Una mujer causó destrozos en un templo

La parroquia Nuestra Señora del Carmen estaba abierta, como de costumbre, para que los fieles puedan orar en el interior, en cualquier momento del día. El miércoles arrancó tranquilo hasta que una mujer alteró la mañana. Montada en su bicicleta, y sin detener la marcha, abrió las grandes y pesadas puertas de madera del templo e ingresó. Cruzó el pasillo y, bajo un estado de alteración extrema, tiró floreros y un cuadro religioso al piso.

Según la policía, "estaba bajo tratamiento psicológico". El párroco no radicó la denuncia.

El llamado a la Comisaría 8ª fue a las 10: 50. Eduardo Ávila, el jefe del destacamento, precisó que no hubo mayores incidentes más que los destrozos de los objetos en el interior. “Era una mujer que se llamaría Mariela Paola Vonkoski, la cual fue tranquilizada por el personal policial de Tránsito y los oficiales de la 8ª. Sería la mamá de una alumna del instituto que aparentemente, estaba bajo tratamiento psicológico”, explicó.

El 21 de mayo pasado la mujer, de 26 años, abandonó el hogar y se llevó a su hija de 6. El esposo dio aviso a la Policía que emprendió la búsqueda de su paradero y las hallaron en San Martín, Mendoza. Después del episodio, el padre de la pequeña obtuvo la tenencia. Algunas versiones señalan que, conmovida por la sentencia, la joven habría intentado que alguien de la escuela intercediera a su favor, para poder reunirse con la niña nuevamente.

Gustavo Méndez, el párroco del templo y director del colegio homónimo, minimizó el incidente y aseveró que no hubo “nada trascendente. No fue un ataque a la iglesia, sólo fue un estado emocional de la persona que la llevó a realizar esto, suelen pasar estas cosas, pero hay tantas personas que no están pasando un buen momento y vienen y se descargan en la iglesia”, manifestó.

El sacerdote además resaltó que, como ocurrió por la mañana, “los chicos estaban en clase, pero no hubo consecuencias con ninguno de ellos, tenemos todo controlado, el instituto estaba cerrado con llave y además tenemos seguridad privada”, aseguró Méndez.

El accionar de los efectivos fue inmediato y Ávila detalló que hasta ayer no había sido radicada la denuncia. “No hubo lesiones, la mujer estaba muy nerviosa, ofuscada. Los efectivos la tranquilizaron hasta que llamaron al personal del Policlínico Regional que también la asistió al llegar”, agregó el jefe policial.

Repercusiones

A pesar de que el episodio no tuvo desenlace trágico y no causó grandes gastos, los diferentes medios locales transmitieron la noticia que al instante colmó también las redes sociales y los sitios webs. Quizá por la susceptibilidad religiosa que provocan estos hechos, la noticia repercutió en los programas radiales matutinos.