Mario Raúl Merlo: "La prioridad es la continuidad del plan de pavimentación"

Mario Raúl Merlo es uno de los pocos dirigentes políticos sanluiseños que no necesita introducción: lleva más de cuarenta años en la función pública. Apenas regresó de la Universidad del Litoral con su título de contador público debutó en el cargo de secretario de Gobierno de Villa Mercedes, luego fue elegido seis veces intendente y hasta fue vicegobernador de Adolfo Rodríguez Saá, en su penúltima gestión al frente de la provincia.

En su despacho privado, rodeado de fotos familiares y compañeros peronistas, con mate amargo de por medio, el jefe comunal reelecto planteó que las prioridades para los próximos cuatro años incluyen la pavimentación de mil quinientas cuadras más, el acueducto sur, un nuevo acceso por Mitre y las obras complementarias al Centro Comercial a Cielo Abierto (Ccca). Además, instó a los vecinos a trabajar juntos en recuperar el respeto por las normas de convivencia, la concientización ciudadana y la seguridad vial.

—¿Cuáles son los objetivos inmediatos que planteó para la ciudad?

—Tenemos un plan de gobierno que presentamos en la campaña y hay objetivos de distintos órdenes, a nivel de obras, de realización, y de mejorar, como ordenar el tránsito en la ciudad. La idea es trabajar integrados con el Gobierno provincial en materia de seguridad que son las demandas de los vecinos. A nivel de obras hemos planteado tres niveles: aquellas que se desarrollan con el Gobierno provincial, las que son de jurisdicción municipal y las otras que les correspondes a la Provincia, que por su envergadura requieren mucha inversión y el Municipio no está en condiciones de hacerlas. Las que necesita la ciudad son aquellas netamente provinciales, mientras que las que ejecutamos nosotros, ya están previstas en el presupuesto.

La prioridad es darle continuidad al plan de pavimentación con iluminación, agua y cloacas. Hablamos de mil quinientas cuadras, en la charla que tuvimos con el gobernador (Alberto Rodríguez Saá) se habló que las inversiones deberían ser en infraestructura, como se viene haciendo desde que trabajamos en las otras mil cuadras, con la gestión anterior de Alberto. Otra prioridad es hacer el acueducto del dique Paso de las Carretas al Vulpiani que nos permitiría tener un volumen de agua y calidad que nos hace falta por el crecimiento que ha tenido la ciudad.

—¿Sigue en pie la realización de los accesos a la ciudad? Las bajadas de la autopista son incómodas y no muy agradables a la vista para una ciudad de gran crecimiento.

—A partir de la construcción de la Avenida de Circunvalación tenemos más de diez accesos pero el principal es por Mitre. Esa obra la tiene que hacer la Provincia porque es sobre la Autopista de las Serranías Puntanas. Es similar a la que se hizo en San Luis, en la avenida Santos Ortiz. El proyecto que tenemos es que lo haga la Provincia y nuestra injerencia será transformar los accesos en avenidas, como hicimos en 25 de Mayo y en Jorge Newbery: la idea es repetirlo también en Chacabuco y en Maipú.

—Hay muchas quejas sobre los baches y la mayoría son de Obras Sanitarias. ¿Porqué hay tantos?

—La gente hace la obra de agua y cloacas y no cierra bien, no la termina. El cemento si no se lo cierra bien se extiende y genera problemas. Pero también hemos tenido problemas en la ejecución del trabajo, por eso incorporamos técnicos, pero también hay que hacer una mayor inversión porque cuesta mucho hacer un cambio de cañerías en las zonas pavimentadas. Pero nosotros debemos mejorar la señalización y la ejecución de la obra. El vecino no espera y debe tener paciencia porque las obras llevan su tiempo. Esto va a tener prioridad, es un tema de Estado porque vamos a tener cuatro mil quinientas cuadras pavimentadas, el 90 por ciento de la ciudad, pero hay que agregar las cuadras de los barrios nuevos que son cuatrocientas setenta más, por eso previmos mil quinientas. El pavimento es muy importante, mejora la calidad de vida del vecino, mejora la higiene, la limpieza, que a veces no se dimensiona. Se conocen barrios por los que antes no pasaban porque se buscaban cuadras pavimentadas. Ahora vemos el tamaño que tiene Villa Mercedes. Tenemos que trabajar fuerte en lo cultural, la convivencia y concientización ciudadana, así como no vemos respeto en las motos, pasa en la limpieza. Vamos bien encaminados pero falta. Para que tengamos idea, abrimos la escombrera municipal y tenemos entre cuarenta a cincuenta camiones diarios que llevan ramas y escombros que antes iban a distintos lugares de la ciudad. Hay que ordenar la actividad de los carritos.

