"Justo Daract", en el teatro Amigos de Merlo

Cuando era chico y viajaba con su padre camionero de Villa Mercedes a todo el país, Luis Palacio experimentó una especial admiración por Justo Daract –el primer pueblo que encontraba desde su punto de partida- y por las historias que imaginaba que sucedían al costado de la ruta. La mezcla de esos dos recuerdos de la infancia lo llevó a escribir mucho al respecto.

El tiempo y su nutrida actividad teatral –en la actualidad es uno de los dramaturgos más reconocidos de la provincia- lo llevaron a reunir y separar esos relatos tantas veces como consideró justo hasta arribar a la obra. "Estos textos son de 2003 y representan ese momento de mi vida", dijo el autor villamercedino, ahora radicado en Merlo.

El plan de Palacio para hacer "Justo Daract", la obra que estrenará hoy en la Sala Amigos de Merlo, era homenajear a las películas que habían influido en su infancia y los viajes en camión con su padre. Las ideas iniciales sobre las que trabajó fueron las road movies con algunas injerencias de series como "Los duques de Hazzard" y los dibujos animados "Los autos locos". A eso se sumó una atmósfera opresiva que marcó su infancia con la dictadura militar presente, pero no tanto. "Siempre tuvimos ese pensamiento de que como a nosotros no nos pasaba nada, no pasaba nada alrededor", reconoció el actor.

Justo Daract siempre le pareció un punto estratégico económico y geográfico, la obra que el dramaturgo escribió hace 15 años empezó a acercarse hacia ese pueblo en donde el ferrocarril y su ausencia ya había dado pujanza y decadencia.

Los hechos que describe en el experimento que llama "una serie de teatro" suceden en la localidad que lleva el nombre de la obra. Y están divididos en dos capítulos, "Lobo y cordero", el primero, que se presentará hoy a las 21; y "En el país de los ciegos", prevista para una hora después.

Tanto el hecho de dividir la obra en partes, de asentarla en una localidad concreta y conocida, de juguetear con el policial y de mostrar muchas cosas ocultas en el seno de un pueblo, son elementos que Palacio ya experimentó en la inolvidable "Villa Presunción", una obra situada en Villa Mercedes que mostró hace casi una década.

El dramaturgo estrenó "Justo Daract", la obra, en 2004 en un pequeño teatro villamercedino llamado "La aparecida". Y después no la volvió a hacer. Por eso, la representación de hoy tiene el peso y los nervios de un estreno. "Lo bueno es ver que coincido conmigo mismo en muchas cosas a pesar del paso del tiempo. Hay ciertas decisiones estéticas que tomé en ese entonces y que ahora las vuelvo a elegir", sostuvo el director.

Otra de las cosas que sorprende  de "Justo Daract" es la actualidad que mantiene pese al tiempo que lleva creada. "Me reencontré con el texto, se los pasé a unos actores de Merlo y nos pusimos a trabajar para reponerla. Hace mucho que no sentía esta adrenalina, para nosotros, la función de hoy es como una superproducción", contó el actor con la naturalidad de quien vive por y para el teatro.

El gran desafío que tomó el autor fue hacer una obra inicialmente concebida para 11 actores, solo con cinco personajes. Nayla Anichini, Gabriel Galtier, Diego Gatto, Macarena Montivero y Daniel Polizzi (integrantes del grupo Saqueamuni-Achura teatral) se pusieron a sus órdenes para recrear una historia con estética pop art, aires de policial, tragedia, drama y el sello atractivamente costumbrista que Palacio le imprime a sus creaciones.

Otro detalle que tiene especialmente entusiasmado al director es que la mitad de la recaudación -la entrada es a la gorra- será a beneficio de la sala.

Y que posiblemente, el reestreno merlino de Justo Daract sea el inicio de nuevos capítulos en la serie teatral. "Por ahora, tiene dos partes, podría tener otra dentro de poco, siempre quedan cosas sueltas". Con Luis Palacio nunca se sabe.