"La Konga" armó su fiesta en boxes de Potrero

Una de las razones en las que “La Konga” cimentó su inmensa popularidad fueron sus colaboraciones con artistas de todos los géneros. Sobre todo en los últimos años, el grupo grabó canciones con colegas que convalidaron y reconocieron con su presencia la labor de la banda.

Llevar esas producciones a un concierto en vivo como el que dieron en Potrero de los Funes en las primeras horas del domingo podría representar un problema. Pero la producción resolvió esa cuestión sin demasiados tapujos: en las pantallas gigantes se proyectó el videoclip del tema, la voz del invitado (casi siempre ubicada al inicio de la canción) sonó como si estuviera allí y luego Pablo, Nelson y Diego, los cantantes de la agrupación, hicieron lo suyo en vivo.

Gracias a esa simple metodología, por boxes de Potrero de los Funes pasaron las voces y las imágenes de Cristian Castro, Lucas Sugo, Eugenia Quevedo, Damián Córdoba, David Bisbal, Emanero, Luciano Pereyra, Nicki Nicole, Luck Ra, Nahuel Pennisi y Eddy Herrera, entre otros.

Concebido en formato baile más que recital, el encuentro de “La Konga” con su público puntano fue multitudinario, pese a la repentina baja de la temperatura del sábado a la noche y el domingo a la madrugada. Familias, parejas y grupos de amigos conformaron un auditorio que al principio escuchó, pero que entrada la noche se decidió a bailar.

El show comenzó a las 1:45 y hasta pasadas las cinco de la mañana, la banda alentó sobre el escenario, con dos pausas de apenas 15 minutos que sirvieron para recargar mucha de la energía destilada en la noche. Así como estuvo estructurado el baile, también arriba del escenario el asunto fue totalmente guionado.

En el bloque inicial, por ejemplo, el primero en tomar la voz fue Pablo Tamagnini, quien tuvo que romper el hielo, saludar a la gente y hacer los bailes inaugurales. Luego le llegó el turno a Nelson Aguirre, quien comprobó su facilidad para lo melódico con versiones de “Secretos”, de Alejandro Lerner; “Te amo”, de Franco de Vita” y “Hasta que me olvides”. Finalmente la posta fue tomada por Diego Granadé y sus versiones de “Culpable o no” y “Astros”, de Los Piojos, el tema más sorpresivo de la noche.

Mientras cada integrante tuvo su momento –una práctica que se repitió en los otros dos bloques-, los restantes hicieron bailecitos, regalaron corazones al público formados con sus manos o firmaron banderas y remeras que les tiraron desde la primera fila. Con eso, más una banda por demás aceitada, “La Konga” armó el primer gran baile recital del año en San Luis.

Usó para eso el siempre conveniente espacio de boxes, no tan frecuentado para encuentros musicales de este tipo, aunque parece que este año esa tendencia cambiará. Ya fue escenario de la fiesta “White”, muy concurrida el primer día del año, y para el 15 de febrero anunciaron la llegada de “Q lokura”.

El segundo bloque despertó al público al baile y en el asfalto de boxes ya no hubo tantas personas paradas observando el escenario, sino que se armaron trencitos, puentes y otras coreografías grupales. El repertorio –con versiones muy bailables de “¿Y cómo es él?”, “Yo no sé mañana”, “Latidos” y “Universo paralelo”- aportó a ese cambio.

A las cuatro de la mañana, fue mucha la gente que decidió irse, acaso corrida por el fresco que ya no era tan intenso o por la idea de que la desconcentración masiva –había autos estacionados por todo Potrero- sería muy lenta. Se perdieron el último bloque, donde “La Konga” reafirmó su condición de una de las bandas de cuarteto más populares del país.