Villa Mercedes: manejaba a contramano y con 4,79 de alcohol en sangre

El hombre, de apellido Mazo y de 60 años, tenía toda la documentación en regla, la licencia y el seguro al día. Pero le dio a la Policía Municipal de Villa Mercedes sobradas razones para que le labrara una infracción y le retuviera el Renault 9 que conducía ayer cerca de las 8:50. Por al menos cuatro cuadras manejó a contramano el auto, con 4,79 gramos de alcohol por litro de sangre. Tal era el estado de ebriedad en el que estaba que mientras se desarrollaba el procedimiento, Mazo seguía bebiendo cerveza de una lata. Y si bien nunca le faltó el respeto a la Policía, "lo único que pedía es que lo dejaran seguir conduciendo para poder llegar a Achiras", el pueblo donde vive, contó el responsable de la Policía Municipal, Daniel Bravo.

El operativo fue en Lisandro de la Torre y General Paz, en una zona de gran afluencia vehicular. En proximidades casi tuvo un roce con otro automóvil, en el que iba una mujer con niños, dijo Bravo. "Lo que nos dice es que había estado en una fiesta en la ciudad. Había perdido el sentido, porque Lisandro de La Torre corre de sur a norte y él venía de norte a sur. Buscaba salir por ruta 55 norte, que ya se había pasado, e ir por 25 de Mayo.

Estaba medianamente orientado por dónde tenía que salir, pero al tener tanto alcohol en sangre, estaba perdido en el tiempo y en la ubicación. No podía mantenerse en pie, se apoyaba en alguna puerta o en algún inspector", comentó Bravo, quien recordó que por ordenanza municipal, en esa ciudad, la tolerancia de alcohol es cero.

La Policía le dio conocimiento al Juzgado de Faltas y secuestró el Renault 9, que fue llevado al depósito de la colectora norte.

Mazo dio un domicilio o mejor dicho, intentó dar referencias de dónde había estado, pero no pudo ser preciso. Finalmente, un inspector pudo descifrar cuál era la zona que indicaba. Dada la edad del hombre, lo trasladaron en una camioneta de Tránsito Municipal a ese domicilio, en el que vive gente conocida, para que permaneciera allí hasta que se le pasara el estado de ebriedad. "Más allá de la sanción económica, el Juzgado, de acuerdo al nivel de alcoholemia, suele resolver la inhabilitación para conducir.

Cuando abone la multa se hace la restitución del rodado, aunque, si hubiera una inhabilitación, tendría que designar un conductor. Y cuando venga a retirar el vehículo se le hace el alcotest a quien va a manejar", explicó.