La empresa constructora a cargo de la obra de desagüe pluvial sobre avenida Perón decidió tomarse vacaciones y anunció que reanudará las tareas el cinco de enero. Concejales de la ciudad manifestaron su desacuerdo con la decisión y señalaron que no debería frenar la obra porque ésta ya padece un atraso de varios meses. En el Municipio aseguraron que quedó una guardia normal.
“Después de tantas idas y vueltas, no sé si frenaron para irse de vacaciones. Para mí, y espero estar equivocándome, la empresa se fue. Hace dos días que se llevaron todas las maquinarias”, aseguró el concejal radical, Francisco Guiñazú. El edil aseguró que la obra fue una “improvisación desde el principio” y enfatizó en que tiene dudas sobre la verdadera razón de la suspensión.
Ikau SA, la empresa constructora, comenzó a mediados de año con el proyecto de desagüe, con plazos que iniciales que no han podido ser respetados. “Según el contrato, la obra tenía un periodo de ejecución de ocho meses. Comenzó en agosto y ya debería estar a la mitad. Pero no se han terminado ni siquiera cuatro cuadras porque ninguna está asfaltada. Y les habían prometido a los vecinos que a medida que fueran terminando irían pavimentando, pero eso no pasó”, sostuvo.
Además, explicó que la obra empezó al revés. “Deberían haber comenzado por el río y de allí hacia el norte, no desde Bolívar. Ahora el canal no tiene salida y cuando llueve se junta el agua y se desmorona. Por eso hay hundimientos y se atrasó todo”, aseveró y agregó: “Habría que asumir el error porque es una situación complicada para los vecinos y también los comercios. Tampoco hicieron los acoples en las veredas. Y ahora que frenaron todo, el problema no se solucionó”, mencionó el edil.
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