Buena Esperanza: inauguraron la primera escuela técnica generativa

Se divide en dos modalidades: agricultura y ganadería de precisión. Ambas tienen una  duración de siete años y el título les permitirá a los egresados desempeñarse como Técnicos Profesionales con especialidad en Producción Agropecuaria.

Este viernes al mediodía abrió sus puertas en Buena Esperanza la escuela técnica generativa "Leonor M. Hirsch de Caraballo", la primera que funcionará con esta modalidad en la Provincia.  El coordinador general de la escuela, Víctor Iglesias, detalló que el ciclo secundario tiene una duración de siete años y se divide en dos modalidades: agricultura y ganadería de precisión. En ambos casos los egresados recibirán el título de "Técnico Profesional con especialidad en Producción Agropecuaria".

“Es un día que va a quedar en la memoria colectiva, el Gobierno de San Luis nos dio el privilegio de fundar una escuela agrotécnica generativa. Esto ya dejo de ser un sueño para convertirse en una realidad”, dijo Iglesias en su discurso durante el acto.

 Al corte de cintas, que dio comienzo a la nueva escuela, asistieron el ministro de Medio Ambiente, Campo y Producción, Sergio Freixes; la ministra de Educación, Paulina Calderón; la jefa del Programa Innovación Educativa, Victoria Vega; el intendente de Buena Esperanza, Eduardo Larroudé; legisladores del departamento Dupuy, escuelas de la zona, los 67 alumnos de la institución, las familias y vecinos de la localidad.

“El proyecto es hermoso, la idea es que los chicos puedan salir a los campos  y estar con los productores. Además Cada aula tendrá su lógica particular, el objetivo es crear espacios educativos que se construyan con un sentido”, explicó Calderón, quien continuó en el micrófono.

“Esto es inédito en el mundo, porque es la primera generativa técnica, pero espero que no sea la última. Acá los alumnos son el centro y no sabemos en qué va a terminar esta obra de arte”, finalizó la funcionaria.

El predio donde está ubicado el establecimiento tiene seis hectáreas y fue donado por el propietario de la estancia "Las Lilas". Por eso, la escuela lleva el nombre de su esposa, ya fallecida, como homenaje.