Segundo remate anual en Ser Beef: una subasta que tomó vuelo

Ya sea por el repunte que tuvo el sector en los últimos meses, las buenas perspectivas a futuro o por el buen clima del viernes pasado, los precios tomaron temperatura y calentaron la pista central en el Segundo Remate Anual de la Cabaña "La Cleides", de la firma Ser Beef. El aval de sus clientes y la buena aceptación de la genética lograda funcionaron como una caja de resonancia y convocaron a unas cuatrocientas personas  de distintas partes del país, atraídas por los 350 reproductores Angus que estaban en juego.

El animal más caro fue vendido a 40 mil pesos a la cabaña "El Silencio". Hijo de Net Worth —caracterizado por su facilidad de engorde— pesa 850 kilos y tiene una C.E. de 47.5 cm.

La mañana empezó con la recepción, acreditación y recorrida por los 55 corrales. Luego del tradicional almuerzo debajo de una arboleda, entre mesas de chapa y fardos de pasto como asientos campestres, los organizadores invitaron a pasar a los clientes a las tarimas cubiertas para arrancar con la subasta, pasadas las 14. La entonación del himno italiano, junto con el argentino, recordó los orígenes de la empresa anfitriona, de capitales europeos.

“Nuestro producto ha ingresado en el mercado, se ha hecho conocer y apreciar. Esto hizo que nuestra cartera de clientes se ampliara”, aseguró la dueña del establecimiento, Elena Matous, quien agradeció a todo el personal de la firma, a los encargados de la cabaña y en especial a los clientes: “Vuestra presencia testimonia el interés por nuestra cabaña”, dijo. Y no estuvo equivocada.

El remate sobrepasó las expectativas de los organizadores. Bastaba con que los animales entraran en escena para que los precios base quedaran atrás y en apenas segundos empezaran a escalar hasta tocar picos de excelentes valores. Y así, con agilidad y al ritmo de las voces mandantes de Roberto y Alfredo Mondino -dueño de la firma consignataria que lleva su nombre- en menos de dos horas y media se vendieron los  80 toros Puros Controlados, las 100 vaquillonas preñadas Puras Controladas y 170 vaquillonas MAS para entorar.

