El comisario Marcelo Cecilio Acevedo fue retirado nuevamente de la Comisaría del Menor y llevado al Juzgado de Instrucción Penal N° 2, durante la mañana de este viernes. Allí se encontró con dos viejos colegas, el subcomisario Martín Estrada y el oficial principal Marcelo González. Pero no se reunieron ahí para hablar de su época como personal de la Comisaría 9ª, sino para ver si estando así, cara a cara, se animaban a sostener o, bien, a contradecir lo que habían asegurado cuando fueron interrogados a solas. Puesto que, en su momento, Estrada y González dieron cuenta ante el juez Leandro Estrada de que Acevedo, ahora imputado por homicidio de Abel Ortiz y asociación ilícita, era un efectivo corrupto.
A los ojos de Hernán Echevarría, el abogado del comisario acusado, tanto esos careos como lo que declararon otros cinco testigos, también ofrecidos por la defensa, resultaron muy beneficiosos para su cliente, porque no hicieron más que ratificar lo que el ex jefe de la Comisaría 9ª afirmó en la indagatoria del lunes. Pero, según otra fuente que presenció las audiencias, eso no fue así. “Todos (los policías careados) se mantuvieron en sus dichos, y después incurrieron en contradicciones”, dijo ese informante, sin profundizar en precisiones.
A entender del defensor, González y Estrada desvincularon a Acevedo de su presunta responsabilidad en la liberación de zonas. Según Echevarría, el subcomisario Estrada aclaró que desde la comisaría no se liberaban zonas para dejar camino libre a la comisión de delitos, sino que muchas veces los barrios quedaban desprotegidos porque el personal de las dependencias no daba abasto para atender todos los llamados de emergencias y las denuncias; dado que sólo había cuatro o cinco efectivos y una patrulla.
El jueves declaró Diego Pagella, el ex ministro de Seguridad de la Provincia. El ex funcionario fue citado por Echevarría para que confirmara lo que el comisario imputado dijo en su indagatoria, acerca de cómo entró en contacto con la ex de Abel, la peluquera María Alejandra Espinosa, también procesada y detenida por el asesinato del joven de 30 años.
El ex jefe de la Comisaría 9ª había asegurado que conoció a la mujer a principios de 2014, cuando ella denunció que un vecino, de apellido Figueroa, abusó de su hijo, menor de edad. Contó que, por aquel momento por orden del Ministerio de Seguridad, todos los jefes de comisaría debían facilitarles sus números de celular a quienes denunciaran un delito de esa naturaleza. Relató que él le dejó su contacto telefónico y, que desde ese entonces, la peluquera se convirtió en su informante.
Pagella recordó que en una oportunidad Espinosa fue hasta el Ministerio. Se presentó para plantearle que su barrio, el Eva Perón, era muy conflictivo, que ya no se podía vivir ahí y que los Figueroa le habían quemado la casa. Fue con un expediente y más de 300 firmas de vecinos que respaldaban lo que ella denunciaba.
También declararon el subcomisario Roberto Cruz, los oficiales principales Lucrecia Stevenin y Mariano Mora y un comerciante de apellido Cidaro, a quien alguna vez Acevedo le allanó su concesionaria.
Quedó pendiente un tercer careo que había planteado la defensa, la de Flavio Catriel Fernández, detenido en mayo de 2014 por robo, a manos del comisario imputado.
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