Con 79 años, “Beba” busca fortalecer el pensamiento de los jóvenes
Presentó su libro "nociones de filosofía" para ayudar a sus alumnos a reflexionar sobre la realidad. Todo surgió cuando alumnos de Psicología acudieron a ella para que les explicara sobre el tema.
Es fresca, tranquila y tomadora de mate. Le gusta pensar y charlar. Si mencionan su nombre, María Cristina D'Angelo Rodríguez, ella no responde, pero si le dicen “Beba”, se da vuelta enseguida. Estudió el Profesorado en Filosofía en La Plata y asegura que le encanta transmitir sus conocimientos a los niños y a los jóvenes. Hace poquito presentó su primer libro, “Nociones de Filosofía”. “No existe María Cristina, salvo en la mente de mi mamá en aquellos días. Mi hermana más grande es Beatriz Ofelia, es procuradora y le dicen 'Chichí'. Le estaban festejando el cumpleaños cuando mamá dijo: ‘Ya nace la beba’; estábamos en Buenos Aires”, contó y añadió que este aspecto fue una de las cosas que tuvo que decidir con su editor cuando resolvieron publicar el ejemplar.
“Beba” se considera una persona inquieta, que disfruta ayudar a pensar a sus alumnos. "Mis estudios en la Facultad de Filosofía de La Plata me dieron las herramientas pedagógicas para hacerlo. Soy escritora porque el lenguaje debe transmitirse de modo escrito también”, expresó.
“Noté que en muy pocas escuelas dan nociones de sociología, antropología o filosofía, o les enseñan de cierta manera más o menos criteriosa. Esto hizo que alumnos universitarios que no podían salir para adelante con la materia de Filosofía de la carrera de Psicología me buscaran para que les explicara los contenidos del programa que armaron sus profesores. Así surgió el libro 'Nociones de Filosofía'”, explicó la mujer, quien tiene 79 años y la energía necesaria para seguir enseñando.
“Empecé a indagar sobre las cosas que les daban, había quedado de la pandemia ese resabio de no tener libros y que las clases no fueran presenciales. Empecé a sacar mis trabajos que yo había presentado en La Plata con mis profesores, saqué apuntes que tenía guardados”, relató.
“Justo había estado organizado unas carpetas —siguió—, tratando de sacarme de encima papeles que uno amontona porque sí. Busqué específicamente los temas que necesitaban los chicos, porque necesitaban rendir la materia. Llegó fin de año, armé todo, le consulté a mi editor Juanci Laborda y maquetamos los contenidos del libro. Me contacté con Guillermo Ranea, quien es un doctor en Filosofía muy reconocido. Me dijo: 'Metele', y así nació el libro. Cuando los chicos empezaron a rendir, aprobaron todos, entonces me di cuenta de que habían podido comprender lo que habíamos estudiado”.
“Beba” aseguró que la filosofía no es difícil de entender, “ese es un cuento”, sentenció.
“Ahora estoy leyendo cursos que hice, con el que en ese momento era un incipiente doctor y erudito en filosofía, Manuel Cruz, quien es un profesor de Barcelona. Él había empezado con la cuestión de la filosofía de la historia, o historia de la filosofía. Se vino a Buenos Aires, publicó su primer libro. La filosofía sirve para poder analizar y poder cambiar la educación secundaria y universitaria; él buscó hacerlo en España y en toda Europa. Entre los libros que acabo de recuperar de él, habla de la tarea de pensar. La filosofía es una tarea nada más y nada menos que de pensar”, aseveró.
El libro propone en su primer capítulo la problemática de la filosofía y el filosofar, las condiciones, los orígenes y la historia. En otro tópico, habla de los sujetos y situaciones de la filosofía, y de aprender a filosofar. “Hay muchas ideas basadas en uno de los textos de Guillermo Obiols, sobre la enseñanza de la filosofía”, especificó “Beba”.
“Aristóteles, la escuela de Platón, tenía un grupo llamado filosóficamente, a través de la historia, los peripatéticos. Peripatos es un bosque, una arboleda, un parque, que era donde Aristóteles, Platón y todos los pensadores se instalaban con los alumnos de la academia a hablar de las cosas. Eso hacemos nosotros, mientras caminamos haciendo otras cosas o buscando algo, nos reímos y nos hacemos las peripatéticas con algunas alumnas. Es decir que buscamos esa solemnidad que se pretende al pensar. Indagamos en la cuestión de que si yo no les ayudo a pensar o no les digo que es muy fácil pensar y lograr conocimientos, los mantengo como ignorantes y hago con ellos lo que yo quiero; si no, a las pruebas actuales me remito”, afirmó.
Para comprender esta idea, la mujer explicó: “¿Quién les está insuflando la supuesta cultura a los jóvenes, sobre todo a los niños? Las redes sociales, el teléfono, los juegos virtuales. Si yo no les enseño cosas y a comprender su realidad, inclusive a preguntarse o cuestionarse después de ver las cosas, los mantengo en una ignorancia”, dijo y agregó: “¿Cómo quieren que piensen los jóvenes si no les enseñan a hacerlo? Además, está la problemática de que tienen padres con problemas económicos y de trabajo. Tienen horarios extensos y llegan a sus casas exhaustos. Eso no les permite analizar qué están haciendo sus hijos, qué están escribiendo, cómo lo están haciendo. Creo que ese es uno de los pilares fundamentales”.
“Beba” asegura que en el trabajo de preparación de los alumnos de Psicología comprobó que “en la universidad ningún profesor les preguntó a los jóvenes qué estudiaron en la secundaria de San Luis, qué nivel tienen de estudios, de lectura, de escritura. He visto jóvenes en la biblioteca, que están en tercero o cuarto año de la carrera de Ciencias de la Educación o de Maestra Jardinera, que no saben tomar bien el lápiz”.
