Investigan a un hombre por abusar de su hijastra adolescente
Según contó la víctima, los ultrajes comenzaron en enero de 2019 y ocurrían cuando su mamá trabajaba.
Es posible que la decisión que C.L.O. adoptó esta semana de presentarse en la Justicia obedezca a que tenía en claro que de un momento a otro la Policía iba a ir a buscarlo, para arrestarlo y ponerlo a disposición de la jueza Penal 3, Virginia Palacios. Y es que hace exactamente ocho días, la magistrado ordenó detenerlo. Ella lo investiga como sospechoso de haber abusado de su hijastra, una chica de 14 años a la que prácticamente ha criado, ya que durante 9 años estuvo en pareja con la mamá de la adolescente.
Justamente el hecho que el imputado y la joven hayan compartido el mismo techo hace más grave el delito. Por ello, el hombre de 41 años fue indagado por “Abuso sexual gravemente ultrajante agravado por la convivencia preexistente siendo la víctima menor de edad”. El imputado vivió en La Punta, junto a la familia, hasta que la menor le reveló lo que pasaba a su mamá, hace medio año.
A fines de julio de 2019, la adolescente se fue por algunas horas de su casa, y su mamá hizo una solicitud de paradero en la Comisaría de Atención a la Niñez, Adolescencia y Familia (Canaf). Refirió en esa oportunidad que habían tenido una pelea porque la chica tenía malos modales con ella, le gritaba e inclusive le había pegado. Su hija estaba muy rebelde, y no lograba contenerla, según reconoció.
Por lo que explican los especialistas, las idas o fugas del hogar son un alerta de que a los chicos algo les pasa, algo los inquieta, algo les molesta, algo les duele o no toleran.
La ausencia de la joven se extendió algunas horas. Cuando regresó a su casa, con su hija estaba un chico de la misma edad de ella, con el que había empezado un noviazgo. Pero la madre, molesta por el trato de la chica hacia ella, le pidió al muchacho que se fuera y no volviera por allí. Horas después, la joven le dijo a su mamá que quería que hablaran.
Le dijo que estaba enamorada de su padrastro desde hace mucho tiempo y que a comienzos de ese año empezaron a pasar cosas entre ellos, como tocamientos en la zona íntima y otras prácticas sexuales. Por lo que la joven le dijo a su mamá y después relató en la Cámara Gesell, su padrastro no la accedió carnalmente.
Le explicó que esos hechos, que se reiteraron a lo largo de esos meses, sucedían cuando ella, la madre, estaba en el trabajo (tiene turnos rotativos) y C.L.O. quedaba al cuidado tanto de ella como de su hermana menor. Esa nena es hija de la denunciante y del acusado.
El mismo día que su hija le contó todo eso, la mujer encaró a su pareja, le preguntó si todo eso era cierto y le pidió explicaciones. Dijo que él nunca le negó lo que su hija le había confesado. El hombre se fue de la casa, se mudó a San Luis Capital. Y su expareja hizo la denuncia en la Comisaría 28ª, que después ratificó en el juzgado, e instó la acción penal.
Según el informe de la psicóloga que hizo la entrevista en Cámara Gesell, el relato de la adolescente es creíble y de él surgen claros indicadores de abuso sexual, en distintos órdenes. Y consideró que tenía que empezar de forma urgente un tratamiento psicológico, que debía ser controlado para su efectivo cumplimiento.
A través de las entrevistas y las distintas pruebas que aplicó, la profesional advirtió que la joven tenía un estado de angustia significativo e intensos sentimientos de soledad, ansiedad, temor y culpa por lo ocurrido.
Línea 144 - Atención a víctimas de violencia de género
Gratuita, anónima, nacional y disponible las 24 horas del día, los 365 días del año.


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