La secretaria de Deportes de San Luis puso en duda la santidad de Angelelli
En una publicación del Obispado de San Luis, María Adelaida Muñiz formuló polémicas manifestaciones desacreditando la propia palabra de la Iglesia Católica, que considera mártir al obispo asesinado por la dictadura cívico-militar.
La secretaria de Deportes de la provincia, María Adelaida Muñiz, formuló polémicas declaraciones contra el beato Monseñor Enrique Angelelli, quien junto a Wenceslao Pedernera y los sacerdotes Gabriel Longueville y Carlos de Dios Murias, fueron asesinados por la dictadura cívico-militar.
La acción se registró en las redes sociales del Obispado de San Luis, que el 17 de julio compartió una publicación celebrando la memoria de los beatos mártires riojanos. El terrible martirio y el sencillo testimonio de fe fueron claves para que la Iglesia Católica los reconociera como beatos, pero a "Laila" Muñiz parece molestarle bastante esa cuestión. Al menos así lo dejó entrever con sus fuertes opiniones, absolutamente alejadas de la enseñanza del puntano Wenceslao Pedernera, quien en su último suspiro de vida -tras ser acribillado delante de su esposa e hijas-le pidió a su familia: "No odien".
La postura de Muñiz
Podría inferirse que Muñiz, por el material que comparte en sus redes y los pensamientos que publica, integra una rama ultraconservadora dentro de la Iglesia, o mejor dicho, a instancias de interpretaciones particulares sobre lo que es la Iglesia. Y en ese sentido, se le enerva la sangre cuando aquellos que no concuerdan con su cosmovisión del mundo (política, no religiosa) desentona frente a lo que la propia Iglesia acepta y pregona.
"Angelelli lo que menos fue es ser santo. Yo rezo al ES, actúe. Confío en Dios y no en los intereses políticos eclesiales", remarcó en una soberbia que la lleva a dirimir quién encasilla o no en el concepto de santidad (a su medida).
Pero la polémica no terminó ahí. En la misma publicación, otros usuarios de ultraderecha (algunos de los cuales comparten la terrible idea de definir al genocida y dictador Jorge Rafael Videla como un patriota), apuntaron contra los mártires, indicando que Angelelli le iba a pedir fusiles al capellán de Chamical para dárselos a "los muchachos de la CGT".
Inmediatamente, un cibernauta fue tajante: "Mienta, mienta, no creo que algo de lo suyo quede", manifestó en contra de la ofensiva visión de los conservadores, entre los que estaba la secretaria de Deportes de la provincia.
Al respecto, Muñiz le aseguró al usuario que las declaraciones que incriminan a Angelelli no son falsas. "Imagino que tiene pruebas. La aliento a viajar a Roma, preséntese, exponga lo que afirma. Intuyo que los cardenales y el Papa la escucharán con caridad y luego, con mucha paternidad, la invitarán a leer, meditar y practicar los párrafos que van del 2475 al 2487 del Catecismo de la Iglesia Católica", le respondieron a la funcionaria oficialista.
"La caridad hay que practicarla con las víctimas de la guerrilla y sus familiares", apuntó Muñiz redoblando la apuesta y haciendo alarde de que viaja "seguido" a Roma.
Las declaraciones toman trascendencia en un contexto en el que desde la política se pretende usar la fe, las escrituras, para encausar intereses mezquinos, apartados del Evangelio y absolutamente alejados del ejemplo claro de Jesús, quien en vida hizo práctica de las virtudes más excelsas.
Esta mezcla de espiritualidad y política no es un juego. Motiva al odio, confunde a las personas y alimenta uno de los pecados más graves y demoníacos: la soberbia. Pero de alguna manera la actitud de Muñiz es comprensible. Así como Milei usa a las religiones para sus cometidos, no sería de extrañar que los replicadores de sus políticas hagan lo propio, en un espejo lamentable.


Más Noticias