El entusiasmo quizás estuvo fomentado también por los plazos de pago, extendidos a último momento. Quedaron en 120 días libres, sin intereses, con entrega de cheques de pago diferido. Daba lo mismo con algunas tarjetas rurales como la de Santander Río Agro y Patagonia, y hasta 180 días con la de Galicia Rural. Para el pago contado ofrecieron un descuento del 5 por ciento, más un 4 por ciento adicional de comisión en cualquier forma de pago.
Un agasajo extra representó el flete gratis desde el establecimiento, ubicado a unos 40 kilómetros de la capital provincial en el kilómetro 751 de la Autopista Serranías Puntanas, a cualquier punto del país. Y por la nueva resolución de vacunación, la posibilidad de dejar los animales en el establecimiento hasta el 15 de diciembre.
El anticipo de lo que vendría lo fijaron los dos toros Angus Puros Controlados negros que abrieron el remate. El primero, de muy buenas características, hijo de Net Worth, con una circunferencia escrotal de 47,50, fue adquirido por la cabaña “El Silencio” a 40 mil pesos. Esa firma también adquirió a su compañero a 35 mil pesos.  El más barato estuvo en 23 mil pesos.
Como compradores estuvieron representantes de distintas cabañas como “Las Lilas”, que se quedó con un toro del segundo corral por el que pagó 31 mil pesos, “El Capricho”, “Pura Pampa”, “Jazminera, “La Caldera” y “Pro Tambo”. El Ministerio del Campo también se llevó tres toros negros.
“El promedio para esta categoría estuvo en 27.510 pesos, que es excelente si se lo compara con otros que tienen más años de trayectoria y renombre, como Don Benjamín que marcó 32 mil pesos”, aseguró el gerente de hacienda de la consignataria, Francisco Garín. “Creo que esto se debe al momento por el que atraviesa la ganadería, al invierno lluvioso que facilitó el crecimiento  de pasturas y al día que nos tocó”, opinó sobre los factores posibles que influenciaron la dinámica del remate.
Los toros negros tuvieron un mejor desempeño en la venta que los colorados, que sin embargo salieron con una menor brecha de precios: el más caro se vendió a 32 mil pesos. El primero que apareció de su clase lo hizo en el cuarto turno, con un buen desempeño en las líneas de crecimiento y una circunferencia escrotal de 43,5, que finalmente fue adquirido por Walter Roca, propietario de “Rancho Grande”. De todas formas la base de los Angus colorados estuvo en los 26.500 pesos, con valores más estables que oscilaron, en general alrededor de los 29 mil pesos.
Las vaquillonas PC con garantía de preñez se vendieron igual de rápido. Entraron de a seis, ocho, nueve y diez por turno. Bastaba que dieran dos o tres pasos en la pista para convencer a los clientes, que se enredaban en la lucha de precios para lograr obtenerlas. Seis de los corrales iban con fecha de parición del 8 de diciembre al 8 de febrero de 2015 y seis más con parición en otoño, del 2 de marzo al 10 de abril del  próximo año.
Entre los compradores estuvieron Eloy Guerrero, de Mendoza, Laura Ventura y las firmas “La Riojana” y “Pro Tambo”, uno de los compradores más fuertes en esta sección. A diferencia de los toros, el desempeño fue a la inversa y el precio máximo fue de 20 mil pesos por las coloradas, seguidas por otras iguales que salieron a 17.500. El resto, todas negras, tuvieron un mínimo de 14.500 y un máximo de 15.800 pesos que dejaron el promedio de las vaquillonas preñadas en 15.700 pesos.
“Vinimos desde Realicó (La Pampa) porque quiero animales como estos. Tengo una cabaña de Angus y participo acá porque quiero ampliar mi plantel y mejorar la genética con estas vaquillonas”, aseguró el dueño de La Riojana, Alfredo Dosio, uno de los compradores. Pero no todos tuvieron su suerte. Alejo Álvarez, del establecimiento “Condor Huasi” de Catamarca, tenía pensado comprar unas cuantas: “Pero pretendía un precio de 8 mil y es el valor con el que prácticamente se abría”, dijo entre la sorpresa por la velocidad del remate y la sonrisa de no poder creer que volverá a su provincia con las manos vacías. 
Las vaquillonas MAS -Madres Angus Seleccionadas- para entorar fueron las últimas en aparecer. Con un peso base de 300 kilos y hasta los 360 kilos, pasaron de a 10 a 13 animales por corral. Con precios más estables y parejos entre coloradas y negras, el techo estuvo en los 10 mil pesos y el mínimo en 8.800 pesos cada una, aunque el grueso estuvo arriba de los 9 mil, con un promedio de 9.400 pesos. 

Un guiño a futuro
Antes de arrancar con la vorágine del remate, la propietaria de la firma, Elena Matous, tentó a los compradores a volver en la tercera edición. “Queremos hacerlos partícipes de nuestras últimas adquisiciones, que contribuirán a reforzar el objetivo de crecimiento cualitativo del plantel de Ser Beef, cuyo resultado se apreciará en el balance del próximo año”, aseguró en el discurso de bienvenida, minutos antes de que entraran en la pista dos toros Angus adquiridos por La Cleides para empezar a usar en sus rodeos.
Los nuevos miembros de la familia serán usados para repasar los rodeos puros controlados y en algunos casos para extraer semen y trabajar con su genética en los rodeos comerciales. “Uno de los toros consiguió el primer premio este año en Palermo. Fue comprado en la cabaña Inambú de Balcarce, es hijo de Net Worth sobre la mejor vaca de la cabaña”, explicó el asesor genético, Néstor Chiaravalli.
Sus líneas genealógicas influyeron para dar muy buenos números en el peso al nacer, de destete y al final, que determinaron una facilidad de engorde “muy buena”.  “El otro fue campeón ternero de Palermo y este año fue tercer premio. Lo compramos en la cabaña La Paz, de Werthein. Es hijo de Brandney, que es un toro líder en facilidad de parto”, indicó el profesional sobre las líneas genéticas que incorporaron.