NTVG desafió el tiempo y tocó en San Luis

Al frío de la plena primavera, ante la persistente caída de aguanieve, NTVG fue la estufa a la que arrimarse en busca de calor. Los guerreros sin espadas usaron sus instrumentos y la comprobada efectividad de sus canciones para armar una fogata en la que los puntanos cantaron varias que supieron todos.  El viernes a la noche en el anfiteatro Ave Fénix, los nueve orientales reafirmaron un cariño mutuo a pruebas de baja temperaturas.
Sin prueba de sonido y con la saludable decisión de bajar de la grilla a “Águilas”, el grupo que iba a tocar antes y que se sacó las ganas anoche en Panacea, el recital empezó antes de las 21:30 y tuvo al tiempo –no al clima- como elemento repetido. El paso, el avance, la mirada, las agujas y la impiedad de los días, los meses y los años que pasan fueron algunas de las miradas que el grupo expuso en sus obras.
Como para sacarse un peso de encima, los uruguayos comenzaron su nueva presentación puntana con “Su sombrero”, el cariñoso homenaje que en el nuevo disco hicieron al inolvidable Marcel Curuchet, el fallecido tecladista de la banda. De esa manera, NTVG dejó en claro que su presencia en San Luis tenía como objetivo mostrar las canciones de “El tiempo otra vez avanza”, su trabajo más reciente.
Sin embargo, para hacer entrar en calor a la gente (pocas veces mejor usado ese lugar común), el grupo inició un recorrido por algunos de sus hits anteriores como “A la izquierda del cero”, “Al vacío” y “A las 9”, otro tema referido al tiempo y sus consecuencias.
El inicio del estribillo de “Me ilumina hoy” –también del disco nuevo- sobre un angustiado que ve llover fue, al igual que “Llueve tranquilo”, la ambientación ideal para una noche como la del viernes. Si bien en ningún momento del recital hubo lluvia persistente, el frío, las nubes blancas y las pequeñas gotas hicieron que el tiempo –ahora sí, el clima- fuera un protagonista.
Diego Sosa, el productor local del show, dijo que vivió los últimos dos días en la incertidumbre de realizar o no uno de sus espectáculos más esperados del año. “Me sonó el teléfono mil veces para preguntarme si lo hacíamos o no”, dijo el empresario. La suma de buenas voluntades hicieron posibles dos horas y media de música.
“Esto es una muestra de cariño increíble”, dijo al micrófono Emiliano Brancciari, el líder y cantante del grupo. Sea con él o con cualquier otro integrante, la relación con el público fue la de viejos amigos que se ven cada tanto. Aunque es altamente probable que cuando NTVG vino por primera vez a San Luis para tocar en un bar de la calle Colón que ya no existe, muchas de las chicas que el viernes escucharon en primera fila con camperas de su promoción hayan estado saliendo del jardín de infantes.
Ese recorrido de casi 15 años podría convertir a la banda uruguaya en el grupo internacional que más veces visitó la provincia.