El campo denuncia que ya se perdieron USD 5.000 millones por la motosierra de Milei
Carbap reclama la reactivación urgente de las obras del río Salado, paralizadas desde que asumió el Gobierno. El impacto productivo ya supera los USD 40.000 millones.
La Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap) lanzó una dura advertencia: la paralización de las obras del río Salado desde la llegada de Javier Milei al Gobierno ya generó pérdidas productivas estimadas en más de 5.000 millones de dólares. La entidad agropecuaria reclama que el Ejecutivo reactive los trabajos en una de las cuencas más estratégicas del país, cuya postergación compromete a las economías regionales de cuatro provincias.
Aunque el dragado del río Salado había sido incluido entre las 300 obras “prioritarias” del Gobierno nacional en 2024, las tareas están frenadas. La situación afecta directamente a los partidos bonaerenses de Lobos, 25 de Mayo y Roque Pérez, entre otros. “No es una obra provincial. Es una inversión estratégica con impacto nacional”, sostuvieron desde Carbap.
Con una extensión de 17 millones de hectáreas, la cuenca del Salado concentra el 75% del stock vacuno bonaerense (el 28% a nivel nacional), el 60 al 70% de los granos que produce la provincia y el 40% de la producción nacional de cebada y girasol. También allí se genera el 20% de la leche del país.
“El Estado nacional debe asumir su rol. Hay recursos disponibles, pero están durmiendo la siesta”, cuestionó Alberto Larrañaga, coordinador de la comisión de aguas de Carbap y titular del Consejo del Salado. Y recordó que el Fondo Hídrico Nacional, que debería financiar estas obras, sigue sin utilizarse.
El reclamo rural vuelve a tensionar la relación con el Gobierno libertario, que insiste en achicar el gasto público, incluso cuando eso implique desfinanciar obras clave para el desarrollo productivo del país.


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