—Ese es un problema, el de los sitios baldíos, ¿verdad?

—Es una problemática que tenemos todos los municipios. Hay terrenos que cuando los propietarios los cotizan son valores elevados, algunos en dólares, pero no se hacen cargo del mantenimiento; porque no es sólo problema de estética, sino de salud. Con la emergencia del dengue los baldíos con yuyos son un problema. Pensamos en hacer una ley provincial, o que cada municipio establezca una sanción última, que se dicte una ordenanza donde el paso a las sanciones de multa y al cerramiento, se pueda llegar a la expropiación del sitio y transformarlo en un espacio verde.

—Otro de los reclamos vecinales, que quizás se visualiza más porque está en el centro, es la plaza San Martín ya que algunos la utilizan mal y en la noche se producen desmanes, ¿Cómo piensan contrarrestarlo?

—La familia y los jóvenes nos demandan que haya espacios verdes y en este sentido hemos trabajado y seguimos, están bien cuidados y mantenidos. Ahora la familia tiene que ocuparlos. En plaza San Martín se ha excedido en la ocupación, los chicos del secundario estaban más en ese lugar, pasa que a veces algunas barritas toman la plaza y el vecino empieza a retirarse. Es un trabajo conjunto con el vecino y la Provincia. Garantizar y permitir que la familia y los jóvenes ocupen los espacios no para que las barritas se apropien y realicen actividades que nada tienen que ver con la recreación. Hay que hacer un trabajo especial, hemos tomado medidas y esperamos los resultados. No solamente tenemos que trabajar nosotros o la Policía, sino también la Justicia Contravencional y el Juzgado de Faltas porque llegamos a un límite que si se clausura un negocio, no lo cumple, entra una infracción. Y por otro lado, la idea es que la zona sea más peatonal, que la gente la disfrute y no que traiga problemas.

—Otra arista importante que señalan los vecinos es el caos que  generan las motos y la falta de conciencia vial de algunos.

—Las motos generan conflictos, se agrupan y dejan el escape libre. Pero no pasa sólo en el centro, es en toda la ciudad y en varias ciudades del país. Es un problema cultural y de respeto que debemos lograr, todos tenemos que trabajar en este sentido y los responsables que asuman las acciones. No es suficiente con retener la moto, aplicar la sanción, hay que pensar otro sistema. La idea es peatonalizar la plaza (San Martín) y se va a hacer durante todo febrero como prueba piloto para que no sea un problema vivir alrededor de la plaza. Los comerciantes deben entender que no pueden vender bebidas alcohólicas, el vecino debe entender que no puede consumirlas en un lugar público. Incluso tuvimos problemas con el personal de tránsito que fue agredido y el fin de semana pasado le tocó a un policía. Hay mucho nivel de agresión pero esperemos que empiecen a calmarse porque la violencia se ve en la televisión todos los días y termina siendo negativo. Incorporamos más gente al área de transito pero es un tema cultural.

—También hubo algunas quejas de los vecinos del barrio Quintas de Betbeder, por algunos que alquilan las viviendas para fiestas, aunque es una zona donde no está permitido.

—Cada barrio tiene asignado, de acuerdo al Código de Planeamiento Urbano, una función específica. En esa zona los negocios deben instalarse sobre la calle Betbeder, que es el único lugar porque es un barrio residencial. No debe haber ningún salón. Pasa que algunos vecinos tienen necesidad de ejecutar una actividad comercial pero lo hacen con temas que no tienen que ver con el barrio. Hay un caso de un dueño con quien ya se habló, se trató de solucionar para que tuviera actividad en el día, pero que no moleste  a los vecinos. Hay gente que desarrolla actividades que no deben hacerse, hay que buscar lugares donde corresponda.

—El Centro Comercial a Cielo Abierto fue un anhelo suyo, hoy está concretado, ¿pudo hablar con los comerciantes y la gente para saber qué les pareció la obra terminada?

—Tenemos comunicación porque trabajamos juntos. En principio están conformes, se expresó en el acto de inauguración que fue multitudinario, se ve en el movimiento que se ha generado y se ve que los comerciantes están pidiendo que se amplíe.

—¿En calle Lavalle lo han manifestado?

—Sí. Tenemos obras adicionales, la primera es la Vía Balcarce, que acabamos de inaugurar, para que sea una especie de mercado para los vendedores que hoy están en la plaza del Sesquicentenario, para que se ordenen con el pago de tasas como corresponde, que paguen un alquiler por el lugar y que no se instalen vendedores ambulantes en la vía pública. Es un reclamo de los comerciantes y es natural. La próxima obra es el Paseo del Tanque, en el predio de Obras Sanitarias y ampliar el Centro Comercial a Cielo Abierto a la zona Estación, donde ya colocamos la iluminación hace unos años. La idea es poder desarrollarlo ahora en un marco global con el Molino Fénix, la Calle Angosta. El proyecto global incluye el casco histórico, el centro comercial, ejes comerciales y centros comerciales barriales.

