La municipalidad de Merlo sigue su ataque a las cooperativas: ahora los recicladores

El embate de la Municipalidad merlina contra las cooperativas sumó un nuevo capítulo con la intempestiva decisión del intendente interino, Leonardo Rodríguez, de cerrar la agrupación que une a los recuperadores y recicladores de residuos, una cooperativa de trabajo fundada en 2022 y que tiene a una decena de empleados que ven peligrar su fuente de ingreso.

Los recuperadores urbanos, cartoneros, carreros y recicladores de Merlo y la zona cercana se manifestaron en el mediodía del jueves frente a la Municipalidad tras la decisión de Rodríguez de clausurar el Centro de Reciclado. “Nuestro trabajo es la recuperación de residuos reciclables para la posterior venta a la industria”, explicó Elizabeth, una de las damnificadas por la decisión comunal.

El predio donde los recicladores realizan sus labores es alquilado por la Municipalidad por medio de un programa del Gobierno Nacional. A la vez, otro organismo con sede en Buenos Aires facilita a la intedencia local la compra de maquinaria (vehículos, una prensa, un autoelevador) para que los trabajadores tengan las herramientas necesarias.

“Ese financiamiento se ha entregado y esas máquinas se compran para el uso exclusivo de la cooperativa de cartoneros”, dijo Elizabeth, sorprendida ante la reunión a la que el jueves el intendente de Merlo convocó al presidente de la coperativa para pedirle que desalojen el predio ese mismo día.

La primera respuesta de la cooperativa ante la sorpresiva decisión del intendente fue en el centro están las máquinas, los materiales y mucho material recicable que habían reunido en los últimos días. Rodríguez –quien responde políticamente y consulta todas sus decisiones con el ministro de Turismo y Cultura, Juan Álvarez Pinto, intendente titular de Merlo- no oyó razones y se empecinó en cerrar la iniciativa.

“No nos dieron ninguna explicación, no hubo ningún conflicto previo; es más venimos llevando un trabajo en conjunto, salió un nuevo concurso, por eso todo esto nos sorprendió muchísimo”, dijo Elizabeth.

El estupor fue mayor por la decisión de Rodríguez, quien hace 20 días presentó con bombos y platillos el concurso Re Promos, donde la cooperativa ahora atacada tuvo una vital participación.

En la cooperativa hay nueve socios que, a la vez, trabajan con cartoneros de Carpintería, Santa Rosa, Los Molles, Cortaderas, independientemente de los vínculos que tienen con las municipalidades de esas localidades. Eso hace –dicen los miembros- más incomprensible el desalojo ordenado por el intendente.

“Nosotros hacemos recolección por las calles, nos conocen todos los comerciantes, trabajamos con hoteleros, gastronómicos, trabajamos con escuelas, hacemos visitas guiadas de nuestro trabajo”, enumeró al mujer que calificó a la situación de “muy triste”.