Poggi hace "caja" a costa del sufrimiento de la gente y del desarrollo de la provincia

El slogan esgrimido por el gobierno provincial de que “no hay plata”, lo que ha servido para justificar un ajuste brutal, ha quedado sepultado por las evidencias. La última prueba fue la constatación que arroja el anexo de la rendición de 2023 que todos los años envía el Tribunal de Cuentas, en el que se demuestra que Claudio Poggi, durante sus primeras semanas en el cargo, constituyó 19 plazos fijos por más de 31 mil millones de pesos, una maniobra imposible para una provincia supuestamente quebrada. Pero, además, el Estado puntano ha recibido este año cada vez más fondos federales y recauda a través de los tarifazos que aplica permanentemente en los servicios. La obra pública está paralizada. ¿A dónde va entonces a parar la “caja” que hace el Gobernador? Él deberá dar una respuesta, como en tantos otros puntos, pero lo que sí queda claro es que esto lo hace a costa del sufrimiento y el desarrollo de la provincia.

Dinero es lo que siempre hubo

El informe avalado por el Tribunal de Cuentas demostró que Poggi no solo inició su gobierno con un ahorro de 93 mil millones de pesos, sino que constituyó catorce (14) plazos fijos en el Banco Supervielle y (5) cinco en el Banco Nación por un monto de unos 31 mil millones de pesos del 11 al 26 de diciembre. Inclusive con solo dos de estas operaciones financieras, realizadas en el Banco Nación el 11 y el 12 de diciembre, y que totalizaron $15 mil millones, alcanzaba para pagar los sueldos de la administración pública de ese mes en tiempo y forma, sin necesidad de incurrir en el penoso desdoblamiento.

Esto es así porque la anterior gestión había destinado el dinero para el pago del aguinaldo a los empleados estatales. La nueva administración contaba con los fondos suficientes no solo para pagar los sueldos de una sola vez, sino incluso con un aumento en los salarios, como se venía implementando en los meses anteriores.

Poggi inició su camino en la Gobernación con recursos millonarios, pero estos no hicieron otra cosa que crecer y acumularse. Hasta el 30 de junio, ingresaron $387 mil millones de coparticipación federal y a eso se deben agregar unos $70 mil millones más por recaudación de impuestos provinciales. Aun si se contempla el efecto de la inflación, implica un crecimiento del 20 por ciento en relación al año anterior. En total, se está hablando de casi $500 mil millones.

Un informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf) de las transferencias totales automáticas a las provincias y a la Ciudad de Buenos Aires refleja que solo en junio, San Luis recibió $78.631 millones, una variación nominal positiva de 187 por ciento. En mayo, fueron girados casi $109 mil millones, lo que representó un incremento del 372 por ciento en comparación a igual período del año anterior. El crecimiento en el monto de los fondos federales no tiene precedentes.

El slogan esgrimido por el gobierno provincial de que “no hay plata”, lo que ha servido para justificar un ajuste brutal, ha quedado sepultado por las evidencias. La última prueba fue la constatación que arroja el anexo de la rendición de 2023 que todos los años envía el Tribunal de Cuentas, en el que se demuestra que Claudio Poggi, durante sus primeras semanas en el cargo, constituyó 19 plazos fijos por más de 31 mil millones de pesos, una maniobra imposible para una provincia supuestamente quebrada. Pero, además, el Estado puntano ha recibido este año cada vez más fondos federales y recauda a través de los tarifazos que aplica permanentemente en los servicios. La obra pública está paralizada. ¿A dónde va entonces a parar la “caja” que hace el Gobernador? Él deberá dar una respuesta, como en tantos otros puntos, pero lo que sí queda claro es que esto lo hace a costa del sufrimiento y el desarrollo de la provincia.