Prisión para un joven que atacó a tiros a dos vecinos en la calle

Sucedió eso de lo que Rodrigo Ismael Domínguez, al parecer, no tenía escapatoria. El juez instructor Leandro Estrada lo procesó y lo envió a prisión por dispararles cuatro veces, desde una moto, a dos vecinos. Parecía casi inevitable que eso ocurriera porque Félix Francisco Solis, una de las víctimas, no dudó en mencionarlo como quien le gatilló, en una esquina del barrio San Antonio de Villa Mercedes. Tampoco era una novedad que "El Chori", como lo conocen en ese barrio, anduviera a los tiros con cualquier vecino con el que circunstancialmente se cruzaba.

El joven de 19 años fue procesado por "Homicidio simple calificado por el empleo de un arma de fuego, en grado de tentativa". Su amigo, Leandro Ariel Antuña, a quien los investigadores detuvieron pensando que era quien lo acompañaba en la moto desde la que atacaron a Solis, en cambio, quedó en libertad.

El juez de Instrucción Penal 2 consideró que no había pruebas suficientes como para vincularlo a la agresión. Para empezar, por ejemplo, la ropa que le secuestraron no coincidía con las prendas que la víctima describió que vestía quien andaba con Domínguez. Tampoco la moto que le incautaron cuando lo aprehendieron era similar a aquella en la que se conducían los agresores al momento del ataque; una era roja y la otra negra, diferenció Estrada en su resolución. Por eso le dictó la falta de mérito a Antuña, de 22 años.

De acuerdo con las pruebas y los testimonios recabados por los policías de la Comisaría 8ª, Estrada entiende que el jueves 16, alrededor de las 19, Domínguez atacó a Solis y a Franco Barrios, que caminaban por Riobamba y Pablo Lucero.

"El Chori" andaba en una motocicleta roja, junto a otro hombre que las víctimas no pudieron identificar. Circulaban por Lucero, a contramano.

"A unos escasos metros de distancia comienzan a efectuar disparos, sin lograr alcanzar" ni a Solis ni a Barrios, señaló el juez. Gatillaron cuatro veces.

Solis relató que se escondieron detrás de un camión, pero logró ver que los atacantes continuaron por Riobamba al este. A uno no logró verlo bien, ni supo decir quién era, pero al otro no tuvo problema en señalarlo: era "El Chori".

Los efectivos del Comando Radioeléctrico aprehendieron a Domínguez y a Antuña a las dos horas. Los localizaron en lo que comprendieron era "una actitud sospechosa" en San Juan, entre 9 de Julio y San Martín.

"Cuando notaron a los policías intentaron evadirlos y se descartaron de unos elementos, pero los patrulleros pudieron demorarlos", comentó el subcomisario Pedro Alaniz, jefe de la Comisaría 8ª.

Esas cosas de las que uno de ellos se deshizo eran un revólver, calibre 22, y un filtro para pileta con sus accesorios y manguera.

En la indagatoria, Antuña explicó que había estado vendiendo el filtro para pileta a una mujer, que contactó por Facebook, y que no estaba al tanto de que "El Chori" estaba armado.