El muralismo conquistó a los beneficiarios del Plan Solidario

Las capacitaciones del programa "Pinta San Luis" llegaron a la ciudad. Ayer por la mañana arrancó la primera jornada dedicada a muralismo y participaron más de cien beneficiarios del Plan Solidario. En uno de los espacios del estadio de La Pedrera, debajo del escenario, tuvieron la clase teórica y diseñaron algunos bocetos. Hoy, pincel y rodillo en mano, se encargarán de plasmar una gran obra en los alrededores de la fuente de aguas danzantes del parque. 

"Es el primer ciclo de capacitaciones que consta de dos jornadas, de 9 a 17. Se aprende a trabajar en equipo, es un desafío muy interesante. Si bien esta etapa está destinado a la gente del plan, luego podrá sumarse el público general; deben anotarse en la página del programa y si se completa el cupo haremos más porque queremos que todos los que quieran capacitarse puedan hacerlo. Entregamos diplomas para cada uno de los que asistieron. Estamos sorprendidos porque la convocatoria superó las expectativas", señaló Rocío Agüero García, al frente de Diseño y Arte Pinta San Luis.

A cargo de las clases está Ángel Pollini, un villamercedino que hace 15 años empezó a decorar paredes. Sus piezas están distribuidas en bares y comercios de la ciudad y dan cuenta de la versatilidad de sus trabajos (Ver "Un talento...").

"Consiste en tratar de pintar murales, una técnica milenaria y que creemos que puede hacerlo cualquier persona con mucho trabajo, esfuerzo, sacrificio y voluntad. En el muralismo se trata de llevar un dibujo, una pintura o un diseño a gran escala, es decir a grandes dimensiones", explicó el artista.

En el encuentro de ayer (lunes) tuvieron la teoría donde aprendieron sobre la historia de la técnica, cómo encarar una obra y la logística. Incluso dibujaron algunas cosas para anticiparse a la parte práctica, que será este martes. 

"Los más de cien integrantes pintarán un mural simultáneamente. Estarán divididos en tres equipos: uno atento a los detalles, otro se abocará a la pintura, y otro al color. Será alrededor de las aguas danzantes", adelantó Agüero García.

Pollini agregó que llevar el diseño a gran escala y con mucha gente es complicado, pero como estarán organizados el resultado será rápido. "Tengo planteados algunos disparadores pero el diseño tratamos de amoldarlo al lugar donde va a quedar plasmado. Utilizamos todo tipo de pintura, hasta pomada de zapatos", contó.

Deli Cuello, que acudió al taller y que ha realizado y exhibido cuadros, expresó: "Siempre pinté pero esto es distinto, es nuevo y muy lindo, descubrí que había cosas que no sabía.  Me gusta mucho el paisajismo, copiar lo natural, pero he hecho hasta rostros".

Estela Luna, otra de las participantes, consideró que "lo importante es que podremos guardar los conocimientos y poder utilizarlos después. La única comunicación que he tenido con el arte ha sido por la tele o los libros, en la escuela o la facu. Y como asistí a un taller de reciclado, trabajé con papel y aprendí algo de pintura. Esto me fascina y es precisamente para que despierte la vocación".

Su compañera, Marisa Albornoz, reconoció que tenía una base  en el tema y se mostró muy contenta con el taller. "Conocía de dibujo pero esto es lo actual. Vimos cosas que no sabíamos como decoración en casas y comercios, y cómo influyen en las ventas y en llamar al cliente. Fue muy interesante. Mañana (por hoy) en la práctica veremos cómo expresar lo que aprendimos", dijo entusiasmada.

Está previsto que la capacitación llegue a 8 localidades, entre ellas Arizona, San Francisco y Nogolí.

Un talento autodidacta y puntano

Ángel Pollini tiene 33 años y hace 15 que decidió dedicarse al arte del muralismo. Su vocación despertó de niño y desde entonces confesó que "no paró nunca".

"Me gusta la parte creativa de la pintura, dibujo todo lo que más puedo. Mi consejo es que no paren, que no tengan impedimentos, si no hay papel que pinten sobre un libro viejo o revistas, que le den práctica a la creatividad que cuando llega hay que estar lista para sacarla al exterior", sostuvo.

Sus obras han copado varios espacios de la ciudad ya que pueden apreciarse en gimnasios, bares y comercios locales y, aunque sean diferentes, tienen un sello muy personal. 

"Mis técnicas son libres, fui aprendiendo con los errores por eso en la capacitación hablamos de ellas para no cometer errores y gastar materiales que hoy por hoy son muy costosos", adelantó.