China compra más carne y San Luis está preparada
La provincia trabaja desde hace años con planes sanitarios en el proceso previo a la faena y ahora que el gigante asiático impuso más controles, tiene ventaja competitiva.
La ganadería cambió su foco de ventas en el último año. Como todavía la Argentina no pudo recuperar su capacidad de producir novillos, destruida por las políticas del gobierno anterior que le hicieron perder 10 millones de cabezas, ahora todas las fichas están puestas en China. Ya no es posible abastecer con cortes Premium al nivel que exige Europa, a pesar de que siguen vigentes los cupos de exportación de la Cuota Hilton y la Cuota 481, que envía carne proveniente de engordes a corral a los países del Primer Mundo.
No hay carne suficiente de novillos, debido a que no existen incentivos para llevar a los animales al peso exigido, que fluctúa entre los 420 y los 450 kilos. Con los costos actuales, es imposible esperar esa progresión, entonces los productores prefieren llevar a faena a los novillitos y las vaquillonas para abastecer al mercado interno, que sigue siendo una "aspiradora" a pesar de que los bolsillos están más flacos producto de la inflación y la fragilidad económica.
Y después está la categoría vacas, que poco tiempo atrás no era muy tenida en cuenta en los campos y en el sector frigorífico. Pero entonces apareció el gigante asiático con su voracidad y, de golpe, pasó a ser el comprador del 50% de la carne que exporta el país. Y los chinos piden carne de vaca, que si bien no tiene la calidad ni el precio que tanto disfrutaban los frigoríficos exportadores cuando miraban hacia Europa, al menos aporta volumen y permite mantener a flote las ventas externas, que incluso muestran números mejorados mes a mes.
Claro, las compras de Chinas están enmarcadas en un exigente protocolo sanitario, que la Argentina debe respetar para no perder su posición de privilegio. En ese sentido, como en tantos otros referidos a la agroindustria, San Luis está un paso delante de varios de los estados provinciales en cuyos campos se produce carne de exportación. Varios de los planes sanitarios que desarrolla el Gobierno caen como anillo al dedo a los pedidos que vienen de Asia, porque son el preludio de lo que luego se transformará en las toneladas res con hueso que serán embarcadas rumbo a China y a su socio comercial, Taiwán, otro puerto al que llega carne que luego será enviada a Beijing y otras ciudades que vieron crecer su población urbana en desmedro de la rural, con el consiguiente progreso social que lleva a la sociedad a consumir mucha más carne que años atrás.
“Recientemente, a través de la revistas de divulgación Motivar, nos informamos acerca de varios protocolos próximos a firmarse entre organismos sanitarios de China y Argentina (que negocia a través de Senasa), que permitirán a nuestro país ampliar sus exportaciones, proyectando ventas “por más de US$1.000 millones al año”, según Diego Guelar, que es el embajador argentino en China. Este acuerdo histórico, que podría cambiar radicalmente nuestra economía, está centrado en un cambio de paradigmas en cuanto a los requerimientos sanitarios”, contó Martín Rodríguez, el jefe del Programa Producción Agropecuaria y Arraigo Rural, del Ministerio de Medio Ambiente, Campo y Producción de San Luis.
Los chinos, además de las enfermedades clásicas que limitan el comercio internacional, tales como fiebre aftosa o la patología conocida como "vaca loca"; ponen la mirada en la sanidad del rodeo previo a la faena. “De manera resumida, solicitan que ante la detección de enfermedades tales como Lengua Azul, Aujeszky, tuberculosis, paratuberculosis, fiebre Q, carbunco y brucelosis; el establecimiento de origen de la enfermedad no pueda enviar animales a faena a frigoríficos que exportan a China por 12 meses. No solicitan certificado de 'libre' de ninguna de ellas, solo demostrar su ausencia”, amplía Rodríguez, expectante porque en San Luis hay un combate frontal desde hace años contra estas enfermedades que afectan a los rodeos vacunos.
El Plan Toro, que plantea la reposición de los animales enfermos por otros sanos y de mejor genética pone a San Luis un paso adelante.
Si bien constituyen patologías de declaración obligatoria ante Senasa, y será éste el organismo responsable de auditar e implementar un sistema de vigilancia epidemiológico dinámico, adquieren relevancia el compromiso del productor y del veterinario (corresponsable sanitario) en el trabajo tranqueras adentro del control de las enfermedades.
Y en San Luis ambas patas de la mesa productiva funcionan en conjunto desde hace años. El productor sabe que cuenta con planes de reposición para sus toros enfermos y el veterinario, que debe estar acreditado ante los organismos provinciales, también conoce las facilidades que otorga el Ministerio del Campo para quienes hacen las cosas bien. Y nadie quiere perderse la oportunidad de producir carne para poder exportar, menos ahora que el dólar tiene un valor competitivo y Argentina comenzó a pisar fuerte en un mercado que apetecen varios competidores de fuste, incluso sus socios del Mercosur.
“Dicho de otro modo, no está mal premiar a los productores que de manera responsable y conjunta con su veterinario de la actividad privada, controlan regularmente el status sanitario de sus rodeos”, reflexiona el funcionario provincial, quien fiscaliza personalmente el desenvolvimiento de los establecimientos ganaderos, promoviendo las buenas prácticas sanitarias y ofreciendo la ayuda del Estado para lo que el productor necesite para erradicar enfermedades en los rodeos.
Para Rodríguez es el momento ideal para apretar el acelerador y posicionar a San Luis como un referente en materia de exportación de carne vacuna. “Tenemos actualmente un status sanitario prometedor, donde si están involucrados y con el compromiso suficiente todos los actores de la cadena primaria, como son los productores y los veterinarios corresponsables; más los organismos oficiales, tanto provinciales como nacionales, podemos controlar y avanzar hacia las metas propuestas, que no son otras que la de incrementar las exportaciones y conseguir divisas para una economía que las necesita en urgencia”.
El Gobierno de la Provincia, a través del Programa de Producción Agropecuaria y Arraigo Rural, comenzó hace tiempo un trabajo referido a la sanidad animal que se extiende a diferentes especies productivas. Es una tarea silenciosa y eficaz que recorre todos los departamentos que tengan establecimientos productores de carne y comprende varias patologías, que incluyen algunas de las mencionadas anteriormente, contando con el Laboratorio del Campo como herramienta fundamental para los planes del gobierno, ya que ofrece sus servicios de última tecnología a un precio accesible para el diagnóstico de enfermedades reproductivas, incluso a productores particulares.
“La meta es un status sanitario controlado y dirigido a pequeños productores. Nosotros nos concentramos principalmente en los que tienen rodeos de cría con menos de 100 vientres; o bien porcinos con menos de 100 reproductoras; y pasa lo mismo con las restantes producciones registradas en la provincia, porque siempre vamos de la periferia al centro y ayudando a los que más lo necesitan. Esto permitirá con el tiempo y las inversiones que hace el gobierno provincial que los establecimientos productivos, sumando genética, manejo, tecnología y nutrición, puedan ser eficientes desde el punto de vista productivo, acceder a más y mejores mercados y motivar a grandes productores a sanear sus establecimientos, porque ellos podrán exportar”, explicó el jefe del programa dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, Campo y Producción, quien está convencido que la puerta que abrió China puede ser bien aprovechada por San Luis. “La Provincia ya asumió un compromiso y está en marcha”, fue su reflexión final.


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