Brindaron una jornada sobre producción sustentable

Un grupo de estudiantes, profesionales y productores se reunieron para hablar sobre la elaboración de bioinsumos. La jornada “Producción frutihortícola sustentable” fue organizada por el INTA, la UNSL y Senasa. “La teoría fue presentada en el Centro Cultural de San Francisco, estamos agradecidos con el Municipio por cedernos ese espacio. Pudimos trabajar muy a gusto. Esperamos que haya sido la primera de muchas”, indicó Eduardo Guillin, doctor en Ciencias Biológicas, de la Agencia de Extensión Rural INTA Quines.

Los bioinsumos son productos elaborados a partir de organismos benéficos como bacterias, hongos, virus e insectos, o extractos naturales obtenidos de plantas, que pueden ser utilizados para controlar plagas o promover el desarrollo de las plantas.

“Fue muy importante la articulación que a mí me gusta llamar transinstitucional. Digo trans porque nos recorre por dentro y contacta con diferentes instituciones”, expresó Guillin.

La primera en disertar fue la doctora Viviana Calvente, de la cátedra de Biotecnología de la Facultad de Química, Bioquímica y Farmacia de la UNSL. Expuso los trabajos que vienen desarrollando en relación a la obtención de microorganismos que tienen dos funciones: el control de plagas y patógenos fúngicos; y la función que cumplen esos microorganismos al promover el crecimiento vegetal.

“Mostró resultados de ensayos de laboratorio, específicamente habló de cómo controlar enfermedades en la etapa de poscosecha de manzana o para promover el crecimiento en cultivos hortícolas como lechuga”, indicó el especialista del INTA.

A la jornada asistió Sergio Sautur, un productor de Luján que se sumó a la producción de naranjas para contribuir a la recuperación de la fruta característica de la localidad. “Junto a él vamos a trabajar en recuperar el naranjo criollo favoreciendo el cultivo y la recuperación del suelo”, indicó.

Estela Blanco, especialista en Horticultura de INTA San Luis, habló de la importancia que tiene el suelo para el cultivo y que muchas veces no se toma en cuenta. “Puso en relieve la utilización de compost, que se usa para nutrir el suelo y darle mucha más fertilidad, fue muy grata la charla”, expresó Guillin.

Otra de las charlas estuvo a cargo de Verónica Frigidi, del área de Agricultura Familiar del Senasa, quien hizo hincapié en “la importancia de formalizar la actividad para acceder a distintos beneficios que promueven las leyes provinciales y nacionales. Habló de costos en determinados trámites y el acceso a programas sanitarios. Cuestiones que de no tener estos beneficios serían muy costosas para los pequeños productores”, indicó.

El invitado principal del encuentro fue el ingeniero César Gramaglia de la agencia del INTA de Villa Dolores, quien tiró por el suelo la idea de que trabajar con bioinsumos es una pérdida de dinero. “Dio muestras de que, aun en condiciones hostiles, a través del uso de bioinsumos se pueden obtener resultados económicos similares a los que se alcanzan en la producción tradicional”, explicó, y añadió que llevará tiempo cambiar el modo de producción, pero se mostró optimista al afirmar que “hay que generar confianza en estas nuevas maneras de producción sustentable, el tiempo hará que se vayan expandiendo”, concluyó.

A la tarde se realizaron actividades para desarrollar en la práctica la información que obtuvieron a la mañana.