Solidaridad: juntan juguetes para el Día de las Infancias

Se acerca el Día de las Infancias y el comedor y merendero Rayito de Sol organizó una colecta solidaria para celebrar la jornada con las niñas y niños del barrio República. Reciben donaciones de juguetes nuevos y usados, leche líquida o en polvo, cacao, globos, golosinas y galletitas; todo lo necesario para un gran agasajo.

“Nos adelantamos a la fecha porque todo el mundo sale a pedir. El año pasado, hubo unos 350 chicos, habíamos preparado 400 juguetes, pero los entregamos a todos porque cuando terminó la fiesta, venía una mamá o una abuela y pedía un juguete para su hijo o su nietito. Este año, necesitamos un número bastante grande: queremos llegar a los 600 juguetes, es mejor que sobre y no que falte. Hay que ver si los chicos siguen viviendo en el barrio, los nacimientos, los chicos que ya crecieron, es todo un seguimiento. Muchas veces vienen los chicos de 15 años a buscar su juguete; este será el séptimo año consecutivo que hacemos esta propuesta”, contó "Kitita", una reconocida vecina de la barriada que encabeza las movidas solidarias.

De acuerdo a lo que describió, las donaciones se pueden acercar personalmente al barrio en la manzana 47, casa 1. También está la opción de coordinar vía telefónica al 2644-620415 (característica de San Juan). "Kitita" recordó que cada año preparan 2 metros de torta, que son alrededor de 24 bizcochuelos. Para juntar fondos organizan bingos, entre otras acciones. Y durante la jornada de fiesta, disponen distintas iniciativas para que los más chicos se diviertan a lo grande.

“Hacemos un tipo kiosco en los juegos y se les entregan 3 papelitos, que los canjean por chupetines, un poco de pochoclo, cereales, un puñado de galletitas. A medida que van comiendo y jugando, les damos jugo o chocolate (que van preparando de a 10 litros). También les damos torta; el año pasado pudimos hacer pastafrolas y nos donaron paquetes de galletitas surtidas, que se reparten en bandejitas. Hacemos una pausa de los juegos y las chicas preparan coreografías de baile urbano, después se enganchan a bailar, terminan con folclore”, contó.

Ya para el cierre de la jornada, las organizadoras hacen filas ordenadas de 4 a 10 años, de 11 a 16 años y separan a las mamás que tienen hijos hasta los 3 años, y entregan los juguetes. Necesitan papeles o bolsas descartables para envolverlos.

Cada año terminan el día con lágrimas; no hay satisfacción más grande que ver las sonrisas de los más pequeños. “Todo nos sirve, por ejemplo, los ladrillitos rasti, nosotros los limpiamos y armamos paquetes de todo lo que nos llega, no importa que sean 4 o 5”, detalló.

El día del encuentro será una semana después (el sábado siguiente) de la fecha oficial del Día de las Infancias; de 15 a 17 horas.

“No tenemos ni sueldo ni nada, ninguna asignación. Esto lo hacemos de corazón. Integramos un grupo de 10 a 15 mamás, quienes, según los días y la predisposición, vamos preparando todo. En nuestro comedor y merendero somos todos protagonistas y tenemos la bandera de la empatía, la voluntad y el amor hacia el otro”, expresó.

Tiempos difíciles

"Kitita" detalló que este año hubo instancias cruciales a la hora de llevar el plato de comida a las familias. En enero, por ejemplo, hubo un cese total de las actividades, que le denominaron “pandemia económica”. No tenían cómo seguir. Armaron bingos y compraron comida en cantidad para tratar de mantener la actividad, pero estuvieron parados.

Frente a las dificultades, siempre hay iniciativas que permiten salir adelante. Tal es el ejemplo de los bingos y otros recursos, como la recolección de botellas de vidrio o plástico, aluminio, cartón, para vender en las recuperadoras.

“La basura del otro es nuestra salida. Con lo que vendemos, conseguimos artículos de limpieza, que luego vendemos y nos permite comprar, por ejemplo, 70 kilos de fideos, los kilos necesarios de carne molida. Preparamos todo para unas 150 familias, según la fecha del mes. Si es época de cobro, vienen menos familias”, precisó.

“Esto es como una montaña rusa, se sube y se baja todo el tiempo. Si pudiera hacerlo de lunes a viernes, me encantaría. Pero no nos da para mucho, tenemos que tener más de $150 mil para comprar. Lo que hacemos es cada sábado”, agregó.

Emergencia de invierno

Más allá de la colecta por el Día de las Infancias, también concretan una movida solidaria de cara a la emergencia de invierno. Juntan colchones, cocinas, heladeras (para quienes tienen que mantener cuestiones bajo una determinada temperatura, como la insulina), calzado en todos los talles, abrigos, pañales para niños y adultos, cunas, frazadas, todo lo que se pueda aportar.