Hermanos Garrone: arqueros y campeones

A Marilina y Patricio no solo los une la misma sangre, sino también su puesto en la cancha. Los hermanos son arqueros, protagonistas en sus respectivos equipos y campeones. Y con una particularidad, en la final de sus certámenes aparecieron en el momento justo y atajaron penales decisivos. 
Ella (21 años) dio la vuelta olímpica con La Torre tras vencer en penales australianos a Gepu en la final del Torneo Provincial de Hockey; y él (20) logró el segundo torneo consecutivo en la Liga Sanluiseña de Fútbol con Juventud, luego de superar en definición desde los doce pasos a Victoria. 
No faltaron las típicas chicanas de hermanos. “¡Qué olor tiene esto!”, dijo entre risas Marilina mientras se probaba los guantes de su hermano. “Callate, si tiene solo dos partidos, están casi nuevos... Y esto, ¿cómo se pone?”, respondió Patricio mientras intentaba agarrar el palo y la protección de hockey para la sesión de fotos.     
“Que ambos seamos arquero fue pura coincidencia”, dijo Marilina. “Yo empecé a atajar en Juventud y después se sumó ella”, agregó el “Pato”. En ese tiempo iban juntos a entrenar y se esperaban post- entrenamiento. Así lo cuenta la arquera: “Practicábamos en la actual sede. Yo iba a hockey y él a fútbol; y como vivíamos en La Punta nos esperábamos siempre”.
Patricio jugó en el “Juve” hasta los 11 años, luego atajó en Aseba, Estancia Grande y volvió al equipo del "Bajo" cuando tenía 15. Ella arrancó en el “Auriazul” y desde hace tres años se sumó a La Torre.   

La alegría "Roja" 
Hace unas semanas atrás, Marilina junto a La Torre lograron el título en una final para el infarto ante Gepu. Ella le atajó un penal clave a Soledad García cuando el partido estaba 1-2 y luego fue protagonista en la definición por penales australianos.  “Desde que estoy en La Torre,  veníamos observando a “Sole” con mi entrenador y siempre tiraba al mismo lugar. Y yo por terca nunca me jugaba a un palo y tampoco había podido atajarle un penal. Esta vez, dije que le voy a hacer caso. Me jugué a un palo y pude atajarlo. Y fue importante porque ese gol hubiera definido el partido”, describió. 
Luego, en los penales australianos, las “Diablas Rojas” ganaron 3-2 y ella dijo presente otra vez. “No me tenía mucha fe. Trataba de estar tranquila y no pensar demasiado. Pero venía con una buena racha porque en la semifinal ante Caldenes también había atajado un penal y luego ganamos por penales”. 
Ese título fue un desahogo para La Torre luego de la hegemonía de Gepu en los últimos años. “El campeonato significó un montón. Nosotras decíamos que esta vez nos tenía que tocar. Nadie nos tenía fe, sobre todo porque veníamos de perder con amplitud ante Gepu en las finales anteriores. Por suerte, ahora se dio”.

El fruto del trabajo
Patricio aún sigue disfrutando el bicampeonato que el “Juve” logró el último fin de semana en el estadio "Juan Gilberto Funes" y que lo tuvo como protagonista. Tras empatar 0-0 frente a Victoria, Juventud ganó 3-1 en los penales, en donde el "Pato" contuvo dos. "En la semifinal  le íbamos ganando 1-0 a CAI y atajé un penal. Y en la final me tocó la suerte de atajar otros dos más", dijo humildemente. Pero esa efectividad en los disparos desde los doce pasos tiene una razón. "Hace un par de años atrás había tenido dos definiciones. Me habían pateado nueve penales, no atajé ninguno y perdimos ambas. Entonces empecé a pensar que no era suerte, que me faltaba trabajar eso. Me empecé a quedar en las prácticas con algunos compañeros que me pateaban. Por suerte este torneo tuve una racha de penales atajados; y en el Apertura también logré sacar algunos. También miré videos, por ejemplo los de Victoria en la otra semifinal ante Estudiantes. Dos de esa serie repitieron y a uno lo atajé", contó.
Si bien hay un viejo dicho en el fútbol que dice que "los penales son una lotería", Garrone demostró con hechos que puede reducirse el margen de error. "Es un poco de todo. Tenés que trabajar, conocer los pateadores y también es una cuota de suerte. Porque el penal que le atajé a Roberto Vallejos, la toqué, pegó en el travesaño y salió; pero también pudo haberse metido".
El "Auriazul" ganó el Apertura y Clausura del fútbol puntano, está invicto desde hace 29 partidos y hace ocho meses que no pierde. “Somos un plantel con jugadores de muy corta edad. El “Tano” (Giménez) le dio continuidad al trabajo que venía haciendo Mario (Caliva) y terminamos invictos. Ganamos el Apertura e inmediatamente, sin vacaciones, nos propusimos ganar el Clausura; y lo logramos”, destacó.
Mientras uno habla, él otro escucha atentamente. Marilina y Patricio saben que ocupan un puesto ingrato en la cancha. Que un error se paga caro pero que no hay nada mejor que irse a casa con el arco en cero. Son hermanos, campeones y dueños del arco.