—¿Va a ser similar?

—Eso surgirá del proyecto.

—¿Y en La Ribera?

—Trabajamos para que se instalen primero los comercios, articulamos la ubicación del supermercado Europa y la estación de servicio, ya que la idea es que el espacio frente a la escuela, sea un centro comercial con distintos rubros.

—¿Y del mercado concentrador hay avances?

—No, aún no. Hicimos reuniones, pero es para trabajarlo con la Provincia.

—Fue una de las propuestas de campaña...

—Sí, porque en la gestión anterior la propuesta a nivel económico fue integrar la ciudad al circuito turístico. Para esta etapa se planteó seguir en la articulación de estos temas y ver si puede desarrollarse fuertemente un mercado concentrador, que es un viejo sueño, pero no es fácil. Hay que generar condiciones para la producción, es el desafío que tenemos.

—¿Cómo fue la reunión con el gobernador Rodríguez Saá y los intendentes de todas las localidades?

—Se tocaron temas importantes y lo primero es el acuerdo con el Ejecutivo provincial a nivel de obras para el cual afectaríamos el 15 por ciento de la coparticipación que nos corresponde para esas obras. Se van a juntar los equipos técnicos el 15 (hoy) y vamos a trabajar en el convenio y en otro tema  que es el nuevo sistema electoral con voto electrónico. El acuerdo fue total en eso, también creo que está la aprobación de diputados y senadores, se va a resolver rápido y es una época tranquila para hacerlo. También hablamos de medioambiente, uno estratégico es resolver la problemática del Río Nuevo; está trabajando una comisión provincial en elaborar un proyecto para las cuencas superior, media e inferior, que es la que nos afecta. También nosotros conformamos una comisión para opinar y trabajar en esa cuenca. Hacen tareas de mantenimiento que es lo que nos ha permitido no tener problemas hasta ahora. El Gobernador habló de esto y va a tener prioridad porque es lo que necesitamos. Y se habló que las empresas cumplan con las normas ambientales y los municipios, conjuntamente, ayudar a resolver el tema de hoy y del futuro.

—Respecto de eso, ¿qué pasa con Marfrig, que en su momento fue un problema porque desechaban fluidos y debió trasladarse, pero quedó frenado?

—El año pasado tenían que cumplir el traslado, en noviembre se le vencía uno de los plazos que era presentar el proyecto. En mayo o junio pidieron una prórroga para trasladarse en razón del problema que atravesaba la industria de la carne. Hicimos una comisión de seguimiento del proyecto que analizó este tema, la importancia de la fábrica para Villa Mercedes y si estaba en condiciones de seguir un tiempo más. Esa propuesta que hizo Marfrig y ese análisis, se pasó al Concejo Deliberante que dictó una ordenanza que tiene como principio la realización de obras por más de dos millones de dólares, a efectos de poder tener la prórroga, y tendría unos ocho o diez meses para cumplirlo. Hemos pedido que se comprometan y que garanticen la obra porque el convenio no se cumplió. La comisión les llevó el planteo a Marfrig y seguramente este mes retomaremos el tema. Ellos no pueden vender ni transferir la planta a otra empresa,  si no cumplen con el traslado definitivo.

—El año pasado se habló de tener una planta de reciclado, ¿eso tiene un avance o continuidad?

—Está en el Ministerio de Medio Ambiente, Campo y Producción. Es un proyecto que tiene antigüedad, de hacer varias plantas en los departamentos o por regiones. Estaba previsto hacer una en Villa Mercedes que tome Justo Daract, Fraga y otras localidades menores. La gestión anterior lo llevó a un programa de inversiones del BID. Pero no hemos charlado en qué sentido se va a seguir, aunque la prioridad hoy es firmar el convenio de obras. Y el compromiso del gobernador es realizar cada dos o tres meses reuniones con intendentes, y es muy bueno porque en nuestro caso hay proyectos conjuntos, desagües pluviales, el acceso a la ciudad por avenida Mitre...

—Con el impulso agroindustrial que tiene la ciudad, y la gran cantidad de empresarios que llegan, ¿se puede hacer algo para tener más vuelos?

—Siempre hemos buscado recuperar los vuelos pero más que de nosotros depende de las empresas. Necesitamos que Aerolíneas preste los vuelos u otra empresa. Logramos convenios pero han sido transitorios y han durado muy poco, hay que hacer una inversión grande y depende de la cantidad de aviones. Es un tema complicado pero la expectativa es recuperar los vuelos.