Por la crisis, bajó el valor de los inmuebles en la ciudad de San Luis

Como un cazador implacable, la crisis arrincona a todos los sectores de la economía, y el inmobiliario no es la excepción. En San Luis, el tóxico cóctel conformado por un dólar por las nubes y una incertidumbre económica que no se disipa y frena las transacciones ha provocado  un fenómeno inusual que se replica en otras ciudades argentinas: los propietarios de inmuebles bajan las cotizaciones para mantener viva la esperanza de poder concretar una venta que, con el correr de los meses, se hace cada vez más elusiva. 

“El que quiere vender una propiedad ha disminuido bastante las pretensiones con los precios. Esto ocurre porque las operaciones están en stand-by. Al haber subido mucho el dólar en su momento,  las ventas se frenaron”, afirmó Fernando Olcese, titular del Colegio de Martilleros de San Luis, quien indicó que “en la provincia, como en el resto del país, tenemos la mente dolarizada”.

Los dueños que escogieron cotizar sus casas o departamentos en dólares son precisamente los que más sienten el cimbronazo de una macroeconomía,  que ha quedado “patas para arriba”. En la capital provincial, el descenso de las cotizaciones —referenciadas al billete verde— se encuentra entre el 20 y el 30 por ciento. La denominación en pesos para la misma propiedad  puede ser mayor que antes de la devaluación, pero esto es un resultado residual de la fortísima depreciación experimentada por el peso (en el 2018, el dólar totalizó un incremento del 105%).

“Había una casa fuera de las cuatro avenidas que antes de la devaluación fuerte del 2018 estaba cotizada en 100 mil dólares, que en su momento correspondían a unos 2.200.000 pesos. Pero el dólar pegó finalmente la estampida que pegó, y si yo tengo que salir a vender ese inmueble  con la misma cotización no se lo puedo vender a nadie. Ahora, esa vivienda cuesta unos 70 mil dólares”, afirmó. 

Olcese señaló, incluso, que aquellos que nunca dejaron de referenciar sus propiedades en pesos, en los últimos meses también decidieron bajar la cotización en moneda vernácula para  poder agilizar las operaciones. “No te sirve tener un inmueble vacío. Además, la crisis del sector ya lleva mucho tiempo”, aseguró y dijo que otro elemento que paraliza al mercado es la desaparición del crédito hipotecario.  

El señuelo de casas o departamentos que disminuyen su valor podría  resultar tentador para los inversionistas. Sin embargo, la incertidumbre es tan grande que nadie se anima a sacar la caña para salir a “pescar”. “Ni siquiera la baja de cotización en dólar logró  reactivar las ventas. El mercado está frenado. Están todos quietos y viendo qué es lo que va a pasar”, dijo el titular del Colegio de Martilleros, quien proyectó que el 2019 no traerá tranquilidad, al tratarse de un año eleccionario y con mucho ruido político.

Los que tienen el dinero, y el coraje, para lanzarse a la aventura de adquirir una propiedad deberán considerar que actualmente una casa de barrio, cancelada y escriturada, cuesta alrededor de $1.500.000, un monto que varía según el sector de la ciudad en la que esté emplazada. “Las zonas más cotizadas son Juana Koslay y Las Chacras. Además, está tomando mucho auge el sector de la Autopista 25 de Mayo”, agregó Olcese. 

La retracción en los montos del mercado inmobiliario es un fenómeno que se verifica en todo el país.  Según el Colegio de Escribanos de la ciudad de Buenos Aires,   los valores a los que se venden las propiedades disminuyeron en dólares tras la devaluación en más de un 10 por ciento.  El monto promedio de una transacción hoy es de 122 mil dólares, cuando en el 2017 llegaba a los 137 mil.  

Alquileres, la contracara 

Si la venta de propiedades en la ciudad de San Luis es  sinónimo de parálisis e incertidumbre, los  alquileres son la contracara. “El mercado se mantiene. Estamos trabajando con un treinta por ciento de incremento en la actualización anual de los contratos. Si bien la inflación fue superior, nos mantenemos a esos niveles para que se pueda seguir moviendo la rueda de contrataciones, sino, se frena también”, dijo el titular del Colegio. 

Señaló que en la capital provincial, un monoambiente va de los $3.500 a los $5.000 mensuales. El alquiler de un inmueble de un dormitorio puede llegar a los $8.000, y el de dos habitaciones está en el rango de los $10.000 a los $12.000.