Rodolfo Toloza, que es el director del Hospital Pediátrico de San Luis, tuvo una actitud irracional e impensada en contra de las libertades que goza cualquier ciudadano de estar informado y de igual modo, de expresarse. Además, lo que aconteció y que ahora pondremos en conocimiento de la comunidad en general, se puede considerar como un reflejo de algo recurrente que ya viene sucediendo en diversas reparticiones del Estado provincial en contra El Diario de la República.
El episodio protagonizado por el funcionario sucedió cuando realizaba una recorrida por diversas dependencias del nosocomio y observó que uno de los integrantes del staff de profesionales leía un ejemplar de El Diario de la República.
En un primer momento no le dijo nada, pero al rato volvió con un libro en sus manos. Era un texto con consejos para tratar a los adolescentes.
Cuentan que de manera muy autoritaria la interrumpió y que en tono de orden le dijo a su subordinada: “Tomá, esto es lo que tenés que leer y no esa porquería…”.
El profesional se quedó sorprendido y asustado por la prepotencia de su director.
Al comentar el mal momento entre sus compañeros, allí se enteró que lo acontecido no tiene nada de novedoso en ese ámbito hospitalario, ya que habría protagonizado situaciones similares y en una de ellas no le fue bien. “Usted no me puede prohibir lo que quiero leer o ver…”, le respondieron.
Lo que parecen ser dos situaciones anecdóticas de pura prepotencia, no deben soslayarse. Son actitudes preocupantes y muy graves que atentan, en primer lugar, contra la libertad individual de elegir con ningún tipo de condicionamiento lo que leer para estar informado y de expresarse.
Es más, esa actitud prohibitiva de Toloza bien que puede relacionarse con lo que ocurría en otras épocas oscuras de cuando los actos de censura estaban a la orden del día en contra de todos, impidiendo, por ejemplo, ejercer el derecho de opinar.
Por todo ello, sin lugar a dudas lo que pretende el director del Hospital Pediátrico de San Luis es irracional y antidemocrático por donde se lo mire. Y, en este caso, el blanco es El Diario de la República dentro de un organismo del Estado provincial.
Desde la Dirección Periodística intentamos contactar al secretario de Medios, Diego Masci, para conocer si hay alguna disposición prohibiendo la venta, la circulación y la lectura de nuestros ejemplares en los diversos organismos del Estado.
Lamentablemente, el funcionario que prometió respetar y garantizar el libre acceso a la información, no atendió los llamados en ninguno de sus dos celulares.
Como no atienden y no hay chances de que el gobierno provincial a través de su Secretario de Medios dé una explicación, la prepotencia y actitudes antidemocráticas del director Rodolfo Toloza parecen ser un eslabón más de algo prohibitivo que se repite y rige en contra de El Diario de la República en diferentes reparticiones del Estado provincial.
Lo enumerado por lo acontecido en el Hospital Pediátrico encuadra claramente en un ataque a la Libertad de Expresión y el destinatario, El Diario de la República.
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