En el barrio Lafinur se bañan con fuentones por la falta de agua
Hay poca presión desde hace dos semanas. Una vecina ya hizo unos veinte reclamos al Municipio y a Obras Sanitarias, pero no les solucionan el problema.
Hace más de dos semanas que los vecinos del barrio Lafinur de Villa Mercedes no pueden hacer sus actividades cotidianas normalmente por la falta de presión de agua. A pesar de las bajas temperaturas, tienen que bañarse con fuentones o acudir a la casa de algún familiar. Una de las habitantes dijo que ella sola ya hizo unos veinte reclamos al Municipio y a Obras Sanitarias Mercedes (OSM), pero que no logran solucionar el inconveniente.
“Por lo general, cuando tenemos problemas en el barrio, la que llama siempre soy yo, porque la mayoría de quienes viven acá trabajan para la Intendencia, otros están en el Plan y por ahí tienen miedo de que si hablan o dicen algo, los corran”, aclaró Natalia Muñoz, quien expuso lo que les toca vivir con un video en las redes sociales y también le mostró a El Diario todos los mensajes que ha enviado al 147.
El Lafinur no es un barrio muy grande, son unas cuatro manzanas que se encuentran al sur de la ciudad sobre calle Las Heras, pasando Eleodoro Lobos, a pocos metros del museo "Héctor Aubert".
Muñoz tiene su casa sobre Pueyrredón y dijo que entre 1º de Mayo hasta la calle Venezuela, la presión que tienen es casi nula. "Venimos reclamo tras reclamo y acá viven niños y personas mayores. Yo tengo una hija de 12 años y, con este frío, tengo que poner dos caloventores para que se bañe, uno en el baño y otro en el dormitorio. Juntamos agua, la calentamos y usamos fuentones, como en el campo", mencionó la mujer.
"Mi primer reclamo fue el 16 de mayo, pero ya veníamos notando que faltaba agua, y desde ahí sale cada vez menos" (Natalia Muñoz - vecina del barrio Lafinur).
Las complicaciones que trae la falta de agua son muchas. El marido de Muñoz es remisero y tiene que lavar el vehículo que maneja en las estaciones de servicio. Una vez que alguien tira la cadena del inodoro, deben esperar unos cuarenta minutos para que vuelva a cargar; no pueden usar el lavarropas automático por la falta de suministro, o probar durante la madrugada cuando todos duermen, entre otras peripecias cotidianas.
"Mi primer reclamo fue el 16 de mayo, pero ya veníamos notando que faltaba agua y desde ahí empezó a salir cada vez menos. Yo no tengo nada para ocultar, porque tengo todo registrado en mi celular, no es que estoy inventando que acá no hay presión", aseguró Muñoz.
En estas últimas dos semanas, las cuadrillas de Obras Sanitarias fueron un par de veces al sector, pero no lograron encontrar qué provoca el inconveniente. Una vez les dijeron que debían esperar, que abrieron unas llaves en un acueducto y que se iba a normalizar, pero no pasó nada. Entre medio, hubo una pérdida en una cañería que se rompió, la "arreglaron", pero el problema siguió. Incluso, Muñoz contó que desde OSM le dijeron por teléfono y de mala gana que un equipo estaba trabajando en el caso, cuando en el lugar no había nadie.
Uno tras otro. Una vecina compartió la cantidad de mensajes que envió al Municipio. Aún espera una solución.


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