Las bandas marciales de "Sueños del arte": a paso redoblado

Cada tanto, las bandas marciales de la ciudad salen a las calles para mostrar sus marchas y las adaptaciones que hacen de canciones populares. Esa práctica se repitió en la apacible tarde del viernes en el microcentro de la ciudad ante una buena cantidad de público.

Con claridad, los espectadores se dividieron entre los acompañantes y amigos de los integrantes de las agrupaciones y aquellos paseantes que se cruzaron en el camino de los músicos y se quedaron a contemplarlos. El común denominador entre ambos fue el aplauso que les regalaron a los artistas y las filmaciones que hicieron con sus teléfonos celulares.

Con puntualidad militar, las bandas iniciaron un recorrido en la plaza Independencia, tomaron la vía Rivadavia, donde fueron recolectando público con sus sones, llegaron a la plaza Pringles, hicieron allí una breve presentación —dos temas cada una— y luego retomaron la peatonal para regresar al punto de partida.

El momento de mayor comunión de la tarde fue en la plaza Pringles, donde las cinco agrupaciones en conjunto interpretaron un par de marchas y siguieron con la recepción de aplausos ante el gesto adusto de la mayoría de los músicos. Eso sí, una vez que se desconcentraron, los integrantes saludaron a sus familiares, se sacaron fotos y mostraron un perfil más descontracturado del que tuvieron durante la actuación.

Las agrupaciones (Januario Luna, Gregorio Franco, Pancha Hernández, Basilio Bustos y Granadero Baigorria) forman parte del programa "Sueños del Arte" y mantuvieron actividades durante todo el verano. Están conformadas por músicos de todas las edades que ensayan semanalmente y que van formando a medida que pasan las presentaciones, en vivo, una experiencia enriquecedora y cada vez más aceitada.

Lo que parece una repetición en las exposiciones de los grupos es la aceptación del público, sobre todo del que no conocía la propuesta musical.

Las agrupaciones pueden hacer tanto marchas militares como temas de rock, pop, folclore, tango o lírica adaptados a formaciones con flautas traversas, trombones, redoblantes, platillos y tubas.

Mientras las bandas tocaban  debajo del monumento a Juan Pascual Pringles, en los alrededores de la plaza había otras actividades como un torneo de ajedrez, la venta de artesanías en los puestos allí instalados y las cientos de personas que salieron a tomar un poco de fresco y que tuvieron una musicalización especial.