Los sueldos están por el piso; Poggi no escucha

Algo prácticamente nunca visto en San Luis. De ser una de las provincias mejor administradas y ejemplo en el país en cuanto a la observación constante de los salarios, ahora se tornó en el derrotero de quiebre del poggismo, que parece que lo único que le importa es acabar con el poder adquisitivo de los estatales. En medio año de gestión, Claudio Poggi apenas dio un 15% de incremento, que alcanzó para una compra en el supermercado, entre otras medidas patéticas. El silencio no tiene fin y hasta ahora el Gobierno sigue sin escuchar el reclamo del pueblo, que no aguanta más la crisis.

Desde un comienzo, el tema de los haberes estuvo en el centro de la polémica, partiendo de cuando promovió el desdoblamiento salarial, aferrándose a la mentira de una provincia fundida mientras contaba con todos los recursos para cuidar el bolsillo de la gente. Y así, se fueron dando hitos deplorables.

La “curita” que intentó alivianar la explosión social fue cuando otorgó la suma fija no remunerativa de $70 mil, que además de no alcanzar ni para cubrir deudas, se esmeró en una medida elegante para camuflar dinero que no está blanqueado en los recibos y no pasa al desglose de los aportes.

En lo más reciente, cabe recordar el perdón de la cuota de los préstamos de los estatales “para engrosar los ingresos” que él mismo abate día a día con un ajuste brutal. Una acción absurda, digna de repudio. Si bien no pocos sintieron un alivio, en realidad es una acción que no mejora la condición de vida de los trabajadores.

Y lo más vergonzoso, el irrisorio incremento del 15% de los sueldos. Mientras los haberes tuvieron una pérdida del poder adquisitivo del 80% en toda la provincia, apenas la actualización alcanzó para tapar unos pocos pozos en la economía de las puntanas y puntanos, que están indignados por los malabares que tienen que hacer para subsistir.

Lo más reciente en términos de medidas, fue el anuncio del pago del sueldo y el aguinaldo para el 28 de junio (como si eso cambiara la realidad). Pero los estatales siguen reclamando por ganancias acordes a la escalada inflacionaria de los últimos 6 meses.

Literal y tristemente, los anuncios del poggismo apenas sirvieron para poner algunos productos en el changuito. Y en consecuencia, eso es lo que vale para el Gobierno el esfuerzo de los que hacen a la administración pública: una compra en el supermercado. La paradoja de un San Luis hundido en la pobreza.

Los afectados

En medio de las incongruencias de Poggi, miles son las personas damnificadas. Las estadísticas son frías y en ellas siempre hay gente que sufre. Una buena forma de recordar quiénes atraviesan estas problemáticas es mencionar los segmentos alcanzados por la motosierra: policías, maestros, administrativos, personal de salud, entre otros órdenes.

Todos tienen algo en común, día a día son exigidos al máximo, en un entorno de persecución y miedo a perder el empleo. Todo un ambiente innecesario para quienes dan lo mejor para sostener al sistema público de la provincia.

Si bien cada segmento tiene sus particularidades, todos claman algo en común: ¡Actualización salarial ya!

Habrá que ver si el cordobés se lamenta de una vez por los trabajadores y en un gesto mínimo de justicia les da un poco de dignidad mejorando su situación salarial. Por ahora, parece una acción lejana de un mandatario aferrado a su propio bienestar.

Algo prácticamente nunca visto en San Luis. De ser una de las provincias mejor administradas y ejemplo en el país en cuanto a la observación constante de los salarios, ahora se tornó en el derrotero de quiebre del poggismo, que parece que lo único que le importa es acabar con el poder adquisitivo de los estatales. En medio año de gestión, Claudio Poggi apenas dio un 15% de incremento, que alcanzó para una compra en el supermercado, entre otras medidas patéticas. El silencio no tiene fin y hasta ahora el Gobierno sigue sin escuchar el reclamo del pueblo, que no aguanta más la crisis.