Realizan y donan pelucas para pacientes oncológicos

Como todos los sábados, Fernanda Selada estaba en el garage de su casa. Parada al lado de la mesa, le daba las últimas puntadas a la primera peluca de cabello natural hecha por un grupo de voluntarias, para donarla a las personas que atraviesan un tratamiento oncológico. Al costado, Clara Lucero, de diez años y una cabellera hasta la cintura, se sentó en una silla, se puso una capa y se la dejó cortar. 

“Comenzamos en febrero con la colecta, queríamos juntar materiales para confeccionar”, dijo Fernanda, mientras acomodaba el maniquí y contaba cómo es el paso a paso para hacer una peluca. “Primero armamos las cortinas con cinta de papel, se cosen y luego se montan en el casquete. Cada una de las que estamos en 'Pelucas Solidarias' nos dividimos las tareas, llevamos el trabajo a casa y los sábados le damos el toque final”, detalló con los ojos vidriosos al recordar que ya entregaron seis pelucas reacondicionadas.

“Esas nos las dieron mujeres que ya no las utilizaban más. Nosotras las arreglamos y las mandamos. La gran mayoría se fue a la ciudad de Villa Mercedes, acompañadas por gorros, pañuelos y turbantes que también nos regalaron”, expresó la puntana, quien respiró profundamente para que la emoción no la invadiera. “Cuando llegan a destino, sus nuevas dueñas nos mantienen al tanto. Mandan una foto de la caja al retirarla y otra al ponérsela. La semana pasada, en una red social, vimos el perfil de una chica con sus hijos y estaba feliz. Para mucha gente es insignificante, pero cuando te das cuenta del impacto que tiene en alguien que la pasa mal, es un montón y te reconforta”, manifestó.

La joven resaltó que las prestan y que, hasta el momento, tiene varias encargadas. “El paciente se tiene que comunicar a través del Facebook Pelucas Solidarias San Luis. Pedimos los datos y un certificado que justifique la patología. Una vez que ya no necesitan la peluca, la devuelven y la ponemos en condiciones para que alguien más la utilice. Al cabello lo pueden teñir, hacerle el alisado, cortarlo, porque es natural y no pasa nada”, dijo y le colocó la última capa al peluquín. 

Fernanda nunca imaginó que finalmente podría concretar uno de sus sueños que, por una razón u otra, nunca pudo llevar adelante. “En diciembre me quebré la rodilla y tuve tiempo para pensar en lo que empezás y nunca terminás. Ahí decidí hacerlo por necesidad propia. Mi cuñada falleció de cáncer, queríamos conseguir una peluca para ella y no bajaba de los 30 mil pesos. Los que están en esa condición en lo que menos piensan es en gastar ese dinero, tiene cosas más importante”, precisó y agregó que finalmente en febrero de este año comenzó esta aventura. 

“Amigas, familia y gente con ganas de ayudar se sumaron de a poco, hoy somos diez. Abrimos una cuenta en Facebook y, en menos de un día, cerca de mil personas la compartieron”, dijo orgullosa la puntana, que nunca imaginó la repercusión que tendría. “Al principio no querés hacerte ilusiones para no decepcionarte, pero ha sido conmovedor ver cómo la gente se sumó. Hoy, dos chicas cortan el cabello gratis, al igual que peluquerías de Villa Mercedes y del interior que colaboran con nosotras.

Otra chica nos manda suvenirs para regalar. Es una gran cadena de favores que, sin duda, sin ellos no lo podríamos llevar adelante”, resaltó. 

 

Manifestó que quienes quieran sumarse pueden hacerlo los sábados de 9 a 13. “Se comunican por la red social y ahí coordinamos para que vengan. Todos pueden colaborar con lo que tengan. Nos hace falta hilo de poliéster, microtul de doble rebote para hacer casquillos, telas suaves para confeccionar turbantes y cabezas de telgopor”, destacó la joven.