El nuevo Régimen Académico de Nivel Primario que se implementará en las escuelas bonaerenses públicas y privadas a partir del 2015 generó una fuerte polémica a partir de que se eliminarán las calificaciones de 1, 2 y 3 para no "estigmatizar" a los alumnos, "no elimina el desaprobado ni la repitencia" y mantendrá "la misma exigencia", y los aplazos tendrán otras escalas modificadas, pero se mantendrán.
"Es una medida unilateral que profundiza la fractura que hay en el sistema educativo nacional"
La reforma, que los funcionarios del gobierno de Daniel Scioli aseguraron que fue aprobada con consenso de gremios y representantes de otros sectores políticos, tuvo un fuerte rechazo de la oposición, mientras el ministro de Educación porteño, Esteban Bullrich, consideró que el cambio "va a flexibilizar y va a ocultar los problemas".
Scioli respondió desde Mar del Plata las críticas del jefe del Frente Renovador, Sergio Massa, y dijo que el plan de reforma de la escuela primaria "no es nuevo", pero buscan "utilizarlo políticamente".
Massa le había reclamado a Scioli que "dé marcha atrás" en su decisión de cambiar el régimen para la educación primaria y pidió inclusión educativa, mientras el bloque de diputados bonaerenses del Frente Renovador presentó un proyecto de ley para que se deje sin efecto la reforma.
El jefe de Gabinete de la provincia, Alberto Pérez, y la directora general de Educación, Nora de Lucía, afirmaron que el nuevo régimen, que reemplaza los boletines por una libreta escolar, fue aprobado "en consenso con organizaciones políticas y gremiales" del Consejo General de Educación (CGE) y se basa "en la calidad y no en evaluar desempeños globales, sino saberes particulares entre cuarto y quinto grado".
La resolución 1057/14 para la primaria, que aplica acuerdos de los ministros del Consejo Federal de Educación (CFE) a nivel nacional de 2009, disparó los contrapuntos y cruces políticos hacia la gestión de Scioli de dirigentes y legisladores del Frente Renovador, UNEN, el FAP y otros alineamientos, algunos de los cuales votaron la medida y hoy pidieron la vuelta atrás.
"No hay marcha atrás", aseguró De Lucía, dijo que "se mantendrá el mismo nivel de exigencia de siempre" en las escuelas, y explicó que "como primera medida el nuevo sistema cambia la escala de calificación, yendo de 4 al 10".
El ministro de Educación nacional, Alberto Sileoni, dijo que el "espíritu" del nuevo régimen académico para la primaria bonaerense "es la modificación de algunas pautas de evaluación, y no decir que no haya más esfuerzo en la escuela y se pase de grado indiscriminadamente", y remarcó que "el aplazo sigue existiendo".
El jefe del Palacio Sarmiento coincidió en que el régimen que aprobó el CGE "modificó la escala de evaluación, lo que no se cambió es la exigencia del cumplimiento, aquellos alumnos que estén entre 4 y 6 tendrán que esforzarse y mejorar".
Bullrich, ministro de Educación porteño, sostuvo que el nuevo sistema "flexibiliza aún más la primaria" y en respuesta a De Lucía sobre la "estigmatización de los chicos", sostuvo que "estigmatizar es que un chico no tenga los conocimientos y deje la secundaria".
"Esto es una mala decisión de un dirigente que no se quiere hacer cargo de la mala educación, es como esconder la inflación pero mucho más grave", manifestó.
Silvia Almazán, secretaria de Educación de los docentes bonaerenses de Suteba, afirmó que el nuevo régimen académico "es fruto de un debate" que "no pasa por si a los pibes se les aplica 0, 1, 2 ó 3 puntos", ya que ello "limita la posibilidad de pensar la educación pública en este momento histórico".
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