“La filosofía es una tarea, nada más y nada menos, que de pensar, de comprender la realidad, de cuestionarse”
La escritora dijo que lo que la motivó a escribir el libro tiene que ver con lo que el ensayista español José Ortega y Gasset plantea: “Yo soy yo y mis circunstancias”. "Cuando me encontré que tenía todo ese material que estaba sirviéndoles a los alumnos y que tenía circunstancialmente, me dije indudablemente 'tengo que publicarlo, tengo que hacer un esfuerzo y ver cómo logro publicarlo'. Porque, en ese momento, para mí y mis circunstancias, tenía una oportunidad de lograr llevar a cabo un proyecto que es importante, por supuesto con la ayuda de mi editor, quien arregló todo, habló con una editorial de Córdoba y cuando quise ver, en diciembre estaba terminado”, indicó.
D'Angelo Rodríguez aseguró que por estos días está metida en otros proyectos “porque estoy indagando y analizando qué hace falta, porque me di cuenta de que no hay material circunscripto a los programas que los profesores de la universidad pretenden. ¿Cómo un alumno universitario que no ha tenido acceso a ciertos autores, a ciertos temas, va a saber estudiar sobre esto? Y esos temas están acá, por eso hay que armar algo parecido de sociología, de antropología filosófica y cultural. Falta eso, un compendio que les dé las nociones básicas, pero para eso se necesita que los jóvenes manejen el buen vocabulario. Y no lo manejan porque no se los enseñan”, opinó.
Un poco de la vida de "Beba"
María Cristina vivió en Buenos Aires, se mudó con su familia a Córdoba, después, a Villa Mercedes y, finalmente, se establecieron en la ciudad de San Luis. “Nos quedamos cuando mi padre empezó la carrera en la Justicia. Fui a la escuela ‘Mariano Moreno’, después nos mudamos a San Luis y nos mandaron con mis hermanas ‘Chichí’ y ‘Coca’ a la escuela ‘Pringles’. Terminé el secundario en el Colegio Nacional. Recuerdo que vivíamos en la avenida Quintana, entre Mitre y Chacabuco. A la Normal Mixta ‘Juan Pascual Pringles’ fue Eduardo, mi hermano, porque era solamente de hombres en esa época”, dijo.
“Beba” estudió Medicina, cursó cuatro años de la carrera “hasta que me di cuenta de que no era lo mío. Entonces empecé a trabajar. Somos todos dactilógrafos desde los 11 años, porque lo ayudábamos a mi papá en el escritorio; todavía tengo la máquina Remington. Encontré trabajo en el estudio notarial del escribano Néstor Osvaldo Gómez, uno de los grandes escribanos que tuvo La Plata”, recordó y aseguró que vivió casi todos los momentos importantes del país: la llegada de Perón a Ezeiza, la Guerra de Malvinas y la época del proceso.
El libro estará disponible próximamente en Los Libros del Fenicio, en Junín 741.
“Todos los D'Angelo Rodríguez hemos sido docentes, o sea que era algo medio innato. Entonces agarré y me anoté en el Profesorado de Filosofía; me interesaba y arranqué. Por supuesto, trabajando al mismo tiempo. Uno de los grandes profesores que tuve fue el doctor Narciso Pousa, quien es uno de los grandes olvidados de la filosofía argentina, que después se dedicó a la poesía, al arte, porque implica eso la filosofía. Cometí una torpeza. Venía bien porque entre todo el marasmo social del peronismo, el proceso y todo, era muy difícil vivir en La Plata, aunque logré hacer las prácticas del profesorado, las prácticas de la enseñanza media y superior, con uno de los expertos en esa cuestión, que era el doctor Obiols”, contó y, en tono melancólico, afirmó que dejó de luchar por el título: “Eso creo que también fue un error garrafal”.
Por estos días vive con su hermana “Chichí”, juntas disfrutan de la biblioteca que heredaron de su padre.
Con respecto al rol de la mujer actual, indicó que, “justamente, la filosofía, el pensar, les va a permitir a las jóvenes darse cuenta de que, a mi criterio, todavía nos falta abrir cabezas. Recuerden que hasta que no llegó Eva Perón, las mujeres no éramos consideradas personas. Ella logró que la ley nos convirtiera en personas. Logró que muchas fuéramos conscientes de eso. Aunque he visto que la mayoría de las mujeres son incluso más machistas que los propios hombres, que no tienen clara la identidad y la libertad propia. Para que quede claro, ¿cuándo se supone que sos libre? Cuando podés pensar por vos misma, la libertad la tenés vos con vos misma”, aseveró.
“Beba” citó a René Descartes: “Él planteó: 'Pienso y luego existo'. ¿Qué significa eso? Que yo pienso y existo. Ese es el ser para sí, diría Jean-Paul Sartre. Esto significa que cada uno determina, elige, toma decisiones constantemente acerca de todo. Esa libertad que yo uso conmigo misma para accionar me va a dejar enfrentar a otro”, expresó.
Además, explicó que sus padres “siempre han sido peronistas. Mi papá y mi mamá nos enseñaron lo que podría definir como una educación liberal. Nos enseñaron a tomar decisiones, a valernos por nosotras mismas, a hacer montones de cosas por nosotras mismas. Y eso es, justamente, lo que hay que aprender o enseñar: a pensar y a valerse por una misma”, concluyó.
Presentación del libro
“Beba” D'Angelo Rodríguez presentó el ejemplar “Nociones de Filosofía” el pasado 6 de agosto, en el Cine Teatro San Luis. Fue una tarde memorable a la que asistieron amigos y alumnos de la escritora.


Más Noticias