¿Formar o ganar? (parte 2)

Llega el fin de semana y con él, los partidos de fútbol de los chicos; este es el momento en que los padres disfrutan más este deporte que su propio hijo. Sin embargo, ellos no lo saben, porque nunca les preguntan a sus hijos “¿cómo te sentiste en el partido? ¿Lo disfrutaste?”.

Los papás llegan a las tribunas o se acomodan con su reposera en algún lugar estratégico para poder tener el control de la situación, y se puede observar padres entrenadores dando indicaciones técnicas y tácticas desde su lectura de juego que discuten todas las decisiones de los árbitros; aquí hay que aclarar que ellos también son parte de muchas situaciones que nacen en la cancha, entre ellas, el enojo de la tribuna, las faltas injustas y el abuso de poder que hacen en ese momento. Es aquí que los padres se transforman en los protagonistas, gritando con insultos desmedidos su inconformidad, y también son los mismos padres quienes se olvidan de que el equipo contrario tiene jugadores de la misma edad que sus hijos, quienes, en definitiva, son niños, a quienes les dicen cosas terribles como “quebralo”, “dale con todo”, “tiralo”, “bajalo”, etcétera. En fin, son muchas las acciones con maldad que indican que el único objetivo es ganar como sea.

Los padres se involucran de forma negativa en la vida deportiva de sus hijos, ejerciendo presión y siendo parte de las interferencias mentales de los chicos, por lo que el rendimiento se ve afectado por completo. La parte mental es un punto importante a trabajar en estas edades tempranas y lo que no saben es que el error es parte fundamental del aprendizaje.

Algo similar sucede con algunos entrenadores, cuando su única preocupación es ganar todos los partidos, dejando de lado los aspectos formativos del deporte. ¿Con base en qué criterio están armadas las citaciones? ¿El jugador sabe por qué no está siendo citado?

Entonces, pienso: ¿formar o ganar? 

Como padre, ¿te has puesto a reflexionar en este tema? ¿Se pusieron a pensar en que ponen toda la tensión de la semana en el juego de sus hijos, logrando hacer catarsis con todos sus problemas en la cancha?

Debemos intentar que algo tan sano como la actividad deportiva y tan fascinante como es el fútbol en este país no termine siendo la peor experiencia con el deporte, y que los chicos no terminen abandonando. 

Detrás de las indicaciones en mi rol de padre entrenador, ¿cuántas frustraciones puedo reconocer?

Detrás de todas esas manifestaciones y gritos desmedidos, ¿qué estoy sacando realmente al exterior?

Lo que debemos aprender es el atractivo que tiene el deporte para formar, buscando las victorias; esta es la diferencia que debemos entender.