Cacería fatal: mató a un amigo y accedió a la suspensión de juicio
El acusado asumió su culpa, pero el fiscal y la familia de la víctima prestaron su acuerdo para que no fuera juzgado.
En mayo de 2023, Emiliano Busso, de 23 años, fue imputado por el delito de “Homicidio culposo” tras causar la muerte accidental de su amigo Camilo Tallione, de 19 años, durante una cacería de jabalíes en un campo de Buena Esperanza. Ayer, Busso accedió al beneficio de la suspensión de juicio a prueba, luego de que la defensa solicitara este recurso y la fiscalía, junto a la familia de la víctima, diera su conformidad. En la audiencia celebrada en el Juzgado de Garantías 3 de la Segunda Circunscripción Judicial, se acordó que Busso cumplirá con tareas comunitarias y una reparación económica como parte del acuerdo, y el proceso será monitoreado por un plazo de dos años.
El trágico accidente ocurrió el 8 de mayo de 2023, cuando Busso y tres amigos, entre ellos Camilo Tallione, llegaron al establecimiento rural El Moro, a unos 35 kilómetros de la localidad de Buena Esperanza, con la intención de cazar jabalíes. Según relató la defensa en la audiencia de formulación de cargos, el grupo se dispersó por el campo, tomando diferentes posiciones estratégicas para guiar a los animales hacia el área de caza. Busso, armado con un fusil calibre 30-06, se quedó en un lugar elevado conocido como "apostadero", mientras los demás intentaban ahuyentar a los jabalíes desde una zona más baja.
En la audiencia en la que el joven fue acusado por el crimen, asumió la responsabilidad. "Yo sé que soy culpable, pero no tengo nada que esconder sobre lo que pasó... Cansado de ir a cazar y nunca me había pasado algo así. Yo levanté la mira dos o tres veces, antes de disparar. Pero nunca imaginé que Camilo se había quedado atrás, que se había separado del resto y que no estaba usando la linterna, porque jamás se alumbró", manifestó.
La cacería se desarrollaba en medio de la noche, con muy poca visibilidad. En determinado momento, Busso divisó lo que parecía ser un bulto en movimiento entre la maleza y, creyendo que se trataba de un jabalí, disparó su arma. Al instante, escuchó un grito de Tallione, quien había quedado más cerca de lo esperado y no había encendido su linterna para distinguirse del entorno. La bala impactó en el cuello de Tallione, provocándole una grave lesión arterial que le costó la vida en pocos minutos.
Desesperado, al percatarse de la situación, Busso disparó varios tiros al aire en un intento de llamar la atención de los demás amigos y del dueño del campo, esperando que alguien pudiera acudir en auxilio de su amigo herido. Sin embargo, cuando el personal médico llegó al lugar, ya no había nada que se pudiera hacer por Tallione, quien había fallecido debido a la gravedad de la herida.
Tras el hecho, Emiliano Busso fue detenido y trasladado a los Tribunales de Villa Mercedes, donde se le imputó formalmente por “Homicidio culposo”, un delito que se aplica cuando una persona causa la muerte de otra sin intención de hacerlo, pero por negligencia o imprudencia. El fiscal a cargo de la investigación, Francisco Assat, indicó que si bien el disparo fue accidental, se produjo debido a la falta de previsión y seguridad al manejar el arma, lo que llevó a la muerte de su amigo.
Durante el proceso judicial, la defensa de Busso, a cargo del abogado Germán Anabitarte, solicitó la suspensión del juicio a prueba. En su presentación, argumentó que el imputado carecía de antecedentes penales y siempre se había sometido al proceso judicial de manera correcta. Además, se destacó que la familia de Tallione comprendía que el hecho fue un accidente y prestó su conformidad para que se aplicara este beneficio, que implica la realización de tareas comunitarias y una reparación económica integral a los familiares de la víctima.
En la audiencia, el fiscal Maximiliano Bazla también expresó su apoyo a la solicitud, reconociendo las circunstancias trágicas del caso y la relación de amistad que unía a los involucrados. Resaltó que no había motivos para buscar una condena punitiva y que la suspensión del juicio a prueba era una medida razonable, dada la falta de antecedentes de Busso y el acuerdo alcanzado con la familia de la víctima.
Finalmente, la jueza Mirta Ucelay, del Juzgado de Garantías 3, hizo lugar a la solicitud, estableciendo que las condiciones del acuerdo tendrán una vigencia de dos años, tiempo en el que Busso deberá cumplir con las tareas comunitarias y otras medidas, como el seguimiento judicial de su cumplimiento. El caso será monitoreado por el Juzgado de Ejecución para asegurar que las condiciones impuestas se respeten.
El caso, que conmocionó a la comunidad de Buena Esperanza, fue tratado con especial sensibilidad debido a la relación entre los involucrados y el reconocimiento de que se trató de un accidente. Tallione, quien era hijo de dos sargentos de la Policía de San Luis, fue recordado por su familia y amigos, mientras que Busso manifestó su arrepentimiento y la conciencia del dolor causado a sus seres queridos, asegurando que nunca tuvo intención de provocar el trágico desenlace.


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