Más negocios se instalan en las calles del barrio El Hornero

El proceso de crecimiento de los suburbios sureños fue paulatino, pero firme. Con el Poder Legislativo sobre la avenida IV Centenario e Hilario Ascasubi la despoblada zona comenzó a tener matices de un polo comercial. La instalación de un cajero al lado de la garita de la Policía sobre el costado oeste del Palacio, también dio la pauta de que ese sector era prometedor para los dueños de los negocios.

El barrio El Hornero es uno de los más viejos e importantes de la zona. Una de sus calles principales es Hilario Ascasubi. Sobre sus márgenes hay una veintena de comercios. Una veterinaria, una remisería, la carnicería y verdulería, son algunos de los más antiguos.

Sobre la calle del poeta cordobés, un edificio con departamentos exhibe en su planta baja una serie de inmuebles comerciales. De los ocho, seis están ocupados. Hay una fiambrería estilo boutique, una verdulería, una panadería, una heladería que antes estaba en la esquina perpendicular, un kiosco y un negocio de venta de cotillón y papelería, y a la vuelta, un lavadero de autos. En la vereda de enfrente, un gran parripollo con pescadería, un local de venta de productos de limpieza, una pizzería y una carnicería completan la cuadra.

Una calle más hacia el sur continúa la hilera de negocios. Los rubros son variados, algo que alegra a los vecinos que finalmente sortearon el viaje al centro por un par de víveres.

Con un maple de huevos en la mano derecha y en la otra una bolsa con lechuga y bananas, Matías Cabrera llega a la puerta de su casa. “No voy para nada al centro, tengo todo lo que necesito acá, y si no voy al Vea o al Aiello del sur. Si es una urgencia bajamos, pero la verdad que hace mucho que no voy”, contó con una sonrisa de satisfacción.

Al lado de la casa de Matías hay un gimnasio, Acrogym Fitness y en diagonal, hay en construcción 6 locales nuevos. Van despacio y aún no saben cuándo los van a terminar, pero es otro indicio del potencial comercial de la zona.

Por Ascasubi, tres cuadras más al sur, está la Salvador Segado, es la arteria principal del barrio y provee a los vecinos de todo tipo de servicios. En cuatro cuadras hay más de 30 locales. Si bien algunos comerciantes manifestaron que hubo una época difícil en cuanto a las ventas, cada vez más personas optan por montar su negocio y otras más por comprar en ellos en vez de hacer el largo viaje hasta el centro.

A pesar de haber mucha variedad en los rubros, lo que más predominan son los que venden comestibles, como fiambrerías, panaderías y carnicerías. En esta zona en particular las tiendas de ropa pululan, pero es el Aiello el que se erige como el principio de todo; a su lado uno de los emprendimientos más nuevos, las canchas de fútbol al aire libre de noche se llenan de deportistas con o sin experiencia. Luego del partido cruzan la calle y hacen sus compras.

La fiambrería San Expedito abrió hace 3 meses. "Por suerte nos va muy bien, viene bastante gente, los resultados fueron muy buenos y para las fiestas nos dimos cuenta que realmente pasaba mucha gente por acá y que valió la pena abrir el negocio en esta zona. Vienen de todos lados, hasta de La Punta. También mucho por recomendación”, describió Elina Amatéis. Ella aseguró que los dueños eligieron alquilar en esa zona porque “es muy transitada”.

A lo largo de Salvador Segado y hasta Hilario Ascasubi hay fiambrerías, una pizzería, una farmacia, una carnicería, un local de venta de productos de limpieza, una agencia de quiniela y hasta un Sin Rival. Sin dudas el sur tiene su propio "centro".