidieron seguir con los acampes.

Con el recorte a las transferencias, la caída en la coparticipación y la eliminación del Fonid y los subsidios al transporte, la situación social y económica en el país se agravó. Según la Oficina de Presupuesto del Congreso, en el primer cuatrimestre del año el monto de las transferencias no automáticas del Estado nacional a las provincias y municipios cayó un 89,5% en la comparación interanual.

A ese escenario se suma el de la sostenida pérdida del poder adquisitivo del salario, que tiene a los trabajadores del sector público como los más afectados: un informe del Centro de Investigación y Formación de la República Argentina (Cifra) muestra que el ingreso real de un empleado público cayó 21,3%. Un porcentaje de pérdida muy superior al del privado (11,2%).

Pero Misiones no es la excepción. Los trabajadores judiciales de Mendoza decidieron extender el paro que hace dos semanas realizan por mejoras en los salarios y exigen que la Corte Suprema local los apoye. No sirvió el aumento del 10% otorgado por decreto por el gobernador radical Alfredo Cornejo, cuestionado por los manifestantes por su cercanía política con los jueces locales.

En Rosario, los trabajadores municipales pararon por 48 horas; les subieron 18% los sueldos y por ahora se desactivó la queja. En Chubut también se multiplican los reclamos salariales de estatales y el sector de Salud.

Y también en San Luis las protestas por la caída de los sueldos crecen. Estatales, judiciales, y profesionales y personal de Salud han hecho escuchar su voz contra la falta de una suba en los sueldos que equipare a la inflación, y han rechazado los incrementos otorgados por el gobernador Claudio Poggi, a los que calificaron de "insuficientes".

Pese a todo, la Casa Rosada se desentiende de los reclamos. El ministro del Interior, Guillermo Francos, aseguró que las protestas impulsadas por policías, maestros y personal de la salud configuran un “tema de la provincia” que debe resolver la administración misionera. “El Gobierno no puede meterse a tratar de solucionar los problemas porque ellos tienen sus metodologías, sus formas”, aseguró Francos, en referencia a la gestión del provincial Frente Renovador de la Concordia, y detalló que conversó con el gobernador Passalacqua para transmitirle su “apoyo”.

En la misma línea de Francos, el vocero presidencial Manuel Adorni también debió salir a aclarar que la administración de Milei “está atenta a lo que pasa, a cómo se desenvuelven los hechos”. Y auguró que el conflicto “se va a resolver porque la provincia va a estar a la altura de las circunstancias”. El día anterior había asegurado que la protesta salarial “es un tema de estricta jurisdicción provincial”.

Redacción