Ayer el alivio y la satisfacción de una etapa cumplida invadieron a 186 jóvenes, de entre 20 y 30 años, en Villa Mercedes. Es que se atrevieron, le hicieron frente a esas materias que dejaron "colgadas" en la escuela, las aprobaron y hoy las paredes de sus casas pueden lucir el diploma de terminación de sus estudios secundarios.
El acto fue a la tarde en el Teatro y Centro de Convenciones del Complejo Molino Fénix. Además de los felices egresados, siete de ellos tuvieron una razón extra para inflarse de orgullo: recibieron la Beca Puntana al Mérito, o sea una ayuda económica para costear sus estudios universitarios.
Los egresados forman parte de la tercera etapa del Plan 20/30. Son a quienes sólo les restaba aprobar alguna que otra materia o que adeudaba el último año y medio de la secundaria. El resto del alumnado (cerca de 300 jóvenes) que pertenece a la misma etapa, tendrá su acto de colación en junio, estimó Elizabeth Arellano, la coordinadora del Nodo Villa Mercedes. "Los chicos que terminaron sus estudios debían, en promedio, unas trece materias. Pero los que se recibirán dentro de dos meses tardarán más porque adeudan alrededor de dieciocho materias o les faltan los últimos dos años de escuela", aclaró.
Cursada
Los graduados emprendieron esta carrera en octubre. Las clases implicaban 12 horas semanales, o sea tres días de cuatro horas. Eran presenciales y obligatorias. "Los estudiantes llegaban al aula y se conectaban, a través de internet, con un tutor virtual. Tenían que tener el 85 por ciento de asistencia", contó la coordinadora local.
Las clases en Villa Mercedes son dictadas en el Centro Cívico, la Iglesia del Carmen, el colegio San Buenaventura y las escuelas "Mariano Moreno", "Gobernador Alric" y "General Pedernera".
Junto a un docente facilitador, los estudiantes se organizaron y eligieron los horarios que les convenía para cursar.
Se ajustaron a un plan de estudios que incluyó asignaturas como: Matemática, Lengua, Geografía, Historia, Derecho, Ciencias Naturales, Inglés, Contabilidad, entre otras. "Los exámenes eran virtuales. El día de la prueba, entraban a la página y rendían. Ahí nomás la máquina los calificaba y les daba los resultados", contó.
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