Festival de Tango: la noche de cierre fue para los talentos daractenses

Para la última de sus noches, el Festival de Tango de Justo Daract reservó la actuación de sus hijos pródigos. Artistas nacidos en la localidad que buscaron nuevos horizontes y se mantienen activos en la escena tanguera de Buenos Aires.
Para sostener la idea de pertenencia, el encuentro cerró su edición número 11 con un emotivo recital de Reynaldo Yanos, un cantante que vio la luz en esa localidad. Ante sus conciudadanos, que resistieron a las horas y al clima, el cantante despidió hasta el año que viene a un festival que, con razón, siente como propio.
En un horario más cercano a la complacencia, "Sanluistango" demostró su show con la misma calidad que en años anteriores. El núcleo creativo de la banda tiene sangre y cuna daractense y el público los recibió con ese orgullo.
José Duval y sus hijos Javier y Luciano son otro producto de la intervención que el tango tuvo en Justo Daract. La familia formó una banda que sentó base en Buenos Aires y se presenta con frecuencia en el exterior.
El momento cumbre de la música en la noche se produjo cuando "Sanluistango" invitó a cantar a Yanos, antiguo integrante del conjunto que prefirió continuar su carrera como solista.
Más artistas de Justo Daract se sumaron al horario central del festival cerca del cierre de la jornada definitiva. "Stylo Tango", por caso, un grupo formado por varios músicos de la localidad que participan de otros proyectos subió cerca de las tres de la mañana para brindar un set de clásicos en la voz de Pablo Corvalán.
El mismo recorrido que "Sanluistango" y Reynaldo Yanos hizo la compañía 360, que brindó el show coreográfico más completo de la jornada. Con la dirección del villamercedino Federico Carrizo, el ballet dejó en claro que su horizonte artístico es la conjunción del vestuario, el baile y la calidad. Se fueron muy aplaudidos.
También en el horario nacional "Arrabaleras" demostró el interés de los artistas puntanos por el tango. Una de las cuatro chicas que integra el grupo vocal es de San Luis y regresó al festival luego de un año de ausencia y de un impasse en el conjunto. "Siempre es un placer cantar acá", dijo Natalia Negri Faravelli, la puntana.
Una de las grandes revelaciones de todo el festival fue "El Sexteto Milonguero", una agrupación divertida sin perder la compostura que con un sonido claro (a mitad de camino entre la renovación extrema que propone la "Fernández Fierro" y la tradición del "Sexteto Mayor") dejó una buena imagen entre bailarines y tangos clásicos con una óptica atractiva.
La ortodoxia del género quedó representada en la noche final con "El Quinteto Mayor", todo un lujo para el festival, que tocó poco después de una de las voces jóvenes que respetan a rajatabla a sus antecesores incluso en su estirpe: Esteban Riera.
La simpatía es otro de los atributos del muchacho que presentó su disco junto al bandoneonista Ricardo Cappz.
La cuota de emoción la puso Raúl Lavié que hizo un set más tanguero que el día anterior aunque terminó con "Calle angosta". Ambas presentaciones le valieron la entrega del Cóndor de Oro, el máximo galardón que concede el festival. El solista dijo estar orgulloso del premio y lo compartió con el Ensamble Provincial, con quien tocó en vivo y grabó el disco.