Tiene proteínas como las que se encuentran en la carne vacuna, lo que lo hace mucho más nutritivo.
No hay acto más noble que el de ayudar. Laura Rodríguez Furlan es ingeniera en alimentos y Eugenia Dios Sanz licenciada en nutrición. Durante cuatro años trabajaron con un único sueño: ver a niños y adultos de escasos recursos y con problemas nutricionales consumir el pan que elaboraron y que cuenta con proteínas de las mismas características que las que aporta la carne vacuna. Es por eso que las científicas de la Universidad Nacional de San Luis (UNSL) contactaron a los responsables de
Caritas, quienes les sugirieron la parroquia San Roque del padre Alan Sosa Tello para llevar su innovación.
Ayer pasadas las 17, las colaboradoras, que cada sábado se acercan a la iglesia ubicada sobre la calle Justo Daract de la ciudad de San Luis, sirvieron la merienda que esta vez trajo el pan que está levemente endulzado con un dejo de canela y, además, lo untaron con dulce de leche. "Cien gramos del Pan Nutritivo, Proteico y Saludable tienen la misma cantidad de proteínas que cien gramos de carne de vaca", contó Dios Sanz mientras cortaba el alimento que tenía forma de budín y pesaba medio kilo.
Curiosos. Cerca de 40 niños recibieron el pan proteico mientras celebraban la llegada de las colaboradoras.
Desde hace una semana, Eloísa Vergés es la encargada de Caritas en San Luis. Ella estuvo en la jornada de ayer en la que se ocupó en persona de contarles a los más pequeños que comerían un "superpan". "Leí el proyecto y me parece interesante el desarrollo que hicieron las profesionales. También entiendo que es un gran gesto humanitario que debe estar acompañado por la educación para que las madres reconozcan la importancia de la buena comida. También destaco la idea de la premezcla, con la que podremos hacer que cada familia sea la hacedora de su alimentación", explicó Vergés sobre lo que busca implementar en esta nueva etapa de Caritas para ayudar a los más necesitados.
Furlan contó que al principio de la investigación pensaron en un alimento que fuera de fácil distribución, económico y con acceso para quienes lo precisan. "El pan sirve como complemento de la dieta. En la actualidad, a nivel mundial, los niños menores de cinco años no reciben los alimentos que necesitan como la carne, huevo, leche; y son reemplazados por fideos y arroz, lo que hace que no reciban todo lo necesario para una buena nutrición", explicó y agregó que la falta de nutrientes es un problema grave que condiciona el óptimo desarrollo de las personas.
En esta oportunidad, llevaron 50 bolsas de la premezcla y afirmaron que, como con cualquier otra harina, se usa agua potable para hacer la masa, luego se lleva al horno por 30 minutos y el pan está listo para consumir. "No debemos decir que este alimento viene a reemplazar la carne porque eso es incorrecto. Funciona como un suplemento que aporta gran cantidad de nutrientes entre los que se pueden destacar fibras, proteínas de origen animal y vegetal, potasio, minerales, hierro y calcio, entre otros", contó.
El padre Alan celebró la acción de las científicas. "Esta es la respuesta de nuestros investigadores a la sociedad. También es bueno saber que la universidad sale a la calle para ayudar. Es poner la ciencia al servicio de los más necesitados. Ahora buscan el financiamiento económico para que el 'superpan' pueda llegar a todos", destacó.
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