La historia es extraña y hasta en parte confusa, pero el drama que dejó es muy real: los doce hijos de unos vecinos de La Toma se quedaron sin ropa, útiles ni colchones para dormir. Sus pertenencias fueron consumidas por el fuego que se esparció por dos habitaciones de su vivienda. La madre de los chicos le contó a El Diario que fue asaltada por dos jóvenes que la ataron, iniciaron el incendio y huyeron con 200 mil pesos que tenían ahorrados con su pareja. Pero la Policía informó que las víctimas no quisieron realizar la denuncia y que incluso se negaron a dar detalles sobre lo que verdaderamente ocurrió. “En realidad no sabemos lo que pasó. Investigamos de oficio el incendio, que habría sido intencional, pero con lo otro estamos atados de manos porque no quieren colaborar”, aseguró un jefe policial.
Micaela Quiroga vivía con sus seis hijos en un barrio de la capital puntana, pero hace cinco años conoció a Javier Agüero y se mudaron a La Toma por razones laborales del hombre. La familia creció de repente, porque él tenía cinco hijos de una relación anterior y la nueva pareja se los llevó a todos con ellos. Luego tuvieron uno propio.
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