Tiene una tarea difícil por delante Norberto Moncarz. En los cuatro días que estará en Merlo se propuso -entre otras actividades- crear las 17 obras que compondrán una exposición que permanecerá durante todo el verano en "Fermín Arte de autor", un espacio dedicado a la cultura.
“A los chicos les hablo no desde la imposición sino desde la reflexión", aseguró.
El plan, entonces, es aprovechar al máximo el día y no dejar de pintar ni siquiera cuando atiende el teléfono ante el llamado de ETC. "Mientras hablo, estoy pintando, así que seguramente alguna impronta de esta charla quedará en la obra", dijo el artista creador del arte potencial.
En esa idea de no perder tiempo hay otra circunstancia que Norberto practica con la fuerza de los convencidos: a las seis y media de la mañana ya está pintando, inspirado por la energía de Merlo. "No miro el paisaje porque lo mío es abstracto -aclaró- pero sin dudas que el lugar es una fuente de inspiración muy fuerte".
Si bien Moncarz prefiere trabajar en el atelier, el miércoles a la tarde hizo una suerte de presentación en una esquina de la plaza Sobremonte, en la que demostró ante un puñado de merlinos de qué se trata su mundo. La performance en vivo lo dejó enchastrado de pintura -como todos sus trabajos- y fue presenciada por curiosos y apasionados del arte que terminaron por reconocer el esfuerzo.
"Fue maravilloso estar ahí en contacto con la gente. Hubo chicos de 30 años y hasta una abuela de 96 que supieron de qué se trataba mi arte, que conocieron mi obra y mi ideología", contó el pintor, quien dijo que el resultado de su trabajo al aire libre no es la obra absolutamente terminada, ya que después le hace algunos retoques en el estudio.
Sin embargo destacó que lo más atractivo de la tarde callejera fue la charla con el público que emprendió una vez que finalizó el cuadro.
Es que buena parte de las pinturas y de las acciones de Norberto están sostenidas en su compromiso social y en el trabajo que hace con los adolescentes.
Justamente, una de las actividades que realizó ayer a la tarde fue asistir a la escuela Santiago Besso, de Merlo, para charlar con los alumnos de la secundaria. Hoy repetirá la experiencia con los chicos de la escuela Antonio Esteban Agüero.
Padre de dos hijos de 20 y 22 años, Moncarz aseguró que hablar con los alumnos merlinos es como hacerlo con sus hijos. Y rescató el hecho de que los adolescentes tengan la posibilidad de tener al frente a un artista de carne y hueso para preguntarle lo que sea.
"Yo no les hablo desde la imposición, sino desde la reflexión. Tampoco creo que un chico no se vaya a meter en la droga por hacer arte, pero tendrá un elemento más para alejarse del flagelo", sostuvo el artista, quien destacó que de las charlas, puede que algún adolescente termine de definir su inclinación hacia el arte.
En la integración que propone con su arte potencial, Moncarz tiene el proyecto "Huellas del color", que consiste en pintar las sillas de ruedas de los chicos con capacidades diferentes para hacerles la vida más colorida. "Un chico es un chico, más allá de su capacidad y merece vivir con alegría".
Además de ayudar, Norberto consigue otro de los objetivos que tiene en su profesión, que es tratar de expandir su arte a la mayor cantidad de gente posible.
La corriente que creó está relacionada a la potencia y a la ideología, dos elementos fundamentales en la vida del autor. Es que Moncarz se presenta como un pintor visceral, que tiene el mensaje de que la gente debe soltarse, probar el hecho de pintar de la manera que sea.
En ese punto, para Norberto, el arte también puede ser una terapia sanadora que llene el espíritu de quien lo practica. Mientras daba la pincelada a uno de los cuadros que expondrá en Merlo, dijo que la pintura es una manera que tienen las personas de sentirse vivas.
Dos años consecutivos representante nacional en la Bienal de Venecia, el artista nacido en Buenos Aires brindará una clínica el sábado en los arbolados patios de "Fermín...", en Fermín Romero y ruta 1, donde comienza el camino hacia el Algarrobo abuelo, en Piedra Blanca abajo. Al día siguiente abrirá su exposición para celebrar el primer año de la casa de arte.
"Vamos a festejar el cumpleaños con una visita de lujo, algunos números musicales y un rico vino", dijo Alejandra, una de las responsables del comercio dedicado a vender obras de arte hechas a mano.
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