Los desafíos para la nueva gestión del INTA San Luis

Hugo Bernasconi transmite tranquilidad. Aunque acaba de asumir la responsabilidad de un organismo clave para la producción agropecuaria en San Luis, sustenta su calma en dos factores principales: la experiencia que le dio una década involucrado en gestión y la confianza que deposita en el plantel profesional del que formaba parte y que ahora deberá conducir.

Con 50 años de edad, el ingeniero agrónomo se convirtió en el nuevo director del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) en la provincia. Dialogó con la revista El Campo y anticipó algunos puntos de su plan de gestión para los próximos cuatro años. Explicó que dividirán el mapa puntano en tres plataformas para atender las demandas específicas de cada región y aseguró que intentarán aceitar la vinculación con otras instituciones relacionadas al sector.

El hombre nació en Vedia, provincia de Buenos Aries, en 1969. Llegó al suelo sanluiseño para estudiar agronomía en la que por entonces se llamaba Facultad de Ingeniería y Ciencias Económico Sociales (Fices) en Villa Mercedes. No solo completó sus estudios sino que anidó definitivamente en la tierra de la Calle Angosta, donde formó una familia y realizó prácticamente toda su trayectoria profesional.

El INTA es casi como su segundo hogar. Ingresó en 1999 por un contrato en el Programa "Prohuerta" y en el 2004 pasó a formar parte del plantel de técnicos del organismo. En el 2009 asumió el rol de jefe de la Agencia de Extensión Rural (AER) que hay en su localidad, y desde entonces ocupó diferentes funciones que tenían que ver con conducir personas y administrar recursos.

La Cuenca del Morro, la aparición de malezas resistentes y la arbustización en el sur son algunos de los problemas que tendrán que resolver con más urgencia. 

 

"Soy consciente del tipo de desafío que tengo enfrente. Lo tomo con muchas ganas y responsabilidad. Me gusta mucho la gestión y creo que he ido adquiriendo herramientas para saber cómo desempeñarme en este cargo", expresó.

Para acceder al máximo puesto del organismo en la provincia, tuvo que participar de un concurso abierto, en el que presentó un posible plan de gestión para la Estación Experimental Agropecuaria (EEA) de San Luis.

“La idea es darle mejor calidad de vida al productor”, sintetizó. Pero para llegar a ese objetivo, explicó, su proyecto se asentará en tres ejes principales. "Por un lado, apuntamos a mirar un poco hacia adentro y tratar de optimizar algunas cosas para que los compañeros puedan trabajar de la mejor manera. En segundo lugar, queremos aceitar la articulación con otras instituciones de la provincia, algo que nos permitirá potenciar nuestra respuesta a las demandas de cada territorio. Y el tercer aspecto será construir una nueva misión y perfil de la Experimental. Siempre estuvimos orientados a la producción de carne bovina, con pastizales y forrajeras, pero ahora entraron en juego muchos otros rubros. Por eso tenemos que revisar y actualizar nuestra identidad", detalló.

Como toda dependencia del gobierno nacional, el INTA ejecuta políticas públicas planificadas por las diferentes gestiones que toman el mando del país. Sin embargo, Bernasconi sostuvo que no cree que la reciente asunción de Alberto Fernández y todo su gabinete modifique demasiado los planes que ya trazaron en San Luis.

Es que en el último semestre, todo el instituto se ocupó de formular una cartera de proyectos que desarrollarán durante los próximos cinco años y que constituye la "esencia" de la institución, según explicó el directivo. "Esta cartera se está terminando de armar y aprobar, y estaría empezando a funcionar en estos meses", adelantó.

Esa nueva programación traerá una modificación importante en el funcionamiento en cada zona. Porque las regiones se dividirán en Plataformas de Innovación Territorial (PIT). "Lo que hacen es contener proyectos que se van a armar desde las demandas propias que haya en cada lugar y que van a estar relacionadas con las provincias vecinas", explicó Bernasconi.

En San Luis, la geografía se dividirá en tres PIT. Una compartirá trabajos e investigaciones con Mendoza y San Juan, otra con el suroeste de Córdoba, y la última con La Pampa.

De un diagnóstico previo ya surgieron algunos de los principales problemas que tienen que seguir estudiando o emprender desde cero. El agrónomo anticipó tres, a modo de ejemplo, que demandan una especial atención en el campo puntano: la emergencia ambiental de la Cuenca del Morro, la aparición de cada vez más malezas resistentes a agroquímicos y el fenómeno de la arbustización, que ha avanzado sobre los campos ganaderos del sur provincial.

Además de esos temas, el flamante director dijo que seguirán acompañando el crecimiento de la producción, tanto en las actividades más fuertes (agricultura y ganadería) como en las economías alternativas que han ido ganando terreno en los últimos años, como la apicultura, la cría ovina y porcina, y la emergencia de las energías renovables.

"El sector rural de San Luis es muy activo y se caracteriza por no bajar los brazos, por más que los momentos sean difíciles. Creo que tiene un enorme potencial y debemos trabajar desde las instituciones en apoyar a los productores en la parte organizativa, para que estén preparados cuando lleguen oportunidades en los mercados", analizó.

Aunque ya empezó a trabajar como director, recién tomó el cargo formalmente el viernes pasado. Ricardo Sager, quien ocupó ese lugar en los últimos cuatro años, le transfirió su puesto y seguirá como director interino del Centro Regional de La Pampa y San Luis. La responsabilidad que Bernasconi tiene por delante no es poca, pero reposa su tranquilidad en sus pares. "Confío en la calidad humana y profesional de la gente que tengo al lado. Entre todos lograremos muy buenas cosas", dijo.