11°SAN LUIS - Sabado 28 de Junio de 2025

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El youtuber que tiene una columna en Blender reflexiona sobre su renegado paso por las redes y las ironías y contracorrientes que componen su vida.

Por redacción
| 02 de septiembre de 2024

Un tipo duro, de pelo largo y ropa metalera; un renegado del bajo mundo de YouTube, pero que en el fondo es toda una ironía de su verdadera personalidad. El youtuber e integrante del canal de streaming Blender "Navaja Crimen" —no utiliza su verdadero nombre— es el claro ejemplo de la frase "no juzgar a un libro por su portada" (o su canal de YouTube). 

 

Detrás del seudónimo "Navaja Crimen", el creador de contenido se resiste a las etiquetas fáciles. Comenzó su aventura digital durante la pandemia, cuando un comentario de su novia lo empujó a transformar sus reflexiones en videos. Lo que empezó como un experimento sin grandes pretensiones rápidamente captó la atención del público. Aunque nunca se consideró a sí mismo un youtuber en el sentido convencional, su contenido encontró eco en el lugar más trash de YouTube: Blender. Fiel a su propio norte, reflexiona sobre el futuro de su presencia en las redes.

 

―¿Cómo arrancaste con YouTube? ¿Te considerás un youtuber?
―La primera experiencia como 'Navaja Crimen' arranca en Twitter; me seguían treinta personas, familia y amigos. En 2019, se empiezan a viralizar algunas cositas que escribí y ahí el número empezó a crecer. A principios de 2020, en la pandemia, estuve 45 minutos hablándole a mi novia, la 'Doctora Traición', de la diferencia entre Ross y Rachel, y quién tenía razón, y me dijo: 'Loco, recién llego a tu casa, dame un beso y andá a hacer un video para YouTube si tanto tenés para decir del tema'. A lo cual yo le respondí que tenía razón. Hice un video para YouTube y ahí arranqué. En mayo empecé a subir cosas, tomándomelo en serio, pero sin ninguna gran pretensión de nada; simplemente porque tenía ganas. A los videos les empezó a ir bien y los seguí haciendo, porque es algo un poco compulsivo. Más o menos a principios de 2022, me empiezan a traer consecuencias directas y comencé a ver la posibilidad de desarrollarme por ahí.

 

―¿Cómo es el proceso de hacerlo por gusto a darte cuenta que les interesa a otros?
―Fue y es raro. Un poco estoy todavía en eso. Por suerte, todavía no me acostumbro a que haya gente del otro lado. Es una relación, en mi forma de verlo. Por un lado es muy lindo que haya otras personas que consumen lo que vos hacés y más todavía si te lo expresan. ¿A quién carajo no le gusta que lo aplaudan? Dicho esto, la verdad es que no es mi prioridad, trato de que continúe siendo lo que quiera otra persona o lo que quiera ver un público. Lo primero que tiene que pasar, o al menos en mi proceso, es que me tiene que entusiasmar a mí, me tiene que gustar y mi prioridad, o lo que en este momento considero el éxito, es sentirme orgulloso de lo que hice. Si yo lo terminé. Ahora, por ejemplo, que laburo en un medio con otras personas, sí trato de tener ojo en los números, porque estoy laburando con otras personas y eso implica un montón de otras cosas. Si los números van mal nos pegan una patada en el orto, porque funciona así. Más allá de que trabajamos genial y es hermoso. Si yo me siento orgulloso después de que terminé de hacer la columna o el programa, estoy satisfecho, lo que no quiere decir que no tenga errores, sino que pasa más por el estar de acuerdo y sentir que lo di todo. Obviamente, no es que dejo de lado al público, pero si la hay o no la hay ya es el segundo nivel de preocupación, por así decirlo. 

 

 

 

 

―En varias ocasiones dijiste que en 2025 vas a hacer un parate para hacer un balance y ver si vas a seguir en las redes, ¿sigue firme eso?
―Así es. Totalmente. De hecho, está quedando bastante cuadrado en el sentido de que a partir de 2023 arranqué en Blender y a veces pienso en eso y me sigue pareciendo correcta la idea de en 2025 pensar si me gusta o no lo que hago. Por ahora, spoiler alert, me sigue gustando. Tal vez soy un poco fatalista, siempre espero lo peor, pero creí que iba a estar más derrotado para este punto y la verdad es que estoy bastante contento, así que por ahora el balance vendría siendo positivo. 

