La explicación es clara para los papás que envían a sus hijos al nivel inicial y primario de la escuela Mitre: sin caldera, no hay clases. La vicedirectora del establecimiento ubicado en Colón y 25 de Mayo, Claudia Calloni, confirmó que mientras el sistema de calefacción siga roto no se computará las inasistencias a los alumnos que asisten en el turno mañana. La idea es que así puedan eludir las bajas temperaturas, que en las primeras horas del día apenas superan los cero grados. La suspensión de las actividades había sido determinada el viernes, con la esperanza que las actividades pudieran reanudarse ayer. Sin embargo, la reparación no se concretó por el retraso en la llegada un repuesto y también porque el Gobierno decidió cambiar la empresa que iba a encarar los trabajos.
“Seguimos igual. Accedimos a una propuesta que realizaron los docentes para que a los chicos no se les compute la falta. Vamos a mantener este régimen hasta que la caldera pueda arreglarse”, afirmó Calloni, quien aclaró igual que aquellos padres que necesiten dejar a sus hijos en el colegio pueden hacerlo.
En la nota que le enviaron el viernes a las autoridades del establecimiento, los docentes de la Mitre señalaron que iban a continuar presentándose a sus puestos de trabajo y que no querían que la medida se considerara como que no querían dictar clases o cumplir con sus obligaciones.
Los técnicos del Ministerio de Infraestructura Escolar del Ministerio de Educación intentaron reparar la caldera a principios semana pasada, cuando se manifestó el inconveniente. Primero convocaron a una empresa y se solicitó un repuesto que fue localizado en Rosario.
Sin embargo, el proyecto de arreglo que presentó esta primera compañía no convenció al Gobierno. El jefe del Programa de Infraestructura Escolar y Sociedad del Ministerio de Educación, Leonardo Córica, señaló que el sábado llamaron a una nueva empresa y adelantó que hoy comenzarán con las reparaciones.
Más allá de las idas y vueltas, y de las molestias que la falta de clases causa en los padres, la vicedirectora de la Mitre expresó que el arreglo es la única opción para que los estudiantes puedan volver a ponerse frente al pizarrón en el corto plazo.
"La instalación de una caldera nueva se demoraría unos 45 días”, distinguió.
Córica señaló que actualmente hay entre “cinco y diez” escuelas que poseen calderas para calefaccionar sus instalaciones. Advirtió que la reparación de estos sistemas muchas veces se convierte en una tarea complicada debido a las dificultades para encontrar repuestos, que en general son importados.
El jefe del Programa de Infraestructura Escolar y Sociedad destacó que independientemente del método que utiliza cada colegio, el Gobierno tiene una cuadrilla que recorre los establecimientos para corroborar el funcionamiento de los calefactores.
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