Sin demasiados logros para exhibir en viviendas, su principal eje de campaña, el intendente Enrique Ponce parece decidido a direccionar el esfuerzo municipal en modernizar sectores del centro de San Luis. Ahora planea “refuncionalizar” la cuadra más ancha de calle Las Heras para convertirla en un “espacio para el esparcimiento de los vecinos” y con stands de emprendedores.
El anuncio lo hizo el intendente Ponce durante la apertura de sesiones del Concejo.
El anuncio fue parte del mensaje que dio en su visita anual al Concejo Deliberante capitalino para inaugurar el período de sesiones ordinarias 2014. Lo presentó como uno de los principales proyectos para este año de la Dirección de Planeamiento Urbano. Pero no dio mayores detalles de la obra prevista para la cuadra comprendida entre Chacabuco y San Martín. Por eso, se desconoce si la propuesta oficial incluye, por ejemplo, ampliar la extensión de las veredas.
En el Municipio quieren darle vida a un tramo que está a cuatrocientos metros de la plaza Pringles y que hoy tiene un mayor movimiento peatonal por la nueva oficina de la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses). Aunque esto sólo se nota de lunes a viernes y por la mañana.
La obra parece estar íntimamente relacionada a la semipeatonalización de doce cuadras, que consiste en el ensanchamiento de veredas, la limitación del estacionamiento y la unificación de los materiales, el arbolado y la iluminación.
Por ahora, el proyecto avanza en su cuarta cuadra y está a punto de finalizar en el tramo de San Martín entre Belgrano y Pringles, de acuerdo a la información difundida recientemente en una gacetilla. Según Ponce, el Ejecutivo dice haber destinado más de cinco millones de pesos y creado veinte fuentes laborales en la cooperativa "Ciudad Feliz".
Aunque al monto gastado en el cambio de fisonomía del centro puntano hay que sumarle más de diez millones de pesos en la remodelación del Paseo del Padre y la peatonalización de cien metros de Rivadavia entre Junín y Pedernera, que le generó más de un dolor de cabeza a la actual administración por la elección de la empresa adjudicataria de la licitación (la cordobesa Ceres SRL), las denuncias de supuestos sobreprecios, la entrega de anticipos por encima de los límites marcados en el contrato y en la Ley de Contabilidad, y porque su ejecución demandó más del doble del plazo previsto. A tal punto, que debió ser terminada por una subcontratista, pero sin rescisión de contrato, una decisión que cosechó críticas y que le sirvió a la Intendencia para poder exigirle a la compañía que se encargue de todos los gastos que surjan durante el año de garantía.
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