El homicidio de Domínguez y escenas de un asesino de película

No eran recortes. Eran ejemplares completos de El Diario de la República. Pero no cualquier ejemplar, sólo los que hablaban del homicidio del auxiliar de Policía, Rodolfo Domínguez. La sola escena, de esa colección de diarios, petrificó los rostros de los investigadores que habían llegado al domicilio de Villa Mercedes, por orden de la juez de Instrucción Penal Nº 3, Mirta Ucelay, detrás del rastro del asesino del joven policía.

 El allanamiento fue hace un mes y medio, pero el dato trascendió hace unos días. Fue en una vivienda ubicada sobre avenida Presidente Perón, dijo una fuente.

Los investigadores le consultaron a la juez instructora si quería que secuestraran las ediciones de El Diario, pero la magistrada les respondió que no. En el domicilio, aparte de ese llamativo hallazgo, los efectivos no se toparon con ningún elemento que vincule de manera directa al morador de esa casa con el homicidio de Domínguez, especificó el informante.

En medio, también se escabulló el rumor de que a Ucelay le está resultando un tanto dificultoso esclarecer el crimen. La clave la tiene puesta, al parecer, en datos informáticos, pues la víctima no llegó a Ardiles y Guayaquil, la madrugada del 27 de junio de 2015, donde fue acribillado, por casualidad. Fue citado a esa esquina del barrio Justo Daract de Villa Mercedes por una persona que lo contactó mediante la red social Facebook.

Algunos piensan que fue un error del juez el no incautar los diarios. Dado que, aunque no se trata de una prueba contundente, sí puede estar indicando algo. El homicida no se confía. Sigue, todo lo que puede, el curso de la investigación y lo hace a través de una única ventana: El Diario de la República. Casi obsesionado, como un asesino hollywoodense, que busca siempre estar un paso delante de los detectives.