 

―¿Cómo hacés para trabajar en un programa de streaming y mantener tu vida en privado? 
―Igual siento que hablo un montón de mí. En realidad, siempre que uno habla, habla de uno. No me quiero poner muy rari, pero si bien yo siempre llevo un tema, una serie, una película o lo que sea, es el tema que a mí me gusta. No hablo de cosas que no me gustan, entonces ya ahí estoy hablando de mí. Después, probablemente hable también subjetivamente de qué parte me gusta más, qué parte menos u opiniones megasubjetivazas. De hecho, trato de aclararlo mucho, la palabra 'subjetivazo' la tengo incluida en el diccionario personal, porque la uso un montón. Si puedo también compartir alguna experiencia mía personal real, me parece que también suma, porque es la parte más real de las pelis, dónde la viste o con quién. Si te impactó de una forma personal, eso me parece que también es importante a la hora de hablar de algo que te apasiona. Sí me alegra que por ahí no se perciba tanto que estoy hablando de mí todo el tiempo. Estoy escribiendo un montón y eso implica pasar mucho tiempo pensando en mí y tener una opinión sobre todo. Lo que implica creer que uno puede tener una opinión sobre todo y entonces, al final, es hablar de sí mismo y repensarse. En general, creo que hablo bastante de mí, es algo que hacemos todos, pero creo que algunas personas lo hacen más explícito. Por ahí, es un poquito más aburrido, dependiendo la vida de esa persona. Si viene alguien como Tom Cruise, Ghandi o la Madre Teresa y me dice que me va a hablar de él diez horas seguidas, me quedo escuchándolo.

 

―Hay algo instalado en vos de ser medio contracorriente, no sumarse a los trends, no hacer publicidades, o tu apodo y look, que es una ironía con tu personalidad. ¿Es intencional? 
―No lo había pensado tanto, pero sí puedo comprender en mí ciertas tendencias a no querer hacer lo que hacen todos. En realidad, suena mejor de lo que es, es una pelotudez adolescente que no está buena llevarla a la adultez. Dicho esto, puedo comprender en mí cierta tendencia todavía infantil e incluso hasta podría detectar en qué momento arrancó. Podríamos decirles pequeñas rebeldías que son estúpidas y que no molestan a nadie, pero que a mí me sirven para mantenerme un poco más cuerdo. Lo más cercano a eso que puedo reconocer es que mientras a mí más me dicen 'hacé tal video o tal cosa', menos ganas me dan de hacerlo. Eso es una realidad, es un poco una búsqueda de no ceder algo. Un poco es esto, pero, por otro lado, lo de no usar mucho las redes es porque realmente soy muy ansioso y cada vez estoy más ansioso, como todos, especialmente los de mi generación y la siguiente, y me genera mucha ansiedad el intercambio con otras personas, especialmente por redes. Es algo muy definitivo y está desprovisto de emocionalidad, entonces me genera ansiedad interactuar mucho. En Instagram no sigo a gente no por hacerme el loco, sino porque no quiero tener dos timelines; en Twitter sigo a gente y ya tengo mi lugar donde entro y miro lo que está pasando. Si tuviese otro, entraría a ese también y así es como que terminás estando nueve horas por día en el teléfono, y me abruma. Trato de usarlas más que nada por trabajo. 

 

 

"Me genera mucha ansiedad el intercambio con otras personas, especialmente por redes"

 

 

―¿Y el apodo?
―Ahí, sí. La primera vez que leí 'Navaja Crimen' referido a mí, básicamente me miré en el monitor donde lo estaba leyendo y me reí, porque dije: 'Carajo, no tengo nada que ver con esto'. Pero me causó gracia, básicamente, porque la verdad es que si hay alguien que no puede sostener un apodo así soy yo.

 

―No hacés publicidades en tus redes. ¿Es algo definitivo o te vamos a ver en breve auspiciado por un casino online? 
―En mi canal de YouTube hubo una sola y no va a haber nunca más hasta que se termine. Después, en otros ámbitos no publicitaría un casino online ni una casa de apuestas, porque no estoy de acuerdo con eso. Pero dependiendo de qué es y de qué forma parece que funciona y que sirve, hay que tratar de hacerlo de la forma más ética y correcta posible, con base en cada uno, y también hay que comer. El hecho de decir no voy a tener publicidad en mi canal de YouTube y también está el tema de que no me gusta subir contenido todo el tiempo. El año pasado subí un solo video y antes subía uno cada tres meses, ese ritmo a mí no me es redituable. Si yo quería vivir de hacer esto, que no sé bien qué es, tenía que repensar cómo podía hacerlo un poco más redituable sin entregar algunas cosas. Por ejemplo, que no quiero publicidad en mi canal de YouTube. Por suerte, primero aparecieron este tipo de trabajos gracias a Galia Moldavsky y ahí arranqué en los canales de streaming. A mí el stream me cumplió el sueño de básicamente poder sobrevivir haciendo esto, que ni siquiera me lo cumplió el canal de YouTube.

 

―¿Blender es tan trash como se muestra?
―Sí y no. Te diría que por ahí comunicacionalmente sí es el más trash, pero en un buen sentido, es el que tiene un tono más informal de comunicación o un tono más trash, al estilo Much Music o Isat. Pero por dentro la verdad es que no. En mi caso, no sé si alguien me ve de afuera y piensa que soy trash, pero no tomo alcohol, no salgo a bailar, estoy en pareja hace muchísimo tiempo, trato de hacer ejercicio regularmente. Lo que no me canso de repetir es que jamás tuve un problema en Blender, realmente cumplí hace creo que un mes un año en el canal y no he tenido ni un solo problema. 
 

 

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