Entrenamiento digital con riesgos de privacidad

Es ampliamente reconocido que nuestras comunidades continúan transitando, a un ritmo cada vez más acelerado, una verdadera revolución tecnológica. Asentada en el avance sin precedentes de las tecnologías de información y comunicación, ha determinado el surgimiento de una nueva configuración societaria: la sociedad de la información, en la que la generación de valor está asociada a la posibilidad de aplicación de conocimientos e información a la producción, distribución y gestión de datos.

En este contexto, Meta, la empresa matriz de Facebook e Instagram, ha anunciado que desde julio utilizará las publicaciones de estas plataformas para entrenar a su Inteligencia Artificial (IA). Este movimiento ha generado una gran preocupación sobre la privacidad de los usuarios, ya que plantea preguntas importantes sobre cómo se utilizan los datos personales y si los usuarios tienen control sobre su información.

Cada vez que publicamos algo en estas plataformas, no solo compartimos información con nuestros amigos y seguidores, sino también con la propia empresa, que ahora va a utilizar estos datos para entrenar sus sistemas.

El principal problema radica en la falta de transparencia y consentimiento informado. Aunque Meta asegura que los datos se utilizarán de manera anónima y agregada, la mayoría de los usuarios no están completamente conscientes de cómo se recopila, almacena y utiliza su información. Además, existe la preocupación de que estos datos puedan ser vulnerables a filtraciones o accesos no autorizados, comprometiendo aún más la privacidad de los usuarios.

Otro aspecto crítico es el control que los usuarios tienen sobre sus datos. En teoría, cada persona debería tener la capacidad de decidir si su información puede ser utilizada para estos fines. Sin embargo, en la práctica, las opciones de exclusión son limitadas y no siempre están claramente comunicadas. Esto crea una dinámica de poder desigual, donde los usuarios tienen poco control sobre cómo se utilizan sus datos.

Al respecto, quiero compartir en esta nota el paso a paso para que los usuarios de Meta puedan oponerse al uso de los datos personales.

. En Instagram, ingresá a tu perfil, al menú de las 3 rayitas arriba a la derecha, bajás hasta “Información” y luego hacés click en “Política de privacidad”.

. Ahí de nuevo clickeás las 3 rayitas de arriba del menú, vas a “Otras políticas y artículos” y a “Cómo usa Meta la información para los modelos y las funciones de IA generativa”.

. Casi al final, dentro del texto hay una parte en azul que dice “Obtén más información y envía solicitudes aquí”. Clickeá la segunda opción que dice “Quiero eliminar toda la información personal de terceros que se use para desarrollar y mejorar la IA en Meta”, y aparece el formulario para que rellenes.

. No pongas tu foto, elegí cualquier imagen, escribí que no querés que usen tu información y enviá el formulario (esto sirve también para Facebook si tenés las cuentas vinculadas).

Y SI DE LEGISLACIONES HABLAMOS…

En Argentina, la protección de los datos personales es un derecho constitucional desde la reforma de 1994. La privacidad y la seguridad de los datos personales están protegidas por la Ley Nacional Nº 25.326, sancionada en el año 2000, que establece los principios, derechos y obligaciones para el correcto tratamiento de datos personales.

Esta ley ha quedado arcaica ante el avance de las grandes empresas de tecnología sobre los datos de las personas. Por eso, resulta fundamental que existan nuevas legislaciones, actualizadas, en nuestro país que regulen a los gigantes de internet para proteger la privacidad de los usuarios y asegurarles que estos tengan control sobre su información. Además, es crucial fomentar una mayor conciencia y educación sobre estos temas entre el público en general.

En agosto de 2022, San Luis sancionó la Ley Provincial de Ciberseguridad, un proyecto en el que trabajamos más de un año con especialistas en la temática y que estableció un marco integral para proteger los derechos de los ciudadanos en entornos virtuales. Las herramientas en nuestra provincia están, solo falta la decisión política de usarlas. Es menester aclarar que hasta el momento, el Ejecutivo no ha convocado a la Mesa de la Ley de Ciberseguridad para comenzar con las acciones que prevé la normativa.

Meta y otras empresas tecnológicas deben encontrar un equilibrio entre innovación y ética, asegurando que el progreso tecnológico beneficie a todos sin comprometer la seguridad y la dignidad de las personas. Como Estado, tenemos el deber de proteger a los usuarios, de prevenir e informar acerca de los riesgos que acarrea el uso indebido de los datos digitales. Y esto solo se puede hacer si realmente tomamos conciencia de las dimensiones que ha tomado el problema de la ciberseguridad no solo en nuestro país, sino en el mundo. Casos de robo de identidad, hackeos de cuentas bancarias, falsificación de datos, ciberacoso, grooming y violencia digital están a la orden del día, por mencionar algunos de los ciberdelitos más comunes.

Solo así podremos avanzar hacia un futuro digital que respete y valore la privacidad y los derechos de todos y todas.