El Gobierno destinó más de mil millones de pesos para una promoción turística que fracasó

Dice el refrán que "el diablo entra por el bolsillo" y en los pasillos de Terrazas del Portezuelo huele a azufre. Un verdadero escándalo se despertó luego de que se saliera a la luz la publicación del Boletín Oficial que expone una abultadísima suma de dinero que el Gobierno de Claudio Poggi dispuso para la SAPEM Servicios y Consultoría San Luis, cuyo presidente es Alberto José Pérez. Se trató de un monto de $1.064.800.000,00 en concepto de promoción y publicidad turística. El dinero estaba a cargo del ministro de Comunicación, Diego Masci y el contador "valijero" Facundo Santarone. 

La información está vertida en el decreto Nº 14008-MS-2024, con fecha del 30 de diciembre del año pasado. El convenio suscrito se selló entre el Gobierno, representado por Romina Carbonell, quien por entonces estaba a cargo del Ministerio de Turismo y Cultura, y la SAPEM bajo la tutela de Alberto José Pérez. 

"Dicho convenio tiene por objeto que la aludida empresa brinde el servicio de contratación de publicidad de promoción turístico cultural y eventos organizados, planificados y de los que participe el Ministerio en el marco de la campaña de temporada de verano", precisa el documento. 

Frente a semejante entrega de recursos, lo lógico hubiese sido que la temporada turística arrojara un éxito rotundo. Pero lejos de ello, fue un absoluto fracaso que impactó de lleno en el sector, con cabañeros y hoteleros que vieron serias afecciones en sus ingresos, con empresarios gastronómicos que no pudieron hacer una buena diferencia, con referentes de venta de artículos regionales que no tuvieron un buen verano, entre otras complicaciones. De acuerdo a los guarismos, se trató de la peor temporada en términos históricos.

Resulta llamativo que el titular de la cartera, Juan Álvarez Pinto, era el intendente de Villa de Merlo, una ciudad icónica en términos turísticos a nivel nacional e internacional. Pero los hechos indican que más allá de las "máscaras", en la realidad su capacidad de trabajo fue nula. En el sector, hay mucha indignación y descontento. 

La rabia más grande es que este fracaso implicó una pérdida millonaria para la provincia. Y al menos resuena la pregunta: ¿Qué se hizo con tanto dinero?

Recientemente, el presidente del PJ y exgobernador de San Luis, Alberto Rodríguez Saá se expresó sobre la situación del turismo, durante una visita a Villa de Merlo. 

"Tengo entendido que hubo apoyo de empresas privadas, del Gobierno nacional y provincial (por el Festival del Sol). Me extraña mucho que no se hayan hecho los cálculos para terminar perdiendo tanta cantidad de dinero, eso no debe hacerse así. Debe haber una rendición de cuentas y los concejales deben decidir si se han hecho bien las cuentas o se les han escapado algunos ceritos en el análisis", apuntó. 

"El intendente que ahora es ministro de Turismo, creo que ha sido un sueño de esa persona llegar a ser ministro de Turismo. Pero creo que Merlo tiene muchas personalidades más capaces, esto ha resultado un estrepitoso fracaso, por primera vez en la historia fue para atrás del año pasado. La peor temporada turística de la historia de San Luis. Y el ministro es responsable, que no supo ver, que no tenía presupuesto, no sé, pero es la peor temporada turística de la historia", agregó.

Por otro lado, destacó que es difícil que el turismo tenga una temporada floja porque aún en situaciones de crisis crece, porque la cultura de la gente ha incorporado a la actividad como una necesidad básica. Pero si no se dan las condiciones, la publicidad suficiente, los convenios necesarios con la parte privada, las cosas no salen bien.

"No sé qué magia hizo para hacer la peor temporada turística de la historia, eso es casi un logro, entre comillas, imposible. No sé qué tenés que hacer, porque siempre el turismo crece, es la única industria que no produce daño a la naturaleza, calentamiento global, es siempre beneficiosa. Los números cantan", remarcó.

Lo cierto es que en los pasillos de Terrazas resuenan los millones destinados a una promoción infructuosa. Vale la pregunta: ¿Hubo impericia o mala intención? Por ahora hay una certeza: no hay nada encubierto que no llegue a revelarse.