San Luis y Globoaves planean armar una alianza estratégica

El ministro de Producción, Sergio Freixes, recibió al gerente general de Globoaves, Daniel Cañizares, para plantearle la disposición de San Luis a colaborar en la ampliación de un negocio avícola que podría agregar valor a la producción de huevos fértiles, aumentar la cantidad de empleados de la firma y, como beneficio para la población en general, bajar el precio del pollo en la góndola si logran entre ambos cerrar la cadena productiva a través de algunas inversiones adicionales.

Globoaves se encuentra radicada en Villa del Carmen desde 2002, pero además tiene granjas diseminadas por el Valle del Conlara y oficinas en Naschel. Produce alrededor de nueve millones de huevos fértiles por mes, lleva adelante exportaciones a México y Venezuela, y abastece al mercado local.

Los huevos fértiles, a diferencia de los comunes que se compran en los negocios para hacer duros o fritos, son aquellos que surgen de la fertilización del gallo a la gallina. Contienen adentro un embrión que, luego de un período de incubación, da lugar al nacimiento de un pollito. 

“Escuchamos y acompañamos a los diferentes sectores productivos de la provincia. El diálogo es fundamental para encontrar un camino de trabajo conjunto que genere un crecimiento en las industrias que apuestan a la producción en San Luis”, reflexionó  Freixes luego del encuentro que Cañizares calificó como "muy positivo, porque encontré una gran predisposición del ministro para escuchar nuestras propuestas y apoyar la producción local".
Globoaves es una empresa importante, que emplea a 270 operarios y cuenta con entre 600 y 700 mil animales en sus granjas, que tienen un costo elevado en dólares. Basta una simple cuenta para comprender que el capital que encierra es más que valioso.

Claro, si bien los números y la experiencia hablan de una empresa consolidada, Globoaves Argentina no escapa a la crisis económica nacional. “Casi el 70 por ciento de nuestro costo de producción está conformado por valores en dólares. Queremos ver de qué forma podemos accionar conjuntamente para mejorar esta situación y seguir compitiendo en el mercado”, reflexionó el directivo, quien aseguró que viene teniendo reuniones con ministros relacionados con el campo "desde la época en la que estaba al frente de esa cartera Reynaldo Pastor. Hubo algunos más receptivos que otros a la hora de plantear un trabajo conjunto. Freixes está entre los más comprometidos".

El planteo de la empresa, que viene desde hace años, es el de armar una alianza estratégica, para lo cual necesita de inversiones de parte del Estado puntano. "La idea es cerrar la cadena productiva y abastecer a la provincia con pollos hechos en San Luis, lo que permitiría bajar su valor en góndola. Hoy vienen de afuera, de Córdoba, Buenos Aires, Mendoza y Entre Ríos. Entonces, los proveedores cobran lo que quieren", aseguró Cañizares.

San Luis debería armar una planta para la incubación de los pollitos, más unos galpones que ya en su momento estuvieron proyectados para el sur provincial, donde se haría el engorde. "Podría ser en Batavia, como se habló en su momento, o en el territorio ranquel. Ese proceso lo podrían hacer los pequeños productores locales. Además, hay 11 hectáreas en Fraga para levantar cuatro frigoríficos", contó el gerente general de Globoaves.

El proceso productivo comenzaría con la compra de pollos de otras provincias, hasta tener producción propia, pero para procesar en San Luis a través de un peladero que necesitaría mano de obra puntana. "Después iríamos al paso anterior, que es incubar y finalmente uno más atrás, que es el engorde. Lo vital es que sea una política de Estado, que se pueda mantener en el tiempo", reflexionó Cañizares, quien tiene su oficina en Río Cuarto pero viaja permanentemente a San Luis.

Cinturón sanitario

Un tema clave es la bioseguridad, que a la vez causa resquemores en los pequeños productores avícolas, porque podría restringir sus actividades a través de la imposición de un cinturón sanitario para proteger a Globoaves. La empresa pide desde hace años un perímetro sin empresas avícolas que tengan un estándar inferior al suyo. "Debe ir de La Punilla al arroyo Papagayos, al este están los Comechingones y al oeste, entre las rutas 1 y 148", dice el directivo.

La empresa asegura que no quiere quitarle el trabajo a nadie: "Demostramos que los podemos potenciar. Estamos dispuestos a armarles corrales, darles alambrados, poner a disposición un veterinario y hacer los sangrados para que trabajen en regla".