Detuvieron al joven que chocó a un motociclista cuando conducía alcoholizado

Hernán Emiliano Muñoz, el joven conductor que chocó una moto y dejó en grave estado al motociclista Daniel Alejandro Miranda Del Valle, recuperó la libertad este viernes, después de que lo tuvieron demorado para averiguarle los antecedentes. Pero horas más tarde, el juez Correccional 2 de San Luis, Juan Manuel Montiveros Chada, ordenó su detención y lo imputó por las lesiones que le ocasionó a Miranda Del Valle cuando, alcoholizado y a alta velocidad, el automovilista cruzó un semáforo en rojo y embistió la moto. 

La aprehensión fue concretada pasadas las ocho de la noche por policías de Accidentología Vial, y no presentó ningún inconveniente, según confirmó el propio magistrado. “En el sumario trabajan de modo conjunto Accidentología y la Comisaría 1ª. Tienen, a partir del momento de la detención, 24 horas para ponerlo a disposición mía. Una vez que eso suceda, tengo 24 horas para tomarle la declaración indagatoria”, refirió el juez, quien dijo que el sumario ya está bastante avanzado. 

Consultado sobre qué delitos le imputa a Muñoz, indicó que prefería no brindar más información “hasta no recibir las actuaciones”. 

“La detención por antecedentes y medios de vida es una facultad que tiene la Policía, pero el joven no estaba con una imputación concreta. Por ello recuperó la libertad, sin perjuicio de que el sumario se siguió labrando y completándose. Cuando llegó a un punto en que las actuaciones lo ameritaban, ordené la detención”, explicó Montiveros Chada. 

La novia lo vio 

“Estas horas de espera, aparte de ser clave, son eternas”, le dijo Gastón, hermano mayor de Daniel Miranda Del Valle, a El Diario, a metros de la puerta de la terapia intensiva del Hospital San Luis, donde está internado. “Según el parte médico, el estado de mi hermano es crítico. Lograron estabilizarlo, no ha empeorado ni mejorado. Está en coma farmacológico. Tiene una gran inflamación en el cráneo y una contusión importante en un pulmón”, contó Gastón ayer, pasado el mediodía. 

Por el momento, Daniel, de 27 años, no ha sido operado. Pero su hermano aclaró que, en caso de que la inflamación no ceda, es posible que deban intervenirlo quirúrgicamente. “Tiene fracturas debajo de los ojos, en la nariz, la mandíbula, la pelvis y las dos piernas”, detalló. Explicó que, como consecuencia de una quebradura anterior en el tobillo izquierdo, le habían colocado un arpón que, producto del choque, se salió. Y en la otra pierna ahora sufrió una fractura de peroné. 

Gastón recordó que a él le avisaron del accidente a las 6:50 del jueves, y que a las 7:05 ya estaba en el lugar. Llegó cuando Daniel ya estaba en la ambulancia. Y fue la propia novia del herido, Gabriela, quien vio al muchacho cuando aún estaba apretado entre dos autos, un Peugeot 207 que estaba estacionado y el Chery Skin Hatchback blanco que conducía Muñoz. 

Gastón contó que Gabriela es enfermera y trabaja en el Sanatorio Rivadavia, ubicado dos cuadras y media al oeste del punto del choque. Si bien él y su madre viven en el barrio Vialidad Nacional, en inmediaciones al Parque de las Naciones, algunas noches que su novia está de guardia, Daniel suele quedarse cuidando la casa de ella, situada en calle Estado de Israel, cerca de la cancha del club Estudiantes. Esa noche, Daniel había estado en la casa de ella, e iba a buscarla a su trabajo cuando fue impactado por el Chery. 

“Mi cuñada salía a las siete. Se comunicó con él para decirle que estaba por salir y preguntarle si estaba levantado. Él le respondió que sí, y (ella) le dijo que se demoraba unos diez minutos, porque le faltaba terminar unas cosas, pero él le dijo que iba a salir igual, para llegar tranquilo. Su última conexión a WhatsApp fue a las 6:29. La verdad, no sé qué recorrido habrá hecho, pero bajaba por Bolívar”, narró. En el semáforo, la moto de Daniel, una Motomel 150 negra tipo chopera, fue embestida por el auto que manejaba Muñoz, por Maipú hacia el norte. 

La moto, destruida

Gabriela “lo esperaba en la puerta. Mi hermano no llegó, no llegó, así que ella supuso que se le había pinchado una goma, o que se había quedado sin nafta, como más de una vez pasó. Así que empezó a hacer el recorrido que sabe que suele hacer”, relató. En la esquina de Bolívar y Maipú se encontró con el choque. La víctima era su novio. “Ella le hablaba, y él quería abrir los ojos, enderezarse, y no le respondía el cuerpo”, contó. Tan fuerte fue el golpe que el casco “quedó en la luneta” del Peugeot que estaba adelante, refirió. 

Por su parte, cuando llegó a la zona, como vio que las calles habían sido cortadas, Gastón entró a contramano por calle Las Heras. “A unos metros, encontré una parte de la moto”, dijo. Quedó partida en dos. Los pedazos del rodado habían quedado dispersos en un largo tramo de los cien metros de la cuadra. “De la manera que quedaron él y la moto, de la manera que estaban los autos estacionados, el auto ha venido muy fuerte”, estimó. 

“A mi hermano lo vi unos cuarenta o cuarenta y cinco minutos después del choque, en el shock room. El cuerpo temblaba, saltaba, estaba helado como una piedra. Y cuando lo habló mi mamá empezó a llorar, es como que hacía fuerza para despertarse. Después quedó totalmente inconsciente”, relató Gastón. Cuando lo vieron el jueves a la tarde, tenía un semblante un poco mejor y los músculos relajados, por los medicamentos. 

“A mi hermano, a mi mamá y a mí nos arruinó la vida. Que le pase algo así a un chico normal, al que le gusta andar en bicicleta. Él hace BMX, muchos lo han visto en el Parque de las Naciones, es muy conocido en ese ambiente. Es un loco de la bicicleta, y bueno, se había comprado la moto. Ahora vivimos el minuto a minuto”, lamentó.