Las nuevas conductas que las escuelas intentan regular

Un aro, un piercing, los cabellos teñidos de verde o fucsia, el celular que suena en clases, una remera de varios colores, las zapatillas verdes y no negras como fija el uniforme, expansores en las orejas, regaños, amenazas, llamados a los padres, charlas y explicaciones. Las nuevas formas de relaciones, los artefactos que adornan los cuerpos y los cambios propios de la época se cuelan en un sistema educativo que intenta adaptarse y opta por dictar normas que intentan regular estos comportamientos.

Cada escuela tiene que acordar con su “comunidad educativa” las normas de convivencia y en ese tamiz, se mezclan ideas propias, algunas más modernas, otras convencionales. Allí se puede realizar un verdadero patrón sobre cuáles son las posturas emergentes que se bifurcan entre lo nuevo y lo tradicional.

La norma que emana el Ministerio de Educación es que las reglas las dicta cada una de las escuelas. La jefa del Programa Escuela y Comunidad, Alida García Peanú no pudo dar precisiones sobre las normas que regulan cómo deben vestir los chicos, si deben usar o no accesorios y de la misma forma establecer cuándo y por qué pueden utilizar el celular.

Fue otra funcionaria la que señaló que justamente la norma es que la regla la dicta cada escuela en particular.

Los estudiantes tienen en claro que las reglas (ver página 4) están y que deben ser respetadas:

*Nada de cabellos teñidos en algunos casos, en otros se puede pero moderado.

*El celular no se usa en clases, sólo en los recreos dicta alguna norma y otra que queda a criterio de algunos docentes que pueden requerirlo para consultas específicas. Hay escuelas donde sólo se permite su utilización al inicio y final de cada jornada. En otras se les pide a los estudiantes que los pongan en silencio en una caja y se los devuelven al final de clases.

*El uniforme soporta algunas alteraciones si hace frío, pero se debe respetar y para ello siempre habrá un preceptor para recordar el incumplimiento.

*El uso del piercing (unos pequeños aros que se disponen en todo el cuerpo, pero en especial en  la cara) está prohibido en casi todos los colegios. Las razones son compartidas: adolescentes que están en una edad en donde la motricidad fina no abunda como si las ganas de correr, sujetarse y atraparse de manera brusca. El resultado hace que las piezas de metal se desprendan y provoquen un sangrado. "En ocasiones hemos tenido que llamar a la ambulancia", explicaron en un colegio.

El coordinador de la Escuela Digital Albert Einstein, Julio Baigorria, explicó que se tienen algunas particularidades porque la escuela es primaria por lo que el elemento esencial que hay que regular es el celular. Lo que se da también durante los últimos años, en chicos de 10 a 12 años.

El docente que ocupa el cargo equivalente al de un director dijo que no se encuentran con casos de piercing o aros y que tampoco se evidencia que se tiñan el pelo de colores fuertes.

En lo que se refiere al uniforme explicó que se pide una remera clara y un pantalón oscuro, como para poder ajustarse a los requerimientos aunque aclaró que siempre están dispuestos a escuchar las condiciones particulares de los padres, en especial aquellos que puedan estar atravesando un difícil situación económica.
Además explicó que estas normas se comunican a través de reuniones, encuentros que también sirven para conocer algunos casos en particular y para intentar solucionarlos.

En el despacho del colegio ubicado en la calle Pringles (entre Chacabuco y Mitre), este profesor de matemáticas, coordina un proyecto pedagógico innovador.

La escuela tiene una propuesta particular, con un fuerte sustento en las nuevas tecnologías por lo que Baigorria se  mostró a favor de utilizar nuevas herramientas para reforzar nuevas formas de aprender, pero siempre sostenido sobre argumentos sólidos.

Una visión similar comparte  Mariela Ramos, que es asesora Pedagógica de la Escuela Paula Domínguez de Bazán, también ubicada en el centro de la ciudad, en Rivadavia y Junín.

La psicopedagoga que integra un equipo amplio al que se suman los directivos del colegio explicó  que debieron revisar nuevos patrones de comportamientos y debatir lo que acontecía.

Fruto de ello elaboraron un "Acuerdo de Convivencia" que rige desde 2012. Para llevarlo adelante realizaron algunas encuestas entre alumnos, docentes y tutores sobre los puntos que consideraban importantes y que necesitan ser regulados.

