El teatro habla, reflexiona y despide a los muertos

Una de las preguntas que se hicieron los creadores de “Desde el borde: réquiem teatral para nuestros muertos”, la obra que gira por la provincia desde el jueves, era cómo iba a responder el público ante un tema infrecuente, espinoso, ríspido y tabú. En las primeras presentaciones, que se hicieron en Paraná, de donde es oriunda la compañía, la sorpresa por el interés y la curiosidad de los espectadores fue grande.

“La muerte y los muertos como tema tienen esa paradójica condición: no hay ser humano que no tenga vínculo con la muerte -desde diferentes perspectivas y experiencias - y a su vez es un tema prácticamente tabú, sobre el que poco y nada se habla”, dijo Gustavo Bendersky, uno de los dos actores que suben al escenario. Lo acompaña Melina Forte, también autora de la pieza.

La otra sensación de los actores es que sobre la muerte “todos tenemos algo para decir, algo para contar”, una situación que aprovecharon para transformar la experiencia en pequeños rituales donde cada espectador sale al encuentro de sus muertos. “Y ahí –reflexionó el actor- aparecen un sinfín de vivencias acerca de la muerte… no sólo la de los seres queridos, sino también de aquellas personas que de un modo u otra han sido y son significativas”.

Las funciones que darán en la provincia comienzan el jueves 1 de mayo en la sala Al pan pan, de El Trapiche; siguen al día siguiente en La oveja negra, de Villa Mercedes y cierran el sábado 10 en San Luis capital. La pieza es un coproducción entre Compañía Le Feu y Colectivo Artístico VerdeViento, dos agrupaciones entrerrianas con estrecha relación con San Luis.

El festival Teatro y Ciencia que los grupos gestionan en Paraná y que va por su décima edición tuvo su génesis de la Universidad de La Punta. Además, los actores participaron en “Noches merlinas”, el inolvidable ciclo que se hacía en Merlo y pasaron con sus propuestas por diversas salas teatrales de la provincia.

“En general, indagamos en poéticas teatrales que tienen implicancias sociales relacionadas con las urgencias de nuestra contemporaneidad. Nos interesa que nuestros espectáculos dialoguen con su época y con las inquietudes, preocupaciones y esperanzas de nuestra comunidad”, dijo Gustavo sobre el eje conceptual de su manera de hacer teatro.

Contrariamente a la mayoría de sus colegas, los autores de “Desde el borde...” no consideran que el teatro deba transmitir un mensaje. “Entendemos que para eso está el conocimiento religioso, que ostenta una verdad que le fue revelada y quiere transmitirla. O las agrupaciones políticas, que legítimamente quieren dar a conocer sus convicciones más profundas”, dijeron.

Para los actores es más efectivo que una obra abra interrogantes “y campos de afectividad a través de los cuales algo se mueva y mute en el interior de cada una de las personas que nos viene a ver”. El interés, entonces, de la obra es reflexionar y vivenciar en conjunto “ese territorio inexplorado y lleno de premoniciones que es la muerte”.