Hay jueces que dejan el despacho y dan clases

El Poder Judicial, a través de sus juzgados de Familia y de algunas magistradas a las que les gusta involucrarse en cuestiones sociales que se producen lejos de sus despachos, trabaja para combatir la violencia escolar. Y lo hace con hechos concretos como la publicación de la Guía de Buenas Prácticas, un protocolo para que los directivos y los docentes sepan cómo actuar ante la detección de los casos de acoso, y el desarrollo de algunos programas como la "Mediación Escolar" y "Jueces en la Escuela".
Este último pone a las juezas y sus colaboradores, todos voluntarios que prestan servicio fuera de su horario en Tribunales, cara a cara con los chicos. Responden preguntas sobre cómo trabaja la Justicia y cuáles son los derechos de los ciudadanos, explican las raíces del derecho romano para entender dónde termina el derecho propio y empieza el de los demás. En síntesis, pugnan por una sociedad más justa y en la cual todos conozcan los límites, que últimamente se han vuelto borrosos en muchos aspectos.
“Lo que más nos interesa es que los chicos hablen y pregunten, porque de esa forma aparecieron muchos casos de abuso, de maltrato, de abandono. Niños que quizás no lo decían delante de los demás, pero nos pedían hablar aparte y lo contaban. También implementamos un buzón de sugerencias, que es una caja en la que ellos ponen preguntas”, contó María Eugenia Bona, titular del Juzgado Laboral N° 2 e integrante del Instituto de Capacitación “Tomás Jofré”, que depende del Poder Judicial. Además de las escuelas tradicionales, el programa también se propuso llegar a las rurales, por lo que dictan capacitaciones para los jueces de paz que visitan estos establecimientos.
Son dos reuniones de ochenta minutos cada una en las que los alumnos aprenderán qué derechos tienen, cómo se dividen los poderes del Estado y cuál es el trabajo diario del juez. Los contenidos también dependen de si el funcionario se dedica al derecho laboral, al familiar o a cualquier otra especialidad. “A los chicos se les abre una pantalla de posibilidades que no sabían que tenían”, afirmó Bona, quien comentó que las dudas más frecuentes pasan por si la Policía les puede abrir la mochila cuando van por la peatonal o si pueden ir solos a Tribunales. Incluso destacó que una nena le preguntó si “cuando dictaba sentencia estaba segura de lo que decía”.
Son alrededor de 15 jueces y funcionarios los que participan, pero las visitas las realizan en equipos de dos. Contactan primero a las autoridades de cada colegio para decidir el día y el horario en el que pueden realizar las jornadas. El plan "Jueces en la Escuela" surgió de un convenio que firmaron el Poder Judicial y el Ministerio de Educación. En 2011 estuvieron en veinte centros educativos, una cifra que un año después se extendió a 48 escuelas  y en 2013 a un centenar de San Luis, Juana Koslay, Villa Mercedes, Navia, Batavia, Fortín El Patria, Anchorena, Fortuna, Arizona, Nueva Galia, Naschel, Tilisarao, Merlo, Piedra Blanca, Cerro de Oro, La Totora, La Toma, San Martín, Las Chacras, Villa Praga, El Paraíso, Potrerillos, Quines, Luján, Candelaria, San Francisco, Pozo del Tala, Leandro Alem y Balde del Retamo.