Luego de recabar los datos y para unificar la tarea se hizo un listado de las normas de comportamiento y acuerdos para que todos decidieran.

"Esta fue una forma de poder regular algunas conductas ya que es un consenso y por lo tanto cuando las alumnas se desvían de lo pactado, el argumento es que todos lo decidieron y por ende todos deben respetarlo", dijo la especialista.

A pesar de ser una escuela tradicional optaron por un método participativo, elaborado en conjunto en donde intentan que el debate no se clausure, sino que sea dinámico.

Por ello para revisar estos patrones y atender a nuevas situaciones es que se convocan a un "Consejo Escolar" que está integrado por un docente, un preceptor, un tutor, un directivo y dos alumnos que ajustan el código en una especie de asamblea.

"Con estas decisiones se ayuda a sostener el rol de las autoridades, es una instancia en donde todas las partes pueden opinar y se abordan puntos críticos para poner en debate", aseguró.

Una de las particularidades que tuvieron que revisar recientemente es el uso de los celulares.

"En nuestra escuela pueden ser usados previo un contrato pedagógico en el que se establecen las razones por las que el estudiante usará el teléfono, atendiendo qué aspecto de la clase y cuándo dejará de hacerlo. Fuera de esos espacios no puede utilizarlo, sino se les llama la atención", explicó.

Ramos agregó que este acuerdo está para todos en la fotocopiadora de la escuela, pero que en las diferentes reuniones con los padres se repasa cada uno de los puntos que contiene.

La mujer habla con la seguridad y el conocimiento que le dan los años en el sistema educativo y una íntegra formación en un área específica.

Desliza algunos comentarios del contexto nacional y provincial, pero recala en la necesidad de revisar continuamente los patrones educativos para poder ajustarse a una realidad cada vez más cambiante.

Gabriel, un padre que tiene a sus dos hijos en el Colegio Nacional "Juan Crisóstomo Lafinur", compartió la charla inicial con la rectora del entidad que puso en claro algunos puntos.

La mujer, en la reunión, explicó que no están permitidos los cabellos teñidos con colores estridentes, que no se puede usar piercings, que se debe respetar el uniforme y que el celular se utilizaba antes o después de llegar a la escuela. En este sentido también le recomendó a los padres que si necesitan formular alguna consulta pueden hacerlo a los teléfonos de la escuela y así evitar que sus hijos sean intermediarios de conversaciones.

Aclaró que como toda norma se ajusta al sentido común y que por ejemplo en invierno cuando las temperaturas son bajas, las chicas en vez de usar el jumper puede ir con el equipo de gimnasia, es decir, con pantalón azul y con la remera blanca y el resto del abrigo acorde al uniforme.

En tanto Daniel Decena, director general del Instituto San Gabriel Arcángel y titular de la Asociación de Instituciones Educativas Privadas (Asiep), explicó algunas de las pautas que aplican y dejó en claro que el uso del piercing no está permitido.

"Pueden llegar hasta la puerta del colegio, sacárselos y luego colocarlo de nuevo, pero en la institución no pueden usarlo", aclaró

También dijo que en lo que respecta a los celulares este año cambiaron la modalidad ya que deben ponerlos en una cajita al entrar a la escuela y luego se les devuelve a la salida. "El año pasado podían tenerlos en su mochila sin usarlos, pero decidimos cambiar la metodología", señaló.

Sobre el cabello dijo que el reglamento establece que tiene que estar "en condiciones y correctamente cortado" y que con esto quiere decir que se respeta el sentido común. "No los vamos a retar porque lo usen un poco corto a los costados, pero tampoco es cuestión que puedan venir con una cresta", agregó.

Dijo que a los padres se les da a conocer todos los puntos en el reglamento general, pero que también se lo comunican por otros medios.

Por su parte la directora de la escuela generativa "Corazón Victoria", Mabel Domínguez explicó que el proyecto pedagógico de la entidad es abierto y que por ello adoptan esta misma postura por lo que tienen libertad en estos aspectos.

Las escuelas generativas son instituciones públicas, gratuitas y obligatorias, y están dentro del sistema educativo según establece la ley y hacen hincapié en el aspecto innovador.

Los puntos en los que se enfocan los directivos de las escuelas  tienen sus particularidades algunos tienen un argumento sólido como la prohibición de los piercings, en otros casos como el corte o el color de los cabellos no reviste una explicación demasiado sólida.